Los yorubas reivindican la figura de la ceiba

Final de la ceremonia yoruba. (Ricardo Fernández/14ymedio)
Final de la ceremonia yoruba. (Ricardo Fernández/14ymedio)
Ricardo Fernández

16 de noviembre 2016 - 16:07

Pinar del Río/Un desfile desde el parque Independencia hasta el Roberto Amarán (El Bosque) dio comienzo a la XI edición del evento anual La Ceiba, un proyecto cultural vinculado con la Asociación Yoruba de Cuba y su filial en Pinar del Río, que se celebró los pasados días 14 y 15.

Según su fundador y organizador, Osniel Ortíz Mena, presidente de la Asociación Yoruba en Pinar del Río, el evento busca reivindicar la figura de la ceiba a los yorubas, quienes están verdaderamente están ligados a ella.

"La tradición de la Ceiba del Templete tiene base católica y no nos representa, por eso nosotros damos a esta celebración un sentido yoruba. Pinar del Río siempre ha tenido sus ritos en las ceibas pero lo hacíamos escondidos porque no teníamos una asociación que nos representase". La Asociación Yoruba nació en la provincia el 18 de febrero del 2007 y fue registrada un año más tarde. "Desde ese momento comenzamos el proyecto público para que los pinareños pudieran bailar a sus santos", explica.

"La tradición de la Ceiba del Templete tiene base católica y no nos representa, por eso nosotros damos a esta celebración un sentido yoruba"

En la apertura participaron también la compañía folklórica Ayé Oñy y los proyectos culturales Renacer a la vida y Tesoro de ideas.

Durante la tarde de esa primera jornada dio comienzo, en la casa Pedro Junco, la parte cultural del evento, dedicada este año a la rumba, con coreografías del grupo de baile Caribean Show y la participación de los solistas pinareños Francisco Panchito Esquivel y Dayana Domínguez.

El espectáculo forma parte del evento cultural que da cuerpo a la ceremonia religiosa de celebración del santo Agayú, deidad orisha de la agricultura que sembró la ceiba por mandato de Olofy, momento central de las celebraciones, que se cerraron ya el 15 con el ritual Iroko Iwi Gafiofo ( El árbol Sagrado), a cargo del director artístico Alberto Javiqué Leal.

"Hace siete años comenzó el espectáculo cultural con elementos artísticos del territorio", cuenta Javiqué, licenciado en planificación de la economía . "La ceremonia religiosa en torno a la ceiba fue creciendo, y cuatro años después de su creación necesitaba un director artístico. Me escogieron porque entonces llevaba 15 años dirigiendo el espacio dominical Patio de la Rumba. Al principio me fue difícil dominar un vocabulario y una cultura completamente nuevas para mí, pues no tengo trasfondo religioso, pero al involucrar una parte netamente cultural se masificó el evento y comenzaron a participar artistas locales y nacionales, como Vania Borges en esta edición".

Osniel Ortiz contó a 14ymedio las reticencias iniciales al proyecto. "En un principio hubo muchos detractores dentro de los babalawos por hacer públicamente el ritual e integrar la parte cultural, pero era necesario que las personas perdieran el miedo a la madre ancestral (ceiba) porque la veían como muy sagrada". El fundador recuerda a quienes lo apoyaron desde el principio, como el fallecido Antonio Castañeda Márquez, presidente de la Asociación Yoruba Nacional; Nivaldo López Medina, funcionario de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba en la provincia; o Gabriel Acosta, director provincial de cultura. "Aunque muchos nos miraron con recelo en ese tiempo, ellos se enfrentaron a la ideología, que en ese entonces se mostraba retraída ante la religión", agradece, y subraya que, con el tiempo, los críticos se fueron sumando al proyecto.

La falta de promoción en los medios locales hizo que se resintiera la asistencia de público en las actividades. Los miembros de la Asociación Yoruba optaron por avisar personalmente y consiguieron una mayor afluencia este martes, tras la presencia de una escasa treintena de espectadores el primer día.

La actividad que coronó el evento se realizó en la ceiba de la terminal provincial de ómnibus, donde se presentaron la Compañía Folklórica de Pinar del Río, Sueño de Ángeles; los solistas Dayana Domínguez, Panchito Esquivel y Maikel Castillo. También participaron el declamador Óscar Santana y el cuarteto Obban Yoko, además del grupo de aficionados a la rumba de la Casa de Cultura.

A las 12 de la noche, todos los presentes fueron convocados a dar la vuelta a la ceiba mientras el presentador explicaba el ritual, junto a los toques de los tambores batá, motivando a todos a cumplir el objetivo específico del espectáculo: "cultivar la esperanza y sembrar la ternura necesaria para alcanzar la felicidad, en cualquier lugar en el que ella esté".

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