Crece el número de médicos cubanos que se acogen al ‘Parole’

Adrián Milia Artiles, un enfermero intensivista que desertó de la misión cubana en Venezuela. (14ymedio)
Adrián Milia Artiles, un enfermero intensivista que desertó de la misión cubana en Venezuela. (14ymedio)
Mario J. Pentón

23 de junio 2016 - 19:41

Miami/Un número cada vez mayor de galenos cubanos escapa de las misiones médicas que mantiene la Isla en países vecinos y viaja a Estados Unidos a través del Cuban Medical Professional Parole (CMPP), una iniciativa establecida por Gobierno de EE UU bajo la presidencia de George Bush, en 2006. Más de 8.000 solicitudes del personal de la salud cubano han sido procesadas los últimos diez años, según las estadísticas brindadas a este diario por la oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración de Estados Unidos (USCIS).

En 2006, año en el que se estableció el programa, se acogieron al Parole 11 galenos. El aumento se hace visible en 2007, con 779 visas otorgadas. Tras la muerte, en 2013, del expresidente venezolano Hugo Chávez, 976 médicos obtuvieron el visado estadounidense. Pero en los dos últimos años la cifra ha ascendido a 1.259 y 1.663, respectivamente.

"La gente tiene miedo de que después no pueda ir a Estados Unidos, porque se revoque la Ley de Ajuste Cubano", dice a 14ymedio Adrián Milia Artiles, un enfermero intensivista que desertó de la misión cubana en Venezuela.

"Yo era parte de la Brigada Henry Reeves y fui a Sierra Leona para combatir el ébola, pero en aquel momento solo pensaba en sobrevivir. Tuve la oportunidad de escapar de Venezuela y lo hice, aunque mi esposa embarazada tuvo que pagar por eso siendo retenida por los médicos que deseaban que me delatara".

Milia Artiles se encuentra entre los más de 500 cubanos que están en un albergue provisional en Turbo, Colombia, donde se siente "mejor que en Venezuela". Después de que la embajada estadounidense en Bogotá le negara el acceso al Parole, se enrumbó junto a un grupo de 15 doctores y personal de la salud cubano a la zona costera con el objetivo de continuar su camino a Estados Unidos por vía terrestre, pero el cierre de la frontera panameña lo impidió.

"No entiendo por qué me negaron [el derecho a visa], porque presenté el pasaporte rojo de la misión y los papeles que me acreditan como enfermero intensivista, además de mi anterior trabajo en Cuba. Llevaba cuatro meses en Colombia y no podía seguir esperando, ahora trataré de llegar por otra vía", dice el migrante.

Según datos oficiales, solo en 2014 el Gobierno cubano obtuvo ganancias de alrededor de 8.200 millones de dólares por concepto de "exportación de servicios de salud". Para evitar las enormes pérdidas financieras que le provoca el éxodo del personal de la salud pública, La Habana ha restablecido el permiso de salida para aquellos galenos que se consideren imprescindibles en sus funciones.

"[El Parole] tiene el perverso objetivo de promover el abandono por parte de profesionales de la medicina cubana de sus misiones en otros países, facilitando activamente su emigración mediante el uso de sus embajadas", dijo el Gobierno cubano en la declaración oficial sobre las trabas para la salida de los médicos.

Los médicos cubanos no escapan solo hacia EE UU. Miles aprovecharon la brecha entre la aplicación de la nueva política migratoria cubana en 2012 y el cierre en 2015 para establecerse en países como Ecuador, donde sus títulos eran reconocidos y podían incorporarse al sistema sanitario nacional.

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