Un viacrucis y más de 6.000 dólares para conseguir la visa a EE UU desde Colombia

Los candidatos a obtener un visado de inmigrante tienen que atravesar un complejo y caro proceso administrativo en el país latinoamericano

Mario J. Pentón

07 de marzo 2018 - 17:47

Bogotá/El sonido de una llamada telefónica rompió el monólogo de Maydelin Alfonso Vázquez en el lobby del hotel Montecarlo, a unas seis cuadras de la embajada norteamericana en Bogotá. Una parte de los cubanos hospedados allí, a la espera de obtener el visado de inmigrante a Estados Unidos, escuchaba la letanía de dificultades para realizar los trámites.

"¿Por qué doy gritos? Es que ya no puedo más. Me estoy volviendo loca con esto", dice con tono dramático y comienza a sollozar. Alfonso "ha movido cielo y tierra" para obtener la visa colombiana en La Habana. Apenas le quedan dos días de los 20 que Bogotá autoriza para su estancia en este país pero no ha terminado los trámites para reunirse con su hija en Miami, de quien lleva ocho años separada.

"Todo esto ha sido un calvario. Desde que me avisaron en Cuba que debía solicitar la visa a Colombia hasta que llegué aquí", sostiene Alfonso. La falta de información sobre el proceso de visado a Colombia, los costosos trámites y las tensiones por viajar a un tercer país han hecho más difícil aún el proceso de reunificación de muchas familias cubanas.

Tras anunciar que más de dos decenas de sus funcionarios habían sido víctimas de ataques de origen desconocido, el Departamento de Estado de Estados Unidos evacuó al personal no esencial de su embajada en La Habana y suspendió la entrega de visas. Semanas más tarde anunció que los tramitaría las visas de inmigrante a través de su embajada en Bogotá.

Para viajar a Colombia los cubanos que residen en la Isla deben presentar la citación del Centro Nacional de Visas de EE UU para la entrevista en Bogotá

"Después del anuncio de Estados Unidos todo el mundo se lanzó a la embajada de Colombia en La Habana. No había organización ninguna", cuenta Alfonso. La santaclareña asegura que tuvo que ir cinco veces a La Habana para tramitar su visado a Colombia, que solo logró tres días antes de viajar.

"Lo que hemos pasado ha sido muy duro. Más de 300 personas soportamos un aguacero intenso frente a la embajada de Colombia en La Habana, sin ningún lugar para protegernos. Gracias a una señora que llevaba un paraguas y me resguardó los papeles no lo perdí todo", relata.

Para viajar a Colombia los cubanos que residen en la Isla deben presentar la citación del Centro Nacional de Visas de EE UU para la entrevista en Bogotá. También se les exige una foto tamaño pasaporte, y la fotocopia de la página principal del documento de viaje, un pasaje aéreo de ida y vuelta con un límite de 20 días que contemple la estancia por 10 días antes y después de la cita. Por último, Colombia exige, para demostrar solvencia económica, la presentación de recibos bancarios por el valor de 2.000 dólares o una carta notarizada del garante económico del viaje en el consulado de Colombia en el país donde radique.

A fines de enero la embajada de Colombia en La Habana había entregado más de 1.100 visas a cubanos, según estadísticas entregadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país a 14ymedio. De ellas, casi 900 fueron destinadas a personas que necesitaban hacer su entrevista en Bogotá. Sin embargo, la cancillería del país latinoamericano suspendió la atención a los cubanos que buscan viajar entre el 2 y el 12 de marzo por las elecciones legislativas y las consultas entre partidos en Colombia. Las autoridades han pedido a los migrantes que cambién su cita consular en la embajada de Estados Unidos en Bogotá.

"Llegar hasta aquí ha sido un calvario", dice Lisset López Rodríguez, una cantante cubana de 38 años que reside en Miami, quien ha tardado cuatro años en reunirse con su hija menor de edad, Camila Guzmán. "El día que escuché que habían cancelado los trámites en la Embajada de Estados Unidos en Cuba me volví como loca porque pensaba que Camila se me iba a quedar allá", relata.

Como la mayoría de los cubanos, López se enteró de la decisión de Estados Unidos de tramitar los visados en Bogotá a través de las noticias y nunca había viajado a Colombia

Como la mayoría de los cubanos, López se enteró de la decisión de Estados Unidos de tramitar los visados en Bogotá a través de las noticias y nunca había viajado a Colombia. "Me fui al consulado de Colombia en Miami y no me querían atender. Tuve que ir varios días y, después de muchísimos trámites, me aprobaron la visa de turista para acompañar a mi hija", explica.

