Conviviendo con el pasado
Una sospechosa valla turística
sustituye ahora un tradicional espacio de propaganda ideológica en
la intersección de Carlos III y Avenida de los Presidentes. En este
mismo sitio he visto homenajes a Vilma Espín, protestas por la
encarcelación de los cinco combatientes del MININT presos en los
Estados Unidos y una muy histórica, donde el comandante advertía
sonriente: ¡Vamos bien!
Lo curioso es que el mensaje es muy
confuso. La idea de que el pasado y el presente convivan en La Habana
ya podría ser discutida por cualquier militante del partido
comunista, pero lo que no tiene nombre es haber elegido como imagen
del presente una foto del Hotel Nacional, construido en 1933. ¿Será
que no hay nada que mostrar del presente revolucionario?