Ciclón de Vueltabajo, inédito campeón del baloncesto cubano

Osmel Oliva, jugador del Ciclón de Vueltabajo. (rguama.icrt.cu)
Osmel Oliva, jugador del Ciclón de Vueltabajo. (rguama.icrt.cu)
Ernesto Santana

12 de abril 2017 - 21:36

La Habana/Contra todo pronóstico, el Ciclón de Vueltabajo acaba de coronarse como campeón por primera vez en la historia de la Liga Superior de Baloncesto (LSB) tras la cuarta victoria (63-53) sobre la Maquinaria Roja, que solo pudo ganar dos veces en la final.

Ya el solo hecho de que los pinareños estuvieran discutiendo el oro bastaba para abarrotar la sala 19 de Noviembre de la capital provincial más occidental. Era ver lo nunca visto, sobre todo porque tradicionalmente discutir la final de la LSB ha sido un asunto entre los Búfalos de Ciego de Ávila –quienes más oros han conquistado– y los Capitalinos de La Habana.

Los matanceros comenzaron el primer tiempo con impulso de triunfadores y, a los pocos minutos, llevaban 6 puntos de ventaja. Pero los rojos perdían muchos balones, que los verdes comenzaron a usar productivamente. La eficacia en los tiros era muy pobre en ambos bandos. Matanzas, no obstante, terminó el primer tiempo ganando 16-15.

Después de que el director técnico Andrés Tatica González les hablara fuerte en el descanso, los pinareños salieron al segundo tiempo con una determinación letal que ya no abandonarían en el resto del partido. Todavía seguían fallando muchos tiros, pero se les veía convencidos de que la corona sería suya.

Después de que el director técnico Andrés 'Tatica' González les hablara fuerte en el descanso, los pinareños salieron al segundo tiempo con una determinación letal

Los rojos, por su parte, debían ganar este encuentro para empatar a 3 la final y llevar la definición a un séptimo juego. El plan, sin embargo, se deshacía sobre el tabloncillo y no alcanzaban a remontar a los verdes, aunque estos seguían muy erráticos en los disparos perimetrales. El segundo tiempo acabó 31 a 27 a favor de la casa.

Ya en el tercero fue cuando por fin apareció un tiro de tres puntos, para Pinar del Río, tras 15 intentos.

El cuarto tiempo fue trabajoso para los dos bandos. Por momentos parecía que el balón era de plomo o que se trataba de un juego subacuático. La defensa se evaporaba, no había lucha por los rebotes. Matanzas tendía al caos más que los verdes. No obstante, en ese momento aparecieron más triples y el público no dejaba de disfrutar y de animar a los suyos.

Aunque Humberto García y William Granda se batía heroicamente y anotaban 30 puntos entre los dos, tenían frente a ellos a un trío endemoniado: Dainer Martínez, Yosiel El Chory Monterrey –ídolo de Pinar– y Osmel Oliva, que se alzan como los máximos hacedores del triunfo 63-53.

En definitiva, fue muy merecido el oro para los rápidos vueltabajeros: un resultado que nadie se hubiera atrevido a pronosticar ni en sueños al inicio de la Liga, pues frecuentemente Pinar quedaba fuera de ella. Matanzas, que tampoco se había coronado nunca, conseguía ahora su segunda medalla de plata.

Villa Clara, que tanto brillo le dio a la etapa clasificatoria y que abatió a los capitalinos, se quedó con el bronce. Hay que subrayar que el pinareño Andrés González y el matancero Allen Jemmot debutaron como directores técnicos en esta temporada y se ganaron el máximo respeto del público y de los especialistas.

El artemiseño Osmel Oliva, refuerzo de los verdes, fue elegido el jugador más valioso tras anotar 98 puntos en los últimos 6 juegos

El artemiseño Osmel Oliva, refuerzo de los verdes, fue elegido el jugador más valioso tras anotar 98 puntos en los últimos 6 juegos. Y no es que mereciera este galardón, sino que, sin discusión alguna, Oliva se ha convertido en el baloncestista cubano que marca la diferencia, que hace olvidar los muchos pesares actuales de este deporte antaño tan destacado.

Desde la fundación de la LSB en 1993, Ciego de Ávila y La Habana han sido las dos plazas fuertes del baloncesto en Cuba, pero este año fue un desastre, sobre todo para los Búfalos, que cayeron en sexto lugar por diversas razones. Entre ellas, la ausencia por lesión de Yasser Rodríguez y de Yoan Luis Haití, contratado por el Club Atlético Olimpia de Uruguay. Capitalinos, por su parte, jugó sin Orestes Torres y Lisván Valdés, ahora en el Santa Tecla BC de El Salvador.

Aunque estos contratos hablan, quizás, un poco a favor del nivel que tienen varios atletas, es evidente que, de manera colectiva, Cuba se encuentra en una pobre posición con respecto a países como Panamá, México, República Dominicana o Puerto Rico.

Lo único optimista que se puede decir es que, según parece por lo visto este año, la próxima temporada de la LSB será más equilibrada, más reñida, con equipos como este Ciclón de Vueltabajo que tanto ha sorprendido a todos.

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