A su juicio en todo este proceso ha faltado información y transparencia. "Nadie te orienta sobre lo que tienes que hacer ni te ayuda para que los trámites resulten más sencillos. Por no hablar de los costos", lamenta López ante la falta de asociaciones que asesoren de manera gratuita.

"La cita te la dan con un mes de antelación aproximadamente. Tienes que pagar el pasaje a Colombia tuyo y de tu familiar, incluso el retorno a Cuba, que es un pasaje que se pierde si ya tienes visa norteamericana. Además de eso debes pagar por adelantado el alojamiento en Bogotá durante 20 días, la comida y los traslados, que se deben hacer en taxi", explica López. Junto a esos gastos logísticos también se debe pagar el examen médico que tiene un costo de 220 dólares.

En total, López y su hija gastaron más de 6.000 dólares en todo el proceso. "Nunca pensé estar en Colombia, ni gastar esta cantidad de dinero, pero el amor de madre todo lo puede. Al menos ahora estaré con mi hija", dice entre lágrimas.

López no cuestiona los argumentos del Departamento de Estado, pero compara la situación actual entre ambos países con la que había en lo más álgido de la Guerra Fría

Para esta habanera la decisión de Estados Unidos de tramitar los visados en Colombia ha sido injusta con quienes residen en la Isla. López no cuestiona los argumentos del Departamento de Estado, pero compara la situación actual entre ambos países con la que había en lo más álgido de la Guerra Fría. "Antes no había embajada, pero EE UU tenía una sección consular para ayudar a las personas a salir hacia la libertad, pero ahora ni eso", agrega.

El Departamento de Estado dijo a este diario que escogieron la sede de Bogotá para procesar los visados de inmigrantes provenientes de Cuba porque es una de las embajadas más grandes en América Latina. La zona donde se ubica, en el barrio de Quinta Paredes, es un núcleo de clase media en la capital colombiana.

"Hay mucho cubano por aquí", dice Henry Caicedo, propietario de un negocio de venta de comida en las inmediaciones de la embajada estadounidense. El comerciante afirma que la llegada masiva de cubanos ha favorecido al comercio local. "Tengo el local lleno gracias a los cubanos que buscan comida bien hecha y barata", agrega.

El hotel Montecarlo y el Ambassador están en su mayor parte ocupados por cubanos. Ocurre lo mismo con buena parte de los establecimientos de la zona. "Este barrio ha crecido gracias a las personas que vienen a hacer sus trámites en la embajada americana", explica Luis Carlos Mogollón, un exmilitar reconvertido en taxista. "Hace diez años solo había tres hoteles, hoy te encuentras más de uno en cada cuadra", asevera.

El precio de una noche en un hotel de Quinta Paredes suele oscilar entre los 40 y 80 dólares. La mayoría de los establecimientos ofrecen un servicio de transporte para los trámites relacionados con la embajada norteamericana.

Algunos empresarios bogotanos han aprovechado la oportunidad para crear planes de viaje

Algunos empresarios bogotanos han aprovechado la oportunidad para crear planes de viaje, como el del hotel Santa Cruz: "Plan Visa Americana para la Comunidad Cubana". Este hotel da hospedaje, transportación y asesoría durante 10 días por 820 dólares.

"La atención ha sido buena aquí", explica Yackmart Domínguez sobre el servicio de hostelería.

"Tener que viajar a Bogotá para realizar los trámites para que mi familia se reúna conmigo en Miami ha sido difícil. Todo el dinero que tenía ahorrado para establecerlos a ellos se me ha ido en los pasajes y la estadía en Colombia", dice este cubano de 38 años.

Su esposa, Malena Fernández, quien por primera vez salió de Cuba para viajar a Colombia, dijo sentirse "impactada". "Han sido cuatro años de dolor, de tristeza, de angustia y separación. Cuando supe que tendría que postergar la entrevista porque ya no se haría en La Habana se me cayó el mundo encima", añade.

Fernández cree que los costos de la lucha política entre Estados Unidos y Cuba lo sufren una vez más las familias a ambos lados del Estrecho de Florida.

"Si tengo que ir hasta el fin del mundo por estar con mis seres queridos lo haría. Ningún dinero puede pagar el valor de una familia", agrega.

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