El régimen de Al Asad, en vilo ante últimos reveses en la batalla

La guerra civil de Siria se inició en 2011 y ha supuesto la muerte de al menos 200.000 personas y la práctica destrucción del país. (CC)
La guerra civil de Siria se inició en 2011 y ha supuesto la muerte de al menos 200.000 personas y la práctica destrucción del país. (CC)
George Bagdadi

03 de junio 2015 - 16:55

Damasco/(EFE).- Los últimos reveses en el campo de batalla han dejado en vilo al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, que nunca antes se había visto ante semejante situación en los últimos cuatro años y que ahora trata de recuperar el terreno perdido.

En los últimos meses, una coalición armada liderada por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, ha avanzado por la provincia septentrional de Idleb, que casi controla por completo y donde ha tomado su capital homónima y la estratégica localidad de Yisr al Shogur, puerta de entrada al bastión costero de Al Asad en Latakia.

En paralelo, hace dos semanas, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) conquistó la ciudad monumental de Palmira, en el centro, donde, según datos de las autoridades, ha asesinado a unas 400 personas desde el pasado 16 de mayo, entre ellas menores, y donde unos 300 soldados perecieron en los enfrentamientos.

A lo largo de estos más de cuatro años de conflicto, el Ejecutivo sirio ha soportado momentos de presión, como a finales de 2012, aunque no al mismo nivel que el actual, lo cual no impide que analistas pro Al Asad afirmen que el Ejército todavía es capaz de defender las áreas bajo control gubernamental.

Además, en Siria muchos miran a uno de sus principales aliados, Irán.

"Irán no cesará su respaldo a Siria. Es una cuestión sobre el destino de los intereses iraníes en la región. Si Al Asad cae, el siguiente objetivo será (el grupo libanés) Hizbulá", apunta en declaraciones a Efe el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Damasco, Samir Naoum.

Tanto la República Islámica como el movimiento chií libanés han enviado a combatientes al territorio sirio para ayudar a las autoridades sirias.

A juicio de Naoum, "los iraníes no quieren que el EI tome todo el país. Han apoyado al régimen sirio durante cuatro años y se han gastado miles de millones de dólares".

Con el fin de elevar la moral, la televisión siria no para de mostrar vídeos en los que se asegura que las fuerzas armadas están en buena forma y se muestran entrenamientos de soldados, como uno en el que se les ve con el pecho desnudo y rompiendo bloques de cemento con sus propias manos.

El martes, Al Asad envió al jefe del Estado Mayor del Ejército, Alí Abdalá Ayub, a Idleb y Hama para visitar a los uniformados en los frentes de guerra en esas regiones.

Allí, Ayub hizo hincapié en la importancia de los militares a la hora de hacer frente a "las bandas terroristas" y para abortar conspiraciones "que tienen el objetivo de debilitar Siria para que abandone su papel de resistencia frente a proyectos coloniales hostiles", informó la agencia de noticias oficial Sana.

El responsable castrense subrayó que se han tomado medidas para proteger las posiciones militares y fortificarlas en esa zona frente a los ataques de sus oponentes.

Mientras, la aviación militar ha intensificado los bombardeos en distintos puntos, como en Palmira, donde ha efectuado 25 ataques en los últimos dos días.

Nadie sabe a ciencia cierta el número de efectivos de que dispone el régimen sirio para recobrar el terreno perdido.

El diario libanés As Safir, próximo a Hizbulá, revelaba ayer que más de 20.000 milicianos iraquíes, iraníes y del Líbano habían entrado en la provincia de Idleb para lanzar un contraataque contra los opositores; una información que no ha sido confirmada por ninguna otra fuente.

Por su parte, el presidente iraní, Hasan Rohaní, ha dicho recientemente que su país mantendrá el apoyo a Al Asad hasta el último momento, durante una visita a Teherán del jefe del Parlamento sirio, Mohamed Yihad al Laham.

Rohani ha indicado que "a pesar de estar frente a otra conspiración -las sanciones-, no se ha olvidado de su deber moral y humano" de respaldar al Gobierno de Al Asad.

En las calles de Damasco existe el convencimiento de que la República Islámica no fallará al Gobierno sirio.

"De los rusos no sé pero estoy segura de que los iraníes acudirán a ayudar, de hecho, ya lo están haciendo", comenta a Efe Samar Alia, una profesora de Historia en un instituto de secundaria.

"Los terroristas están recibiendo una ayuda enorme de todas partes, y vienen miles desde todo el mundo -agrega la maestra-. ¿Por qué Irán no va a ayudar a Siria por todos los medios?".

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