Peligra la lotería de visas de EE UU para cubanos

Una bandera estadounidense ondea en un bicitaxi en La Habana. (EFE)
Unos 54.396 cubanos obtuvieron la residencia estadounidense en 2015. (14ymedio)
Mario J. Pentón

21 de diciembre 2016 - 09:28

Miami/Unos 54.396 cubanos obtuvieron la residencia estadounidense en 2015, según estadísticas recientemente reveladas por el Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security). La cifra, una de las mayores en la historia de la inmigración cubana a Estados Unidos refleja la crisis migratoria que está teniendo lugar, pero podría poner en jaque la participación de Cuba en la Lotería Anual de Visas del Departamento de Estado, donde cada año se reciben más de 40.000 solicitudes provenientes de la Isla.

"Cuba es el único país al que se le conceden 20.000 visas cada año para mitigar la migración ilegal. Pero cuando se observan las cifras, son decenas de miles más los que llegan ilegalmente y se quedan en Estados Unidos, por lo que es injusto que además se mantenga dentro del programa de lotería de visas", explica el abogado especialista en temas migratorios de origen cubano, Wilfredo Allen.

Según el abogado, tanto la cantidad de visas que Estados Unidos concede cada año en su embajada en La Habana como la cantidad de personas que llegan al país con visado europeo y después se quedan, permitiría al Departamento de Estado reconsiderar la participación de los miles de cubanos que cada año presentan sus solicitudes al sorteo internacional.

Este año el Departamento de Estado sorteó 55.000 green cards (tarjetas de residencia permanente) a través del llamado Programa de Visas de Diversidad para inmigrantes de países que tengan una tasa de inmigración baja hacia Estados Unidos.

Bangladesh, Brasil, Canadá, China, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, El Salvador, Filipinas, Haití, India, Jamaica, México, Nigeria, Pakistán, Perú, Reino Unido, República Dominicana y Vietnam no pueden participar debido a que enviaron más de 50 mil inmigrantes a Estados Unidos en los últimos cinco años, algo que podría pasar con los cubanos en la próxima temporada.

Yamilet Martínez es una cubana que arribó el pasado año y se encuentra en espera de su tarjeta verde.

"Vine para este país porque en el nuestro es imposible estar y decir lo que uno piensa. No es solo el tema económico, que también es importante, sino la seguridad que te permite vivir en un país libre", dice.

En 2013, el Gobierno de Raúl Castro aprobó una reforma migratoria que permitió la salida del país a cualquier cubano que obtuviera visado, lo que provocó una estampida silenciosa hacia países como Ecuador, Guyana, Rusia y otros que permitían el libre tránsito de nacionales de la Isla.

Martínez, proveniente de Ecuador, a donde arribó en 2014, explica que ese fue un paso necesario en su camino "hacia la tierra de la libertad".

"Primero necesitaba llegar a un lugar que me permitiera hacer el dinero suficiente para continuar la ruta. Eso fue Ecuador para mí, bastante trabajo que pasé allí", explica.

Hasta agosto de este año 50.082 cubanos habían cruzado la frontera de Estados Unidos, un número récord desde la afluencia masiva de isleños a través del puerto de Mariel en el año 1980.

Según Allen, hay cinco causas que explican el aumento desproporcionado de la emigración cubana, marcados por la seria crisis económica que vive la Isla.

"Hay falta de esperanza y de oportunidades a futuro. Eso, unido a la reforma migratoria que aprobó Castro y que permite que los cubanos mantengan sus propiedades y la residencia en Cuba si regresan antes de cumplir dos años, han impulsado fuertemente la emigración", explica.

La nueva ley migratoria también contempla la figura de la repatriación a la que han acudido más de 13.000 cubanos residentes en Estados Unidos, quienes en la práctica mantienen un pie a cada lado del Estrecho de la Florida.

El letrado también considera que la Ley de Ajuste Cubano es un imán por sí misma "desde cualquier lado que la mires", a lo que se une el atractivo de la ayuda económica del Gobierno norteamericano que permite que los cubanos "puedan vivir como reyes en la Isla o trabajar poco en Estados Unidos".

A todo lo anterior se une el miedo al fin de las políticas preferenciales a los cubanos bajo la futura administración del recién electo presidente Donald Trump.

"Cambiar la actual política (pies secos/pies mojados) es tan fácil como lo fue crearla. (...) Una vez que no exista, la llegada de cubanos disminuiría hasta en un 70%"

Por otra parte, la política de pies secos/pies mojados, permite a los nacionales cubanos que llegan a territorio estadounidense permanecer bajo parole durante un año y un día, al término de los cuales presentan la documentación para ajustar su estatus migratorio gracias a la Ley de Ajuste de 1966, algo que según el abogado está en peligro.

"Cambiar la actual política (pies secos/pies mojados) es tan fácil como lo fue crearla. Como el presidente Clinton emitió esa orden ejecutiva cualquier otro presidente puede derogarla. Una vez que no exista, la llegada de cubanos disminuiría hasta en un 70%", calcula Allen.

Además de los balseros de a pie, como se le conoce a los migrantes cubanos que atraviesan la frontera, siguen llegando desde la Isla prácticamente cada semana grupos en balsas rústicas o pequeñas embarcaciones. El pasado año fiscal (octubre 2015-octubre 2016) llegaron a la costa 7.411 balseros, una cifra que contrasta con los 4.473 del periodo anterior.

"Creo que sería un error que eliminaran esa posibilidad", dice Yotuel, un balsero cubano que no quiere revelar su apellido por temor a represalias cuando vuelva a Cuba.

Según el hombre de 35 años, "todo el mundo debería tener un chance para llegar y hacer realidad su sueño".

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