Los cuentapropistas se afilian a la CTC para evitar problemas

Más 12.600 trabajadores privados de Cienfuegos se han convertido en objetivo de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC)

Carretillero en una calle de La Habana. (14ymedio)
Carretillero en una calle de La Habana. (14ymedio)
Mario J. Pentón/ Caridad Cruz

24 de junio 2016 - 18:45

Miami/ Cienfuegos/Como cada mañana, María Elena y Enrique salen a vender hortalizas, viandas y frutas por las calles de Cienfuegos. A temperaturas de más de 30 grados y con un sol que "raja las piedras", recorren la urbe llevando sus productos casa por casa y ganándose el sustento, literalmente, con el sudor de la frente. Son parte de los más 12.600 cuentapropistas inscritos legalmente en las oficinas de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT) en la provincia, un número nada despreciable para los funcionarios de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) que ha visto en estos "obreros" una oportunidad de acrecentar filas.

Cuba tiene un índice de sindicalización de casi un 96%. Según estadísticas oficiales, más de tres millones de trabajadores integran los 18 sindicatos que se agrupan bajo el paraguas de la Central de Trabajadores de Cuba, que funciona como una correa de transmisión de las "orientaciones" del Partido Comunista.

"La ventaja de pertenecer al sindicato es que si les ponen una multa injustamente, los trabajadores pueden venir a nuestras oficinas y se analiza la situación"

"Nuestro día de trabajo comienza a las 5:00 de la mañana. A esa hora debemos ir a esperar al camión que trae de los municipios la mercancía. Los que transportan los productos son quienes negocian el precio con el campesino y nosotros negociamos con ellos. A veces las personas no entienden el porqué de los altos precios, pero es que todo el mundo necesita comer", dice María Elena.

La cuentapropista tiene 53 años y su hijo 19. Han escogido esta forma de ganarse la vida porque, según dicen, "el trabajo con el Estado no da".

"A veces los inspectores llegan y nos multan porque estamos detenidos en un lugar. Claro, eso siempre se puede resolver con algún regalito: unos pepinos, una libra de tomate... todo el mundo tiene necesidades", comenta.

Los líderes de la CTC han encontrado en estos problemas el caldo de cultivo para fomentar la afiliación.

"Los carretilleros tienen problemas fundamentalmente con los inspectores. La ventaja de pertenecer al sindicato es que si les ponen una multa injustamente, los trabajadores pueden venir a nuestras oficinas y se analiza la situación. En caso de que demuestren que la sanción ha sido injusta, se puede interceder por su eliminación. Al afiliarte a la CTC, estás protegido", dice un sindicalista que prefiere no dar su nombre.

Según los vendedores, desde hace unos meses han estado invitándolos a hacer parte del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios. "No entendemos por qué, pero parece que quieren que todo el mundo esté sindicalizado", dice Enrique, quien afirma, además, que "eso no le resuelve nada a la gente".

Varios líderes de la CTC consultados por este diario, dijeron que más del 80% de los cuentapropistas de la localidad están inscritos en algún sindicato.

Las cuotas sindicales varían entre dos y ocho pesos según los ingresos del trabajador, aunque la mayoría de los cuentapropistas paga el mínimo. Los afiliados también tienen que abonar "Mi aporte a la patria", una actualización del día de haber, con el que las Milicias de Tropas Territoriales adquirían armas para la "defensa de la patria" con la donación "voluntaria" del pago de un día de trabajo.

"A la gente no le interesa mucho la sindicalización, lo hacen simplemente para que no la cojan con ellos", explica Roberto, un cuentapropista que se dedica a afilar tijeras y cortauñas.

"En ocasiones nos han puesto multas solo por el hecho de permanecer mucho tiempo en el mismo lugar vendiendo. Lo que pasa es que en este tiempo hay tanto sol que tenemos que refugiarnos bajo una mata durante un rato para vender y ahí te caen los inspectores. Como nuestra licencia está expedida para vendedores ambulantes, no podemos estar mucho rato en el mismo sitio", comenta Enrique, que cree que los trabajadores por cuenta propia son de los más desprotegidos.

"Una multa por quedarte vendiendo más de la cuenta en una esquina ronda los 700 pesos. Pero qué tiempo prudencial puedes estar en ese lugar no te lo marca ningún documento oficial"

"Una multa por quedarte vendiendo más de la cuenta en una esquina ronda los 700 pesos. Pero qué tiempo prudencial puedes estar en ese lugar no te lo marca ningún documento oficial, es al libre arbitrio de los inspectores, que aprovechan cualquier motivo para aplicar la sanción", dice.

Aunque el Gobierno fomenta por todos los medios a sus organizaciones, apenas un 48% de los afiliados asiste a las reuniones del sindicato en Cienfuegos, según ha reconocido la prensa oficial. Existen en el país organizaciones sindicales independientes, como la Coalición Sindical Independiente de Cuba, fuertemente acosadas por la Seguridad del Estado. Sin embargo ninguno de los cuentapropistas consultados para este reportaje dicen conocerlas.

Las estadísticas de la ciudad sureña revelan lo que es un hecho a nivel nacional. Tras unos primeros meses en los que se "dejó de la mano" a los cuentapropistas, la CTC conminó a realizar "una labor política" para hacerlos entrar en las filas de la organización. Según sus cálculos, más de 400.000 "obreros cuentapropistas", de los 500.000 registrados en el país, pertenecen a la organización oficial. Por el momento, la creación de un sindicato único de cuentapropistas sigue siendo un proyecto "en estudio".

"No queda otra opción, al final tendremos que entrar como todo el mundo, para que no nos califiquen como desafectos y nos caigan más palos. Hay que seguir luchando, porque tenemos que resolver", dicen los cuentapropistas que se aprestan a terminar su día sobre las ocho de la noche, haciendo el recuento de sus escasas ganancias.

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