Guatemala llora la muerte de 30 niñas en un incendio el Día Internacional de la Mujer

Familiares de menores reclusos en el Hogar Virgen de la Asunción discuten con la policía tras el incendio en el que murieron 22 niñas. (EFE/Esteban Biba)
Familiares de menores reclusos en el Hogar Virgen de la Asunción discuten con la policía tras el incendio en el que murieron 22 niñas. (EFE/Esteban Biba)

09 de marzo 2017 - 10:05

Guatemala/(EFE).- El desconcierto y el dolor se apoderó este miércoles de centenares de personas en Guatemala que viven con incertidumbre la situación de los pequeños que estaban recluidos en un centro de menores en el que murieron 30 niñas y otras 32 resultaron heridas.

Cuando se conmemoraba el Día Internacional de la Mujer, Guatemala vivió una tragedia. Un incendio en el Hogar Virgen de la Asunción, que según las primeras hipótesis causaron las propias internas para intentar escapar de una situación de violaciones y vejámenes, trajo el luto al país.

A pesar de que las autoridades empezaron a investigar los hechos y a establecer la identidad de las fallecidas, la mayoría de ellas calcinadas, las familias no dejaban de reclamar y exigir justicia e información. El no saber nada de sus pequeños las mataba.

Un incendio, que según las primeras hipótesis causaron las propias internas para intentar escapar de una situación de violaciones y vejámenes, trajo el luto al país

A las afueras del centro, las familias se agolpaban y con gritos y lloros clamaban por sus pequeños. Hasta encontronazos, insultos y lanzamientos de piedras se intercambiaron con los agentes de policía que, con un cordón de seguridad humano, impedían acercarse.

"Si los hubieran cuidado", gritaba una mujer de 40 años, con una camiseta morada antes de intentar lanzar una piedra a una de las decenas de autobuses que entraban y salían del recinto con trabajadores y jóvenes supervivientes, que fueron trasladados a un lugar seguro.

Uno de esos pequeños, Daniel, de 16 años, relató a la prensa cómo la revuelta, iniciada el martes, desencadenó la desgracia. Unos 40 menores intentaban escapar del centro, sin éxito. Pero esta mañana, según contó, algunas de las jóvenes se encontraban encerradas bajo llave en un aula.

Según las primeras pesquisas, una de ellas prendió fuego a unos colchones y ahí se originaron las llamas, que las trabajadoras del centro, con extintor en mano, fueron incapaces de controlar. Algunos de sus familiares incluso manejaron la hipótesis de que las jóvenes fueron asesinadas y luego quemadas.

Los pequeños, dijo Daniel, intentaron ayudar, pero no se lo permitieron. Mientras, los ánimos se caldeaban porque algunas madres querían ver a sus hijos, que supuestamente sufrían malos tratos y violaciones dentro de las instalaciones, los fiscales y los agentes seguían trabajando en los dos escenarios.

"Una niñita que se escapó denunciando estas acusaciones vino una vez a mi casa a pedir ayuda", le gritaba otra mujer a los agentes, mientras otra pedía tener compasión: "Queremos a nuestros hijos. ¿Y si fueran suyos?".

"Los queremos llevar con nosotras. Están mejor", clamaba otra con lágrimas en los ojos, y añadía que su pequeña le había dicho en algunas ocasiones que los obligaban a comprar droga y que, además, les daban comida "con gusanos": "Eso no es humano".

La casa hogar, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, tiene a unos 748 menores, aunque su capacidad es de 400

Otra mujer, que casi se desmaya, pide noticias, solo saber si su hijo está bien: "No me dicen si está vivo. Si está muerto. No me dicen nada. Solo quiero saber".

El desconcierto y la incertidumbre se apoderaba de las familias que estaban afuera mientras los heridos esperan su recuperación.Para la noche se convocaron varias vigilias en las que exigirán Justicia por estas muertes que ocurrieron en un centro rodeado de polémica desde el año pasado.

Al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la Secretaría de la Presidencia encargada de la guardia y custodia a destituir en su momento al director.

Las autoridades investigan desde entonces los hechos y una jueza decretó el cierre paulatino del centro, motivo que llevó a dos magistradas de la Corte Suprema de Justicia, entre ellas la expresidenta del organismo Silvia Patricia Valdés, a personarse en en lugar para verificar la situación.

La casa hogar, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, tiene a unos 748 menores, aunque su capacidad es de 400.

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