La soledad de los tabacaleros

Campesino con hojas de tabaco. (14ymedio)
Campesino con hojas de tabaco.
Reinaldo Escobar

05 de julio 2014 - 12:30

Pinar del Río/Los tabacaleros de San Juan y Martínez escucharon -entre el asombro y la impotencia- los debates de la Asamblea Nacional. Esperaban que sus dificultades y el problema del pago fueran abordadas durante los debates de alguna comisión parlamentaria. Se quedaron defraudados.

En la cooperativa Rafael Morán, ubicada en el municipio de San Juan y Martínez, la frustración recorrió a los productores agrícolas. Apenas unas semanas antes, los productores habían sido visitados por una representación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), representantes del Partido Comunista en el municipio y también varios miembros del Grupo Empresarial Nacional Tabacuba. Ante estos funcionarios los tabacaleros manifestaron sus dificultades y reclamos.

El encuentro se enmarcó en la campaña gubernamental llamada "Vamos por más...", cuya cara visible fue el vicepresidente José Ramón Machado Ventura. La ofensiva estatal para mejorar la producción veguera propició estos encuentros entre productores y autoridades del sector. En ellos afloró el sentir de muchos productores, algunos de los cuales aseguraron públicamente que, "si no cambia el precio del tabaco, ir por más va a ser muy difícil".

Entre las principales quejas expuestas por los tabacaleros estuvo la discrepancia entre el precio real del costo de producción del tabaco y el precio que las empresas estatales adjudican al tabaco seco. Según las cifras oficiales, a un campesino le debería costar 1.225 pesos cubanos (CUP) producir un quintal de tabaco (100 libras), sin embargo en la realidad los gastos superan con mucho el cálculo oficial.

Basta un mínimo percance para que el tabaco cosechado sea considerado como "afectado", lo cual rebaja su precio y deja sin respaldo al productor. La inconformidad con los pagos que realiza el Estado, único comprador permitido, por el llamado "tabaco afectado", salió también a relucir en la reunión. Esta materia prima supuestamente dañada se utiliza de manera industrial en la fabricación de cigarros. En el caso de las vegas de San Juan y Martínez, las "hojas afectadas" gozan de muy buen rendimiento y con ellas pueden lograrse puros y cigarrillos de calidad.

"Da muchas riquezas en divisas, y sin embargo el guajiro sale perdiendo”, se lamenta este productor

Los parámetros estatales establecen que el tabaco se convierte en "afectado" porque no tiene ni los buenos colores ni la adecuada constitución para ser considerado de calidad. Pero eso no justifica el mezquino precio de 345 pesos cubanos (CUP) por quintal que establece la valoración oficial. Si un campesino tiene la menor afectación, entonces pierde todo el apoyo económico que le pudiera resarcir su cosecha. Por su parte el Estado obtendrá abultados dividendos, especialmente en el mercado internacional.

De ahí la molestia de estos tabacaleros ante la evidencia de que en la Asamblea Nacional no se ha informado que exista ningún proceso de revisión de la llamada popularmente "ley de compra". La ausencia de ese tema ha hecho que los vegueros se sintieran estafados y olvidados. En el caso de Pinar del Río los precios son superiores con relación a otras provincias, de manera que la inconformidad resulta mayor en las otras regiones tabacaleras del país.

"No hemos visto reflejadas las demandas que hicimos", reclama Néstor Pérez González. "También expusimos una situación de pobreza en la zona, que se refleja en el nivel de vida que tenemos los campesinos y que no se corresponde con el hecho de que este municipio sobrecumplió el año pasado su producción tabacalera", puntualiza el campesino.

En el transcurso de la conversación Néstor Pérez expresa su preocupación sin tapujos. "Este año ha sido crítico, por lo que vaticinamos un escenario económico peor para la zona". Los daños en la cosecha han sido provocados por las excesivas lluvias en el período. A consecuencia de esta situación los campesinos han percibido con mayor gravedad la injusticia del bajísimo pago por el llamado "tabaco afectado". "Será afectado, pero da muchas riquezas en divisas, y sin embargo el guajiro sale perdiendo", se lamenta este productor.

"Las llamadas fichas de costo están muy por debajo del precio real del producto que estamos ofreciendo; por eso nuestros reclamos de que el precio debe elevarse", afirma Juan Pablo, que combina su vega con el cultivo de flores y frutas. El problema afecta tanto a las cooperativas como a las Unidades Básica de Producción Cooperativa (UBPC).

Los tabacaleros le toman el pulso a la situación y sienten que se les está dejando a un lado. "Teníamos la ilusión de que en la Asamblea se iba a reflexionar y se vislumbrara algún cambio". Sin embargo, la última reunión parlamentaria ha traído más frustración que esperanzas a la zona tabacalera de San Juan y Martínez y al mítico Hoyo de Monterrey.

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