Cataclismo en Matanzas y novedad en Bayamo

Los Tigres se están comportando como un equipo grande, decidido por completo a revalidar su título y ya con un pie en la lucha final.
Será esta la cuarta vez que Tigres y Alazanes choquen en postemporada, y los primeros acumulan 12 victorias y solo 5 derrotas. (Facebook)
Ernesto Santana

18 de enero 2017 - 13:05

La Habana/Ni los peores adversarios de Víctor Mesa soñaron nunca que la refulgente estela de triunfos de los rojos terminaría ahogada de modo tan trágico y humillante. Cualquiera podía desear mal fin para un equipo y un manager en el tope de su gloria, pero nadie fue capaz de imaginar que un sueño tan impresionante acabara en una pesadilla perfecta.

Fue fatal para los Cocodrilos no imponerse en el sexto juego, clave, pues llegar al séptimo resultaba muy peligroso con Lázaro Blanco en el box, de 23 salidas, en 17 permitió 2 carreras o menos, con 3 lechadas, y ocurrió lo insólito: nocaut oriental 12-2 en el séptimo con 11 hits.

Decía Ermidelio Urrutia, mentor tunero, que para llegar lejos en esta 56 Serie Nacional habría que derrotar a Matanzas, y Carlos Martí lo hizo con Blanco en la proa ante un Yoanni Yera, que empezó retirando a nueve Alazanes en línea. Hasta el propio Víctor Mesa reconoció luego que fue apresurado bajar entonces a su principal lanzador en el cuarto. En el inning siguiente, de 51 minutos, la caballería arrasó con 10 carreras.

Granma ha conseguido una de las más rotundas victorias que se recuerde en play off de las Series Nacionales, con una medalla de plata que es su mejor actuación histórica

Blanco se alzó como mayor ganador de la temporada (16-4), con un perdedor Yera que no le iba muy a la zaga (13-3). Pero llamó mucho la atención que Matanzas, con una campaña de récord, tampoco ahora consiguiera la corona (en 1991 fue la última) y, habiendo ganado 40 veces en casa durante la clasificación, con sólo ocho derrotas, en esta ocasión ganara una de cuatro.

Así, Granma ha conseguido una de las más rotundas victorias que se recuerde en play off de las Series Nacionales, con una medalla de plata que es su mejor actuación histórica ‒en la 28 fue tercer lugar‒, mientras todos se preguntan por la suerte matancera si Víctor Mesa se va, pues cuando él tomó el mando el equipo llevaba casi 20 años en el sótano y regresó a los play off, obteniendo 4 terceros y 2 segundos lugares en 6 años. Además, este mentor añadió su marca de picante controversial al conjunto, salpicando al propio espectáculo nacional.

Para este elenco no valieron 73 triunfos y 24 únicos fracasos, ni tanto esfuerzo y sacrificio, ni el talento acopiado y cultivado con maestría; no valieron magia y experiencia deportivas, ni las expertas artes mágicas matanceras, ni el sueño anhelante de una afición, ni el muy pródigo apoyo gubernamental y político.

La responsabilidad es compartida: la dirección cometió errores, pero los peloteros fallaron en momentos determinantes y hasta el público desertó antes de tiempo, quizás aleccionado porque en los play off de estos tres años Matanzas ganó solo 3 de sus 11 salidas. Desplazar a Villa Clara del bronce no aporta el menor consuelo.

Los Tigres van de favoritos a la gran final. Son el mejor equipo de los últimos años y tienen experiencia en play off. Pero los Alazanes tienen la moral muy alta, pueden abatir gigantes y no tienen presión ni nada que perder. Ciego de Ávila debe asegurar las dos victorias en el Cepero, pues si sus rivales ganan uno los complican, ya que el tercero, en Bayamo, es ante Lázaro Blanco; pero Roger Machado cuenta con un bullpen muy completo a su favor.

Los Tigres van de favoritos a la gran final. Son el mejor equipo de los últimos años y tienen experiencia en play off. Pero los Alazanes tienen la moral muy alta

Será esta la cuarta vez que Tigres y Alazanes choquen en postemporada, y los primeros acumulan 12 victorias y solo 5 derrotas, pero los números de la segunda vuelta de la campaña son bastante parejos para ambos. Aunque los refuerzos cambiaron mucho a los equipos, es notable el papel de varios granmenses en el conjunto, como Blanco, Roel Santos, Avilés y Yoelkis Céspedes, cuyo grand slam sepultó a Matanzas. Despaigne no estuvo bien, pero pone peligro en la ofensiva.

Martí, muy contento, aunque ya ganó una Selectiva con Orientales cuando había mucha calidad en la pelota cubana, ha dicho que cree que tienen "un 50% de posibilidades, igual que contra Matanzas", y que quizás habrá 6 o 7 partidos, pero no hará cambios en la alineación ganadora ni en la rotación de pitcheo: "El primer juego lo abrirá Yoelkis Cruz y el segundo Entenza. Lázaro Blanco asumirá el tercero, que sería el primero en Bayamo".

En medio de la incógnita sobre esta gran final flotan otras preguntas. ¿Quién dirigirá por fin la selección que asista al Clásico? ¿Víctor Mesa, que confiesa que le gustaría hacerlo? ¿Y dirigirá luego él mismo el equipo Industriales? ¿Por qué su hijo Víctor Víctor jugará con la capital en la próxima provincial?

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