Alarma entre las autoridades por el aumento de los asaltos en La Habana

La policía aumentará la vigilancia en las zonas más turísticas por el momento, pero la periferia sigue olvidada. (EFE/Archivo)
La policía aumentará la vigilancia en las zonas más turísticas por el momento, pero la periferia sigue olvidada. (EFE/Archivo)
Yosmany Mayeta Labrada

04 de abril 2016 - 13:03

La Habana/"Estaba oscuro y no se veían ni las manos". Así describe Yania, de 21 años, la noche en la que fue atacada por un desconocido que le arrebató su laptop en la zona wifi del parque de la avenida 51 de La Habana. "Tenía una navaja y no me resistí, no valía la pena", detalla la víctima. El aumento de asaltos en la capital ha disparado las alarmas y la pasada semana se reunieron autoridades gubernamentales y provinciales para analizar su incidencia, según reveló a este diario una fuente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

El encuentro, que no se difundió en la prensa local y ocurrió en un local oficial del municipio Playa, contó con la participación de directivos de los territorios en los que se manifiesta con mayor incidencia la delincuencia. La lectura de un resumen del primer trimestre del 2016 confirmó que "se percibe un aumento en los asaltos a personas naturales en muchos municipios capitalinos en comparación con el mismo trimestre de 2015", sin ofrecer más detalles.

En el primer trimestre del 2016 "se percibe un aumento en los asaltos a personas naturales en muchos municipios capitalinos en comparación con el mismo trimestre de 2015"

Entre los municipios donde el problema de los atracos, robos callejeros y peleas entre bandas se presenta con mayor gravedad están "Marianao, La Lisa, Boyeros, 10 de Octubre, Arroyo Naranjo, San Miguel del Padrón, Guanabacoa, Habana del Este, principalmente en barriadas periféricas y de mayor índice de delincuencia", se detalla en el resumen al que este diario tuvo acceso.

La avalancha de casos se ha convertido en un quebradero de cabeza para los policías y disuade a muchas víctimas de presentar una denuncia. Yania ni siquiera fue a una estación policial para dejar registrado el incidente. "¿Para qué?", pregunta con escepticismo. "No tengo la propiedad de la laptop porque la compré de uso a un médico que se iba del país, así que si denuncio a lo mejor la que termina tras las rejas soy yo", explica la joven.

En el informe, una oficial del Ministerio del Interior (Minint) del área de Atención a Menores revela que también ha crecido la cifra de padres que reciben citaciones policiales porque sus hijos se dedican a la delincuencia infantil. La especialista precisó que "muchos provienen de familias disfuncionales y viven en comunidades de alto índice de delincuencia, como Párraga, Los Pocitos, La Cuevita, El Diezmero, Habana Vieja y Centro Habana".

Con más frecuencia "adolescentes y jóvenes son protagonistas de actos violentos, a veces acompañados de adultos", continúa el texto. Esta situación la conoce muy bien Miladis Hernández, madre de dos adolescentes residentes en la barriada El Tamarindo, del municipio 10 de Octubre, y cuya mayor preocupación es evitar que sus hijos terminen en prisión.

"Los saqué de la calle en el momento preciso, porque ahora sus mejores amigos están bajo investigación por un asalto a una pareja de turistas en La Habana Vieja", explica Hernández a 14ymedio. "En la pandilla, los que ya son mayores de edad están recluidos y los más pequeños, bajo vigilancia domiciliaria", afirma.

En el municipio Guanabacoa, el jefe de sector de la PNR Eloy Ferrera ve con preocupación el incremento de jóvenes que portan armas blancas en fiestas populares. "Actualmente hay 18 muchachos de diferentes edades que están siendo procesados porque portaban cuchillos, limas o punzones en la vía pública". El oficial advierte de que muchos son menores de edad y serán internados en Escuelas de Reeducación de Menores o cumplirán sanción.

El jefe de sector de la PNR Eloy Ferrera ve con preocupación el incremento de jóvenes que portan armas blancas en fiestas populares

Otros, como Alejandro, de 42 años, viven el trauma de haber sido víctimas de un asalto y las secuelas psicológicas y sociales que algo así deja. Llevaba dos años trabajando como dependiente en una cafetería privada en el municipio La Lisa cuando un día, al concluir su turno de madrugada, lo estaban esperando "en un lugar oscuro", recuerda con un gesto de pavor aún en el rostro.

Alejandro entregó todo lo que "llevaba puesto" mientras el asaltante mantenía una cuchilla en su cuello. No solo perdió sus pertenencias y "hasta la mochila", sino también la comida que llevaba para su abuela de 86 años. Después de aquel fatídico momento, decidió abandonar su empleo y ahora trabaja en una pizzería en el Vedado donde gana "un menor salario, pero hay cámaras de vigilancia en casi todas las esquinas", dice aliviado.

"Las autoridades de los municipios capitalinos de mayor incidencia han reforzado las vigilancia diurna y nocturna", aseguró la fuente de la Policía Nacional Revolucionaria consultada por este diario. "Los agresores prefieren los horarios nocturnos y de madrugada para hacer sus fechorías y muchos son adolescentes o jóvenes", insiste.

Las medidas de control se tomarán especialmente en los municipios más céntricos y visitados por turistas como Vedado, Centro Habana y Habana Vieja. Sin embargo, "muchos casos reportados ocurren en la periferia de la ciudad donde la vigilancia es todavía deficiente", admite la fuente.

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