Descubriendo el agua tibia
La aplicación de forma experimental de un nuevo reglamento sobre la comercialización de productos agropecuarios, recogido en el Decreto Ley 318, pone en evidencia que las ataduras burocráticas provenientes del afán controlador del estado han sido y siguen siendo una de las principales causas del desabastecimiento de alimentos.
Los genios del Ministerio de Agricultura acaban de descubrir que la competencia que se genere por la aparición de otras formas de compra-venta tendrá un papel regulador en el establecimiento de los precios, han arribado a la novedosa conclusión de que el equilibrio entre la oferta y la demanda incide directamente sobre la producción y se han dado cuenta ¡oh hallazgos del pensamiento humano! de que mientras menos quieran controlar las cosas salen mejor.
Pero todavía están dominados por la tentación de mantener las riendas en sus manos. Tienen miedo a que la bestia salvaje del mercado devore de una dentellada o derribe de un zarpazo a su jinete planificador