La playa de Boca de Galafre late a '32-Beat' por segundo

DJ Seycel durante su concierto en el 32-Beat, en playa Boca de Galafre. (Juan Carlos Fernández/ 14ymedio)
DJ Seycel durante su concierto en el 32-Beat, en playa Boca de Galafre. (Juan Carlos Fernández/ 14ymedio)
Juan Carlos Fernández

25 de agosto 2015 - 02:24

Pinar del Río/El nombre de Sergio Barrera no dice mucho, pero si se pregunta por el DJ Seycel, entonces sobrarán quienes lo conocen. Este joven ha dejado su huella en la escena de la música electrónica en Pinar del Río y fue la estrella del 32-Beat, el festival celebrado este fin de semana en playa Boca de Galafre. En la segunda edición del evento, el músico derrochó talento detrás de la mezcladora.

La primera entrega de esta fiesta musical tuvo lugar durante el pasado mes de octubre en la misma playa, a 37 kilómetros de la capital provincial. La abrumadora aceptación que logró entre los jóvenes contribuyó a que las autoridades culturales repitieran la experiencia.

Antes de la aparición de 32-Beat, la comunidad de la música electrónica pinareña no tenía un espacio para difundir sus obras. Apenas había logrado presentarse un viernes al mes en la Casa de las Promociones Musicales La Sitiera y en el local prestado por el grupo de teatro callejero Tekma un sábado cada cuatro semanas.

De ahí la euforia desatada entre los seguidores del género cuando se corrió la voz de que se repetiría el jolgorio. No obstante ser tutorado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS), sólo la iniciativa de los propios músicos y el apoyo material de amigos y conocidos logró que este fin de semana volvieran a sonar las mezclas en Galafre.

DJ Seycel, junto a un grupo de entusiastas, montó con sus propias manos el escenario, ajustó y acopló la tecnología, el audio y las luces, todos artefactos de su propiedad. A pesar de los obstáculos, el joven se mostraba entusiasmado. "Espero que el próximo se anuncie como Festival, ya que esto es una realidad y además deseo que tenga más promoción", comentó a 14ymedio.

DJ Seycel dijo que aunque la filial de cultura en el municipio San Juan y Martínez y la AHS municipal y provincial lo han apoyado, "no se le dio la promoción debida ni se coordinó nada, por eso es que casi nadie de la ciudad ha venido"

"No solo es DJ, sino también carpintero, electricista, luminotécnico... Es un hombre orquesta", comentó Rubén, quien se encarga de la ecualización y el sonido de referencia. "El apoyo que nos han dado las instituciones ha sido más bien moral", ironizó otro músico-carpintero que prefirió no dar su nombre y que agregó: "Sergio ha tenido que asumir todo".

La mayoría de los participantes llegaron de los municipios aledaños a la playa, pues la deficiente publicidad que dio la prensa hizo que solo seis personas esperaran en el andén el viernes para subir al "tren lechero" y asistir al concierto. Apenas una escueta nota en el periódico Guerrillero apareció justo el día de la inauguración de la fiesta musical.

DJ Seycel declaró a este diario que aunque la filial de cultura en el municipio San Juan y Martínez y la AHS municipal y provincial lo han apoyado, "no se le dio la promoción debida ni se coordinó nada, por eso es que casi nadie de la ciudad ha venido".

A las 22:30 comenzó toda una explosión de luces y sonidos, y los potentes reverb, delay y las emulaciones electrónicas de breakbeats contagiaron a la audiencia. Cientos de jóvenes de las cercanías acogieron con pasión todo lo que brotaba del escenario.

"Estoy totalmente sorprendido y emocionado de este entusiasmo, para ser franco sobrepaso mis expectativas", comentó DJ Seycel. "Que no pare, que no pare", coreaba el público al ritmo de una versión de We are the champions, de Queens. Y así fue, hasta pasadas las cinco de la madrugada estuvieron saltando y bailando.

"El ambiente es buenísimo. No hay problemas de broncas ni discusiones como en otros tipos de conciertos en los que he estado, y los equipos suenan súper", explicaba sin dejar de saltar Adriana, una joven vacacionista.

"Esto lo tienen que hacer más a menudo, este es el evento del año en la playa de Boca", decía otro, apoyado por un coro de jóvenes sudados y jadeantes que saltaban al ritmo del beat.

Casi al amanecer terminó la primera jornada de esta edición de 32-Beat y poco a poco la orilla de la playa se fue quedando vacía. Solo se mantuvieron allí los músicos y sus amigos para recoger cables, reforzar las tablas y montar la próxima noche de música.

Antes de despedirse, DJ Seycel compartió sus sueños con este diario: "Que algún día en Cuba se pueda organizar un evento de música electrónica similar a Ultra y que podamos interactuar con David Guetta, Armand Van Helden y todos los del patio. Sería genial. Todo puede suceder, ¿no es así?".

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