Que otros soplen las velitas

Yoani Sánchez

13 de agosto 2008 - 10:03

La mañana del 13 de agosto del 2001 encendí la radio bien temprano. Un locutor de voz engolada anunciaba “hoy es el cumpleaños de la Patria” y leía un panegírico interminable sobre el Máximo Líder. Acostada en la cama tuve el impulso de catapultarme a otra galaxia, de escaparme de esta Isla donde el aniversario de un nacimiento se ha convertido en fecha fundacional. Aquel día tomé la decisión de emigrar de mi país y once meses después me subí en un avión con destino a Europa.

Han pasado siete años de ese arranque. Estoy de ida y de vuelta, pero sigo escuchando frases similares a la dicha en aquella ocasión. Noto los mismos intentos de asociar el cuestionable accionar de un hombre con algo más imperecedero: la Nación. Lo que ha cambiado es que ese ridículo culto a la personalidad ya no me da  ganas de escabullirme, sino de quedarme; no me genera confusión, más bien claridad en torno a lo que no debemos consentir. En el futuro, nadie debe ser confundido con la Patria. Las velitas de ningún cake de cumpleaños podrán ser sopladas en nombre de todos.

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