Condenados por rebelión los cuatro exiliados acusados de terrorismo en 2014

Penas de entre 10 y 15 años de prisión para José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Monzón Álvarez

Raibel Pacheco, uno de los cuatro condenados. (cortesía de la familia)
Raibel Pacheco, uno de los cuatro condenados. (cortesía de la familia)
14ymedio

29 de febrero 2016 - 16:00

La Habana/José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Monzón Álvarez, acusados por el delito de rebelión, fueron condenados el pasado miércoles a penas de entre 10 y 15 años de privación de libertad. Detenidos en mayo de 2014, los cuatro hombres, que residían en Miami antes de arribar a la Isla, fueron juzgados por un tribunal en La Habana, según informaron a este diario familiares de los encausados.

El caso ha dado mucho que hablar durante los 22 meses entre el arresto y la presentación de los cuatro hombres ante un tribunal. En su momento, la comunidad de Miami y buena parte de la población cubana recibieron la información oficial con escepticismo y la noticia desapareció rápidamente de los medios nacionales.

El 14 de mayo de 2014, el periódico oficial Granma anunció que los cuatro ciudadanos de origen cubano "fueron detenidos cuando planificaban ejecutar acciones terroristas en el territorio nacional" y estaban acusados de "fomentar rebelión y atacar unidades militares". Los implicados habían viajado a la Isla desde "mediados del 2013" para "estudiar y modelar su ejecución", según el texto.

Durante el juicio no se mostró evidencia alguna de la posesión de armas, mapas o croquis militares

Sin embargo, solo esta semana los cuatro hombres fueron presentados ante un tribunal. Aunque en un inicio las autoridades cubanas habían sugerido que serían procesados por terrorismo, finalmente la acusación se centró en un acto de rebelión y "delitos contra la seguridad interior del Estado".

En la vista oral, Pacheco reconoció que había arribado a la Isla para "sublevar al pueblo contra la tiranía", comentaron testigos en el lugar, aunque también advirtió de que carecía de recursos para hacerlo. Durante el juicio no se mostró evidencia alguna de la posesión de armas, mapas o croquis militares. Tampoco se habló de contactos con organizaciones de la oposición interna.

Los abogados de la defensa esgrimieron el concepto de "delito imposible", recogido en el Capítulo V del Código Penal cubano y en el que se establece que si "el delito manifiestamente no podía haberse cometido, el tribunal puede atenuar libremente la sanción" e incluso eximir de ella al acusado "en caso de evidente ausencia de peligrosidad".

Pacheco Santos recibió una condena de 15 años de privación de libertad, mientras que el resto de los implicados fueron condenados a penas de 10 años de cárcel cada uno. Una fuente familiar opinó que "todo esto es una jugada para poder intercambiarlos en una negociación con Estados Unidos antes de que venga Obama".

El órgano oficial del Partido Comunista explicó que durante los interrogatorios los acusados habían declarado estar "bajo la dirección de los terroristas Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray, quienes residen en Miami y mantienen estrechos vínculos con el connotado terrorista Luis Posada Carriles".

Pacheco, de 33 años, registró en 2009 una empresa bajo el nombre de Fuerza Cubana de Liberación Inc en Florida y abrió una página digital, donde solo se publicó un texto que aseguraba que la entidad se había creado a "petición de miembros de las Fuerzas armadas que se encuentran dentro de Cuba" y su razón de ser era "la libertad y el derrocamiento del régimen para restablecer un sistema de derechos".

En Miami, Pacheco trabajaba en una carpintería durante el día y tomaba clases de economía en la noche, en la Universidad Internacional de Florida, según explicó su familia. Su esposa, Adriana Torres, también cubana residente en Florida y de profesión enfermera, ha podido visitarlo en la prisión y se encuentra en estos momentos embarazada de tres meses.

La familia considera la sentencia contra el hijo una venganza gubernamental por la escapada del padre, antiguo funcionario

El padre del acusado, Segundo Manuel Pacheco Toledo, fue rector de la Universidad de Holguín durante 11 años y diputado en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Pacheco Toledano trabajó en la embajada de Cuba en México, donde huyó y cruzó la frontera con Estados Unidos en 2012. La familia considera la sentencia contra el hijo una venganza gubernamental por la escapada del antiguo funcionario.

Tras la fuga de su padre, Pacheco dejó de viajar a Cuba con regularidad. Antes de ser detenido, había volado a la Isla el 22 de abril de 2009 y declaró inicialmente que el motivo era visitar a su abuelo paterno que iba a ser intervenido quirúrgicamente. Su madre, Nieves Santos Falcón, una destacada bióloga que labora en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, ha sostenido la inocencia de su hijo a lo largo de estos años.

En mayo de 2014, y ya en medio de las negociaciones secretas que darían pie al restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, delegaciones de ambos países sostuvieron una reunión sobre la detención de los cuatro hombres. "Los cubanos proporcionaron cierta información sobre las acusaciones que ahora estamos revisando", informó el Departamento de Estado a través de un comunicado.

La cercanía entre el juicio realizado esta semana y la próxima visita del presidente estadounidense Barack Obama a Cuba alimenta la esperanza de los acusados y sus familiares. "Esto es para llenarle la mochila de peticiones al secretario de Estado de EE UU, John Kerry", sugirió uno de los asistente al juicio. "Espero que pueda ver nacer a su hijo y volver a su vida en Miami", agregó el pariente de Pacheco, para quien "todo esto ha sido una pesadilla y algún día se sabrán los detalles".

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