Rusia "forra de oro" la cúpula del Capitolio de La Habana

Reconstrucción capitolio 4
La cúpula del Capitolio habanero será forrada con láminas de oro. (14ymedio)
14ymedio

17 de mayo 2017 - 10:55

La Habana/Petróleo y oro son los dos productos con los que Rusia regresa a Cuba. El combustible busca sacar del apuro al Gobierno de Raúl Castro ante los recortes del suministro venezolano y con el metal dorado enviado por el Kremlin se forrará la cúpula del Capitolio de La Habana, según un reporte de la agencia Sputnik.

Los vecinos de las cercanías del coloso cubano se muestran incrédulos, pero la empresa estatal rusa Goszagransobstvennost, subordinada a la Dirección de Gerencia de Vladímir Putin, ya anunció la convocatoria de un concurso de proyectos para reparar la cúpula del inmueble y cubrirla con piedra natural, nuevas planchas de bronce y láminas de pan de oro.

"Tendrán que ponerle custodios las 24 horas", bromea la propietaria de una casa de renta cuyas ventanas dan justo frente al edificio que alberga la Asamblea del Poder Popular. La mujer, con una habitación inscrita en el servicio de Airbnb, escucha con incredulidad los planes para la restauración de la imponente edificación, pero también calcula que le ayudarán a "levantar el negocio".

Al ser un símbolo de la Cuba republicana y una copia del Congreso de Washington, se ganó el menosprecio de las autoridades tras el triunfo de la Revolución

Inaugurado en 1929 y con un área de 43.000 metros cuadrados, el Capitolio albergó hasta 1959 el Senado y la Cámara de Representantes. Al ser un símbolo de la Cuba republicana y una copia del Congreso de Washington, se ganó el menosprecio de las autoridades tras el triunfo de la Revolución.

Durante décadas, el imponente edificio sufrió la desidia estatal y en su interior se ubicó desde un Museo de Ciencias Naturales hasta el primer cibercafé de la capital cubana. El oficialismo evitó a toda costa devolverle su función política.

Sin embargo, Cuba vive cada vez más de su pasado. Los turistas fotografían con fruición los automóviles de mitad del siglo veinte que circulan por las calles, la música tradicional recauda cuantiosas sumas en bares u hoteles y el Capitolio habanero retoma su lugar como emblema del país en las postales, los souvenirs y las referencias.

"Tanto nadar para morir en la orilla", ironiza Gustavo, un vendedor de periódicos que comercializa su mercancía en la zona del Parque Central. El hombre cree que "si no lo hubieran dejado destruir, ahora no costaría tanto arreglarlo". Las láminas de oro de la cúpula le dan un poco de risa. "Esto se va a parecer a la Plaza Roja".

Dos puertas más allá de la señora que renta su habitación, los administradores de un edificio con tres restaurantes se preparan para la ocasión. "Hasta ahora no hemos aprovechado mucho la vista al Capitolio porque nuestros salones son cerrados y con climatización, pero cuando esté más bonito valdrá la pena", asegura el custodio de Los Nardos.

La empresa ganadora del concurso tendrá que trabajar a toda velocidad y presentar para agosto las soluciones para restaurar y embellecer la estructura. Los trabajos los financiará el presupuesto federal de Rusia

Los proyectos que se presenten a concurso en Rusia deben limitarse a un presupuesto de 20 millones de rublos, cerca de 354.000 dólares, según aclara la convocatoria. Con anterioridad, la Dirección de Gerencia presidencial gastó alrededor de 42.500 dólares en los servicios de medición y estudios de la cúpula para evaluar su estado técnico.

La presidenta del Senado ruso, Valentina Matviénko, comentó que fueron los parlamentarios cubanos quienes pidieron a sus colegas de la Duma (parlamento) la ayuda para terminar las labores de la cúpula.

La empresa ganadora del concurso se dará a conocer en junio. Tendrá que trabajar a toda velocidad y presentar para agosto las soluciones para restaurar y embellecer la estructura. Los trabajos los financiará el presupuesto federal de Rusia.

En noviembre de 2016 el Gobierno cubano aprovechó la visita del presidente vietnamita, Tran Dai Quang, para inaugurar simbólicamente la sede del parlamento en el Capitolio, tras varios años de reparación. Sin embargo, la última sesión de la Asamblea, realizada a finales de año, se hizo en su tradicional emplazamiento del Palacio de las Convenciones.

La noticia de la colaboración rusa agrega a partir de ahora algunos puntos temporales al cronograma de entrega de las obras de reconstrucción del edificio, que ha sido manejado con mucha vaguedad por los medios oficiales. "No me importa si le ponen oro, platino o diamantes, pero lo que quiero es que terminen ya", se queja Mercedes.

El mayor temor es que "una vez terminado nos muden para otro barrio porque van a demoler todo esto y convertirlo en otra cosa"

"En esta calle no hay quien viva entre el polvo, la gritería de los constructores y todas las roturas que han hecho en las aceras", agrega la vecina. Su mayor temor es que "una vez terminado nos muden para otro barrio porque van a demoler todo esto y convertirlo en otra cosa", dice mientras señala una secuencia de edificios grises, vetustos y llenos de grietas que conforman la cuadra.

A pesar de que las obras aún no han concluido, los turistas dan vueltas por los alrededores para sacar una instantánea. Uno de los chistes fotográficos más repetidos consiste en pararse cerca de una de sus paredes y simular que se empuja el Capitolio, como si se quisiera desplazar el edificio hacia otro lugar.

Sin embargo, la ecléctica construcción no se mueve ni un centímetro. Sigue en el mismo sitio, mostrando su mezcla de materiales e improntas. Contiene conjuntos escultóricos del italiano Angelo Zanelli; está inspirado en su hermano –casi gemelo- el Capitolio estadounidense y ahora tendrá una cúpula forrada con pan de oro de la madrastra rusa.

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