Babalawos cubanos alertan sobre la corrupción y la necesidad de un cambio

Los principales sacerdotes yorubas ofrecieron una conferencia de prensa para explicar el significado de la letra del año 2017. (14ymedio)
Los principales sacerdotes yorubas ofrecieron una conferencia de prensa para explicar el significado de la letra del año 2017. (14ymedio)
Luz Escobar

03 de enero 2017 - 22:30

La Habana/Oggún, el orisha que representa los metales, la forja y las tecnologías, gobernará para la Isla y el resto del mundo en los próximos meses, acompañado de la popular Yemayá y bajo el signo regente de Baba Egiobe, según la Letra del Año dada a conocer este martes en la Asociación Cultural Yoruba de Cuba en La Habana.

Los sacerdotes yorubas recomiendan, entre otras cosas, “prestar esmerada atención a la posible proliferación de hechos de corrupción, robo y dilapidación de los erarios públicos” e “incentivar los cambios económicos y socioculturales”.

Las predicciones de Ifá son fruto de una ceremonia celebrada en diciembre pasado “con la presencia de un número significativo de babalawos cubanos y de otros países y los miembros del Consejo Cubano de Sacerdotes Mayores de Ifá”.

Hermano de Changó y Elegguá, Oggún conforma junto a ellos los llamados orishas guerreros y se sincretiza en la religión católica con San Pedro. Sin el carisma de sus parientes más cercanos, pero también muy respetada, la deidad que gobierna este año es de carácter serio, desconfiado y belicoso.

La Letra, esperada por los miles de seguidores de la religión afrocubana en la Isla y la diáspora tiene como particularidad el hecho de que por segunda vez se realiza en comunión entre la independiente Comisión Organizadora de la Letra del Año Miguel Febles Padrón y la oficiosa Sociedad Cultural Yoruba. El predominio del ala progubernamental se manifestó en las restricciones al acceso a la prensa, que en esta ocasión reservó puestos solo a los acreditados por el Gobierno pero no llegó a impedir el acceso a la prensa independiente.

Los sacerdotes yorubas recomiendan, entre otras cosas, 'prestar esmerada atención a la posible proliferación de hechos de corrupción, robo y dilapidación de los erarios públicos'

Oggún ostenta el poder sobre el monte y los caminos. Hijo de Obatalá y Yemu, tiene un carácter vigoroso y testarudo, además de estar representado por el metal. Protege a los militares y a los soldados, pero también a los agricultores y a los médicos cirujanos. El orisha está asociado a la virilidad, al fuego y al ímpetu de la juventud. Yemayá, por su parte, es reconocida como la reina de los mares.

Frente a un centenar de personas el babalawo Lázaro Cuesta dijo que “hay un camino fundamental” para centrar el análisis. Recordó que en este signo regente estaba “subdividida la tierra y el mar por una barrera de árboles que no permitía que los unos pudieran ver a los otros”, y explicó que gracias a las oraciones y al trabajo de Oggún “se tumbaron todas las matas que obstaculizaban que los del mar vieran la orilla y los de la orilla vieran el mar”, unas aseveraciones que algunos de los presentes interpretaron como una alusión a las relaciones de Cuba con Estados Unidos.

Consideró este camino como “la base fundamental” porque “abre la posibilidad de que se entiendan las partes y haya una apertura desde el punto de vista del comercio, de las relaciones”. Según su opinión “a través del comercio y las relaciones llegará la riqueza”.Además señaló que para lograr todo esto primero tiene que llegar “el entendimiento a través de la palabra o el diálogo” porque para él “esa es la solución”.

Finalmente consideró que este “es un magnífico año” y que su signo regente anuncia en su oración profética “un desenvolvimiento favorable desde el punto de vista de la gestión económica”. Oggún “va a facilitar sus machetes para desmochar las plantas que impiden que los unos y los otros se comuniquen”. Aclaró que “el resultado y el éxito que esto pueda tener no está en las manos ni de Oggún ni de Yemayá”, sino en la “voluntad de hacer”.

El sacerdote explicó además que “hay que ser flexibles” porque “nadie puede estrechar la mano amiga con la mano cerrada” y “nadie puede exigir que se le escucha si él no tiene la posibilidad de escuchar”.

Oggún 'va a facilitar sus machetes para desmochar las plantas que impiden que los unos y los otros se comuniquen'

Sobre la unidad entre los líderes espirituales de la Isla Cuesta aclaró que “falta mucho para lograrlo”.

“Aún siguen algunos hermanos de aquí y de allá con sus reservas y sus preocupaciones”, añadió, aunque precisó que “el primer paso valiente” se dio.

“Hemos logrado entendernos mutuamente, respetar la forma de pensamiento del otro y poner las dos formas de pensamiento en función de un objetivo primario que es la Letra”, dijo.

Decenas de personas aguardaban a las afueras de la asociación para tener la Letra del Año.

Julia Reynoso, vecina de Alamar, exigía explicaciones a la puerta del centro porque ella vino el día antes para tenerla “en papel” pero le recomendaron regresar este martes. Para su sorpresa la misma persona encargada le dijo hoy que regresara mañana.

“Hay burocracia hasta para la religión”, se quejó la mujer, visiblemente molesta.

Dos trabajadoras de la Asociación se acercaron a las ventanas y entre las rejas de hierro repartieron, de manera gratuita, hojas con la Letra del Año impresa, que les arrebataron de las manos.

Juan Piedra, presidente de la sede de la Asociación Yoruba de Cuba en California, dijo a 14ymedio que viajó desde Estados Unidos para participar en las ceremonias para la confección de la Letra del Año.

“Esta experiencia me ha parecido mucho mejor que otros años, creo que gozamos de una exitosa mesa ejecutiva de grandes líderes religiosos que tienen un gran conocimiento y que están llevando a cada rincón del mundo el legado religioso que tenemos”, dijo el sacerdote.

“Es un año que para todos será positivo en muchos sentidos”, agregó.

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