Las largas colas marcan la venta de cocinas de inducción en Holguín

Clara y Marta cocinas donate. (Fernando Donate Ochoa)
Después de seis horas de espera, Clara Cordero pudo comprar este lunes el nuevo módulo. (Fernando Donate Ochoa)
Fernando Donate Ochoa

22 de octubre 2015 - 09:27

Holguín/Las largas colas han marcado las primeras jornadas de venta liberada de cocinas de inducción en Holguín, que empezó el pasado lunes. El módulo que se comercializa incluye una hornilla eléctrica, cazuela, jarro, sartén con tapa y cafetera por un precio de 500 pesos cubanos, pero los clientes se quejan de la lentitud en el despacho y del exceso de requisitos burocráticos.

Después de seis horas de espera, Clara Cordero pudo comprar el nuevo módulo para el que se inscribió el pasado viernes en la lista frente a la Casa Azul, un céntrico Mercado Artesanal Industrial de la capital holguinera. La tienda fue seleccionada junto a otras 62 ubicadas en la provincia para iniciar esta semana la venta de las cocinas de inducción fabricadas en Cuba.

"Llegué a las siete de la mañana y he podido comprar pasada la una de la tarde", explicó la atribulada señora. Sin embargo, una empleada del local aseguró que la demora se debe a que "antes de vender la cocina, hay que mostrar a cada cliente cómo funciona y aclarar todas las dudas que puedan surgir". Otro trámite que toma bastante tiempo, según la dependienta, es el llenado del modelo de propiedad y garantía del producto.

Aunque desde un inicio se anunció que la venta del módulo sería liberada, a las afueras de la Casa Azul un cartel exige a los clientes presentar el carné de identidad y la libreta del mercado racionado para adquirir el producto. También se aclara que solo se venderá una unidad por cada núcleo familiar.

Los turnos en las colas a las afueras de tiendas se comercializaban de manera ilegal este lunes a 50 pesos moneda nacional. Otras personas ofrecían su libreta de racionamiento para la compra del módulo, a cambio de 100 CUP

Según explicó una empleada del local que prefirió el anonimato, esta medida se tomó "a última hora ante la gran demanda". "En el almacén de la tienda, hay solo 100 módulos que no alcanzarán si no los regulamos", aseveró.

La viceministra del Comercio Interior, Nancy Valdés Jiménez, había explicado días antes durante una conferencia de prensa que los consejos de la administración municipal serían los encargados de decidir "la cantidad de módulos que se venderán a cada persona". Según aclaró, eso permitirá que las cocinas lleguen a una "mayor parte de la población y para evitar acaparamientos".

Los turnos en las colas a las afueras de tiendas se comercializaban de manera ilegal este lunes a 50 pesos moneda nacional. Mientras, otras personas ofrecían su libreta de racionamiento para la compra del módulo, a cambio de 100 CUP.

Mario, un jubilado que vive distante de la tienda, detalló que se vio obligado a comprar un número en la fila porque no pudo venir el viernes cuando se confeccionó la lista. "Tengo el 80, la tienda está a punto de cerrar y van por el número 44, así que creo que me quedaré para mañana", lamentó.

Según datos ofrecidos por las autoridades holguineras, de los 23.800 módulos destinados al territorio, alrededor de 5.000 se encuentran a la venta en los 11 mercados de la cabecera municipal.

Junto a Holguín, las primeras provincias para la venta de las cocinas de inducción han sido Pinar del Río, Las Tunas, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo. Según explicaron las autoridades de comercio interior, estos territorios son los que más utilizan la electricidad para cocinar.

La normas jurídicas para la comercialización y venta liberada de las cocinas de inducción fueron publicadas recientemente en la Gaceta Oficial. Se espera que este año se fabriquen en el país unos 384.000 módulos con sus respectivas cocinas de inducción.

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