La hora de “las plumas”
54. Enfrentar los prejuicios raciales, de género, ante creencias religiosas, orientación sexual y otros que puedan originar cualquier forma de discriminación o limitar el ejercicio de los derechos de las personas, entre ellos los de ocupar cargos públicos, participar en las organizaciones políticas, de masas y en la defensa de la Patria.
Tomado del documento base para la Primera Conferencia del PCC
Que yo tenga noticias en este último medio siglo a nadie le han negado la posibilidad de ser militante del partido comunista, oficial de las instituciones armadas o miembro de los CDR por tener determinado sexo, raza o por presumir de heterosexual. Después del 4to Congreso de 1991 la apertura se extendió a quienes tenían creencias religiosas, de manera que el punto 54 del proyecto de Documento Base de la Primera Conferencia del PCC ha sido redactado obviamente para permitir, a partir de enero de 2012, que los homosexuales, bisexuales y lesbianas puedan ingresar al PCC, desempeñar cargos de responsabilidad en el gobierno o ser dirigentes de alguna organización, sin tener que pasar por la humillación de esconder sus preferencias en el armario.
Ocurrirá otro desenmascaramiento, como pasó tras el cuarto congreso con los creyentes que se disfrazaban de ateos para mantener su carné rojo. Pero esta vez no serán los crucifijos o las manillas de Orula las que se expongan a la vista, sino “las plumas” largo tiempo reprimidas. Entonces podremos hacerle al compañero Secretario General de nuestro núcleo, incluso al capitán del pelotón de obuses, una pregunta sobre su marido, o comentarle a la dirigente sindical y también a la Jefa del sector de la PNR lo bien que se conserva físicamente su compromiso.
Lo que no conseguiremos, todavía, es fundar nuevos partidos, a menos que la referencia a “y otros” subrayada en la cita del documento, aluda a los prejuicios y la discriminación de que somos objeto quienes no compartimos la ideología de los comunistas. ¿Acaso ya no veremos limitados nuestros derechos de participar en nuestras propias organizaciones políticas, y podremos defender a la Patria de sus verdaderos enemigos?