La Aduana no puede con el ingenio cubano

Juan cuenta cómo introduce en la Isla medicinas, alimentos o dinero

Un oficial de la Aduana General de la República revisa las pertenencias de los pasajeros en el aeropuerto de La Habana. (Aduana)
Un oficial de la Aduana General de la República revisa las pertenencias de los pasajeros en el aeropuerto de La Habana. (Aduana)
Mario J. Pentón

05 de diciembre 2017 - 19:37

Miami/Ernesto Machado jamás olvidará la fría mañana de 1968 en el aeropuerto José Martí de La Habana. Una oficial de Migración le retiraba los anillos de boda de oro de sus padres al tiempo que rompía su pasaporte. "Esto es propiedad del Gobierno revolucionario", le dijo la mujer vestida de miliciana antes de que dejara Cuba para nunca regresar.

Al llegar al poder en 1959 el Gobierno de Fidel Castro impuso severas medidas para impedir la salida de dinero y bienes de valor. Casi sesenta años después, aunque la coyuntura internacional es distinta, los controles aduaneros siguen siendo rigurosos en esta materia.

"Viajo cada 15 días a Cuba. Me dedico a llevar medicinas, alimentos y dinero a cualquier parte de la Isla", dice un cubano que reside en Miami a quien llamaremos Juan para proteger su identidad.

En realidad quienes siempre viajan a la Isla son las personas que trabajan para Juan. Su misión consiste en "captar" a cubanos con pasaporte español o residencia en EE UU que mantengan "los derechos en Cuba", es decir, con el el estatus de residentes permanentes en la Isla. Juan da 300 dólares al viajero, que le cede a cambio su derecho –por ser residente en Cuba– a pagar en moneda nacional los impuestos sobre la introducción de una carga de 100 kilos.

Una agencia como la de Juan puede cobrar hasta un 6% de comisión sobre montos superiores a los 20.000 dólares americanos

"Todo el mundo gana con este negocio. La persona, porque va a Cuba a ver a sus familiares o, si vive en la Isla, se gana una platica, y la agencia porque ese es nuestro negocio, enviar cosas y dinero a la Isla", explica.

En el caso del dinero, una agencia como la de Juan puede cobrar hasta un 6% de comisión sobre montos superiores a los 20.000 dólares americanos. Asegura que hace varios envíos al mes porque "hay mucha gente comprando propiedades en Cuba". Áreas como La Habana Vieja y Miramar se están cotizando muy bien, dice.

En la web revolico.com, la mayor plataforma online de ventas en la Isla, se venden casas desde los 10.000 o 20.000 dólares en áreas populares hasta los 270.000 en los barrios de Miramar y Siboney, en La Habana, o en la ciudad colonial de Trinidad.

Las leyes cubanas estipulan que se puede importar libremente hasta 5.000 dólares americanos por persona y que para montos mayores se debe rellenar una declaración en la Aduana, sin que esto implique el pago de impuestos. En la mayoría de los países se puede importar hasta 10.000 dólares sin necesidad de prestar declaración.

Las leyes cubanas estipulan que se puede importar libremente hasta 5.000 dólares americanos. En la mayoría de los países se puede importar hasta 10.000 dólares sin necesidad de prestar declaración

A Juan no le importa el origen del dinero que envía a Cuba ni sigue los mecanismos para declarar ese efectivo en Miami ni en La Habana. "Normalmente lo enviamos con varias personas, distribuimos el dinero para evitar la barrera de los 5.000 dólares. A veces mando a alguna persona de confianza para que introduzca un poco más, arriesgándose, claro", asegura.

Un reportaje publicado en la prensa oficial daba cuenta de que en lo que va de año la Aduana General de la República ha registrado 384 violaciones de entrada y salida de divisas del país.

El diario relata algunos de los casos, como esa mujer que escondió 5.000 francos suizos en condones introducidos en la vagina o ese hombre que tenía 32.550 euros pegados al cuerpo.

"Muchos son principiantes en este negocio o intentan hacer las cosas sin ayudar a otros. Hay que vivir y dejar vivir", dice Juan, quien según su testimonio soborna con relativa frecuencia a funcionarios aduanales.

"Uno lleva tiempo en el negocio. A mi gente siempre se les conoce porque compartimos códigos. Normalmente cuando alguien llega al aeropuerto te ofrecen ayuda y si la aceptas las cosas siempre te irán bien", cuenta.

"Muchos son principiantes en este negocio o intentan hacer las cosas sin ayudar a otros. Hay que vivir y dejar vivir", dice Juan, quien soborna con relativa frecuencia a funcionarios aduanales

"En Cuba existen negocios que necesitan sacar el dinero del país. Para nadie es un secreto que la mayor parte de los productos que se compran en las paladares vienen del mercado negro. Si los dueños caen [en una operación de la policía] quieren tener una tierrita del otro lado, para quedarse con algo", explica.

Según los datos oficiales, este año la Aduana ha decomisado 165.816 CUC, 61.660 CUP, 875 euros, 15.150 rublos, 73.822 dólares y 386 objetos de valor (crucifijo, monedas y barras plateadas), que los viajeros intentaban sacar del país.

El Banco Central de Cuba (BCC) permite que cada persona saque libremente del país hasta 5.000 dólares. Para montos superiores se necesita una autorización del Presidente del BCC después de comprobar que el dinero ha sido ganado lícitamente en territorio nacional.

Comprar divisas dentro de Cuba antes de viajar al extranjero es una tarea complicada, aunque la ley lo permite. Los bancos exigen que el cliente muestre una visa y un boleto de avión vinculados con el país de la moneda solicitada e, incluso así, solo se venden pequeñas cantidades de divisas.

Comprar divisas dentro de Cuba antes de viajar al extranjero es una tarea complicada, aunque la ley lo permite

Siempre se puede recurrir al mercado informal pero ahí se vende el dólar a un precio que oscila entre los 92 y 97 centavos de CUC, por encima de la tasa oficial de 87 centavos.En cambio, está totalmente prohibido sacar del país cualquier cantidad de CUC, el peso convertible, que por lo demás no tiene ningún valor fuera de la Isla. Tampoco sirve en el extranjero la moneda nacional pero sí se puede sacar hasta 2.000 pesos.

Hace unas semanas la bloguera estadounidense Jaime Morrison, corresponsal de viajes para el portal digital de BravoTV, fue detenida por las autoridades cubanas, que le decomisaron unos 800 CUC que llevaba cuando se disponía a salir del país.

"Rompí esta regla y casi voy a la cárcel; no dejes que te pase a ti", contó la periodista en su relato sobre su experiencia en La Habana. Después de un largo interrogatorio pudo salir del país, pero sin los chavitos.

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