Médico cubano en Sierra Leona dice que el miedo es su aliado para evitar ébola

12 de diciembre 2014 - 21:11

La Habana/(EFE).- Jorge Luis Quiñones, un médico cubano que cumple misión en la lucha contra el ébola en Sierra Leona, afirmó en una entrevista publicada en el diario oficial Granma que el miedo es el "aliado" del personal sanitario que allí trabaja, ya que les obliga a ser precavidos y evitar riesgos innecesarios.

"El miedo es nuestro aliado porque nos acompaña siempre: si dejamos de sentirlo aparece la confianza y, con ella, el riesgo de infectarnos se incrementa, así que es mejor sentir mucho miedo y culminar nuestra tarea", asegura este médico, que partió a Sierra Leona en la primera brigada de médicos cubanos que cumple allí misión desde primeros de octubre.

Quiñones, de 38 años, señala que se trata de "una misión sin precedentes", en absoluto comparable a otras misiones que ya ha cumplido en otros lugares como Pakistán, Haití o Venezuela.

El doctor reconoce que fue duro enterarse de que su compañero Félix Báez, que ya ha superado la enfermedad, se contagiara haciendo su trabajo porque, aunque el riesgo está ahí, lo ven "como una posibilidad remota", pero su caso les obligó a "redoblar esfuerzos" para protegerse.

El médico relata que su primer contacto con enfermos en el hospital Kerry Town de la capital de Sierra Leona fue "una experiencia impactante porque fue como mirar a los ojos de la muerte".

"Brindar un vaso con sales rehidratantes, administrar el medicamento indicado o simplemente ofrecer una palabra de apoyo, era alentador para aquellas personas, de las cuales sabía que la mitad o más iban a morir en las próximas horas o días", cuenta.

Recuerda que el ébola es una enfermedad muy agresiva, aunque el 50 por ciento de los casos logran sobrevivir, pero muchos mueren sin ni siquiera ir al hospital.

El doctor explica que el trabajo se divide en tres equipos, formados por uno o dos médicos y tres enfermeros, que atienden durante una hora a los pacientes y luego descansan un par de horas, para recuperarse de la tensión y el cansancio que produce el manejo de la escafandra y el equipo de protección.

Esa rotación se repite dos veces por cada equipo y cuando no trabajan se dirigen al hotel, donde descansan, estudian y realizan ejercicios físicos para aumentar su capacidad de resistencia.

Sobre el uso de la escafandra, que consta de un mono impermeable con gorro, botas y dos o tres pares de guantes, el médico señala que para ponérsela precisan la ayuda de otro compañero y que cada vez que se quitan uno de sus elementos tienen que lavarse las manos.

"Lo que más molesta es la sudoración que provoca, hasta que nuestros cuerpos se adaptan y el malestar disminuye", explica.

Quiñones también rememora en la entrevista su llegada al país, tras un vuelo sin escalas de unas nueve horas, con todo el equipaje en la cabina porque a su llegada a Freetown (capital de Sierra Leona) no iban a permitir abrir las bodegas del avión, ante el riesgo de infección de la aeronave.

Cuba ha enviado en total tres brigadas de médicos y enfermeros a los países de África occidental más castigados por la epidemia de ébola, el primero de éstos y el más numeroso, integrado por 165 colaboradores, viajó a primeros de octubre a Sierra Leona, para luego incorporarse 53 a Liberia y 38 en Guinea Conakry.

En total se encuentran 256 médicos cubanos en los países más afectados por la epidemia, que ha causado 6.113 muertos de 17.256 casos detectados, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); mientras que un grupo de aproximadamente 200 especialistas se prepara para sumarse a la lucha contra la enfermedad en África.

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