El presidente de Guatemala niega que la muerte de 37 niñas sea un crimen de Estado

En relación al incendio ocurrido este jueves, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha señalado que un crímen de Estado "no es algo que se tenga que manejar", y que "habrá que esperar a las investigaciones". (@jimmymoralesgt)
En relación al incendio ocurrido este jueves, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha señalado que un crímen de Estado "no es algo que se tenga que manejar", y que "habrá que esperar a las investigaciones". (@jimmymoralesgt)

10 de marzo 2017 - 21:25

Guatemala/(EFE).- El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, negó este viernes que la muerte de 37 niñas en el incendio de un centro de menores en el que supuestamente sufrían abusos físicos y sexuales se pueda tratar como un crimen de Estado, aunque aceptó la responsabilidad estatal.

"Que es una responsabilidad de Estado es un hecho, pero entendiendo el concepto pleno de la palabra. El Estado de Guatemala está conformado por Gobierno y población", dijo el mandatario, al acudir a uno de los hospitales donde están ingresadas parte de las heridas y después de que el jueves cientos de personas lo culparan de lo ocurrido y salieran a la calle pidiendo su renuncia.

Si bien Morales, quien ofreció una conferencia de prensa con preguntas de los medios, reconoció la responsabilidad de las instituciones, negó que lo ocurrido se pueda tratar como un crimen de Estado.

"Un crimen de Estado no es algo que se tenga que manejar. Habrá que esperar a las investigaciones", puntualizó.

El miércoles se registró un incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, a causa del cual 37 niñas y adolescentes han muerto y casi una veintena están hospitalizadas.

Según algunos testimonios, los hechos tuvieron lugar tras una revuelta de los menores internos para protestar por las agresiones

Conforme a los primeros indicios, ellas mismas originaron el fuego para protestar por los supuestos abusos que sufrían.

Según algunos testimonios, los hechos tuvieron lugar tras una revuelta de los menores internos para protestar por las agresiones, mientras las niñas estaban encerradas bajo llave en un aula, castigadas por haber intentado escapar la noche anterior, y en la que quemaron una colchoneta.

Morales pidió a la población y a la prensa no dar por hecho suposiciones y esperar a los resultados de las investigaciones internas, administrativas y penales de diferentes instituciones y que hasta el momento se han saldado con la destitución del director del centro.

"Generar hipótesis y darlas por sentadas es arriesgado", resumió el presidente, quien adelantó que se destituirá a todo aquel que pudiera tener "responsabilidad directa" en estos hechos, que, reconoció, ponen en un "punto crítico" al Gobierno.

"En cuanto a si pone en un punto crítico al Gobierno es un hecho. Un hecho de esta naturaleza bajo ninguna circunstancia se puede pasar inadvertido", resaltó, aunque reiteró que no se puede responsabilizar sólo al Ejecutivo.

El presidente enumeró las decisiones adoptadas por el gabinete y anunció que se procederá a la clausura temporal del centro porque los expertos dicen que no es apto.

La casa hogar escenario del siniestro, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, albergaba al menos a 748 menores, aunque tenía capacidad para 400

Además, se está desinstitucionalizando a muchos menores, proceso que empezó el pasado año con la entrega de niños y jóvenes a sus hogares biológicos o de acogida para reducir la superpoblación en esos centros.

La casa hogar escenario del siniestro, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, albergaba al menos a 748 menores, aunque tenía capacidad para 400.

En ella convivían huérfanos, menores conflictivos, niños víctimas de violencia, pequeños con discapacidades y otros que supuestamente habían sido internados por haber cometido delitos.

Mezclar a todos ellos, consideró Morales, es una decisión judicial que es necesario abordar de "forma integral", que va de lo administrativo a lo legal y judicial.

Este "trágico" hecho, en el que el número de víctimas "seguirá incrementándose" por la gravedad de las quemaduras de muchas de las heridas, no puede achacarse solo al Ejecutivo", insistió, sino que "pone al descubierto" las limitaciones que tiene el país como Estado y que evidencia la necesidad de continuar con una "reforma profunda y severa".

Mientras tanto, las familias siguen enterrando a las fallecidas, como en el caso de Rosa Espino, de 16 años, cuya madre se despidió este viernes de su hija entre sollozos y con gritos exigiendo justicia.

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