El régimen vietnamita quiere domar las redes sociales y evitar 'mensajes tóxicos'

Un joven chino conectado a internet. (EFE)
Un joven asiático conectado a internet. (EFE)

06 de mayo 2017 - 14:46

Hanoi/(EFE).- El régimen comunista de Vietnam trata de poner coto a la información que circula por las redes sociales, ya que su control de los medios de comunicación tradicionales ya no es suficiente para frenar la propagación de voces disidentes.

Tras meses de presiones, el Gobierno de Hanoi anunció a finales de abril un acuerdo por el que Facebook se compromete a censurar todo contenido que atente contra las leyes del país y a borrar cuentas falsas o las que publiquen "contenido falso" sobre las autoridades.

"Facebook pondrá en marcha un canal separado para coordinarse directamente con el Ministerio de Información y Comunicación de Vietnam para dar prioridad a las peticiones del Ministerio y de otras autoridades competentes del país", rezaba el comunicado.

La presión comenzó a aumentar en enero, cuando el Ministerio de Información pidió a Facebook y a redes sociales locales que colaboraran con las autoridades para bloquear "información tóxica", es decir, publicaciones que cuestionan a las autoridades.

La presión comenzó a aumentar en enero, cuando el Ministerio de Información pidió a Facebook y a redes sociales locales que colaboraran con las autoridades para bloquear "información tóxica", es decir, publicaciones que cuestionan a las autoridades

En marzo el régimen de Hanoi pidió a las empresas que dejaran de anunciarse en estas plataformas y en Youtube hasta que desaparezca el contenido "tóxico y ofensivo", una consigna seguida por los principales grupos empresariales.

La ley vietnamita prohíbe la difusión en internet de informaciones consideradas como "antipatriotas", que perjudiquen a la seguridad nacional o la unidad del país, pero en los últimos años se han extendido este tipo de contenidos entre los 45 millones de usuarios de redes sociales (la mitad de la población), sobre todo entre los más jóvenes.

"Cuando se trata de asuntos políticos busco información directamente en Facebook o Twitter, en las cuentas de blogueros que aportan una perspectiva diferente", comenta a Efe Giang Pham, un estudiante de Periodismo.

Una de las últimas muestras del poder de las redes sociales se produjo hace dos semanas, cuando un grupo de campesinos retuvo como rehenes durante una semana a una treintena de policías y funcionarios en un conflicto por la propiedad de la tierra.

Aunque los medios tradicionales controlados por el Gobierno apenas aportaron información, millones de usuarios seguían los acontecimientos a través de Facebook y condicionaron al Gobierno, que, según algunos analistas, evitó tomar medidas represivas para no perder la batalla de la opinión pública.

El investigador de la universidad australiana de Monash, Toan Le, afirmó sobre este conflicto en un artículo del portal The Diplomat que "las redes sociales están debilitando la capacidad del Gobierno para controlar la narrativa y la opinión pública".

"La infraestructura de internet se ha desarrollado mucho más rápido que la capacidad del Gobierno para regularlo y controlarlo"

Otra prueba de ello es el papel de Facebook en la convocatoria de una oleada de manifestaciones por un desastre medioambiental ocurrido hace un año al norte del país, algo de lo que no había precedentes en el país.

"La infraestructura de internet se ha desarrollado mucho más rápido que la capacidad del Gobierno para regularlo y controlarlo", opinaba el analista Zachary Abuza en el portal VNExpress.

Ante la dificultad de mantener Facebook bajo control, algunas voces del Partido Comunista apuestan por reemplazarla por una red social propia, a la imagen de Weibo en China, pero la popularidad de la plataforma creada por Mark Zuckerberg, con 35 millones de usuarios en el país, convierte la tarea en imposible.

La relación del Gobierno de Hanoi con Facebook ha sido problemática desde que empezó a popularizarse al final de la pasada década.

El régimen comunista lo censuró durante los primeros años de manera intermitente, pero los internautas encontraban modos de burlar los controles y terminaron ganando la batalla.

El antiguo primer ministro Nguyen Tan Dung reconoció en 2013 que era imposible prohibir Facebook y que el Gobierno debía utilizarlo para difundir su propia información.

"Todos tenéis Facebook en vuestros teléfonos, no podemos prohibirlo", dijo a los miembros de su gabinete.

Aunque se lo propusiera, Abuza considera que "el Gobierno no puede hacer nada para cerrar Facebook".

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