La prensa privada en Cuba
Miami/En un reciente debate entre colegas de la prensa nacional, se tocó el tema de la propiedad sobre los medios de difusión. Con la firmeza que caracteriza a los convencidos de algo equivocado, se dijo que en Cuba los medios de difusión son de propiedad social y se expresó la idea de que jamás podrían ser propiedad privada.
Tal vez la esencia del concepto de propiedad se explique a partir de la capacidad que tiene el propietario de tomar decisiones sobre el objeto que posee. De nada valen los títulos ni los registros legales que certifican que una casa, una empresa o una bicicleta pertenecen a un individuo si este no puede venderla, modificarla o usarla como le parezca, respetando la ley, desde luego.
Los medios de difusión en Cuba, en particular aquellos que se definen como "oficiales", no pueden ser calificados de propiedad social, porque no existe ningún canal que permita a la ciudadanía tomar una sola decisión sobre su funcionamiento, ni siquiera a través de delegados elegidos para esa responsabilidad.
Desde la década del 60 existe en las estructuras del Partido Comunista de Cuba (PCC) una entidad dedicada a esos menesteres. Al principio era femenina por su nombre de Comisión de Orientación Revolucionaria, cariñosamente "la COR". Posteriormente, tras una adecuación de género gramatical, se transformó en el Departamento de Orientación Revolucionaria y se le empezó a llamar "el DOR".
Los medios de difusión en Cuba no pueden ser calificados de propiedad social, porque no existe ningún canal que permita a la ciudadanía tomar una sola decisión sobre su funcionamiento
Entre las potestades de esta estructura, cuyo nombre actual es Departamento Ideológico del Comité Central del PCC y que carece de un apelativo cariñoso, se cuenta la de nombrar los directores de periódicos, revistas, estaciones de radio y canales de televisión. La entidad decide, además, el perfil editorial de cada medio, cuáles son los temas que cada espacio debe tratar y emite la lista de prohibiciones donde hay desde nombres de personas hasta piezas musicales. Decide también la distribución de recursos financieros y materiales de los diferentes medios.
Para "atender" al sector periodístico desde la cuna, el Departamento Ideológico participa en las pruebas de selección que realizan las universidades que forman profesionales de la comunicación y sigue de cerca los programas de estudio de esta carrera, que es una de las dos que exige este tipo de filtrado. La otra es el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), donde estudian los futuros diplomáticos.
Los medios en Cuba carecen de publicidad comercial, por lo tanto son subvencionados por el presupuesto del Estado. No está claro en cuál sector general se incluyen los egresos que se contabilizan para estos fines, ni su cuantía específica.
Como que el Departamento Ideológico del Comité Central del PCC es en sí una selección de una organización que se define como selectiva y, teniendo en cuenta que es el que toma todas las decisiones sobre la política informativa, no sería incorrecto definir que en Cuba los medios de difusión son propiedad privada del Partido Comunista, como lo son en Francia L'Humanité y en Italia L'Unità.
Para que los medios de difusión fueran de propiedad social, su línea editorial debería estar más cerca de la sociedad civil que del Estado. Sus directivas tendrían que ser elegidas y renovables y habría espacio en ellos para todo el abanico de opiniones que palpita en los distintos sectores sociales. Habría debates y desde luego, opiniones contrarias al Gobierno.
En la actualidad se está demasiado lejos de caber en esa definición, no solo porque los medios son privados, sino porque son un monopolio exclusivo del único partido político que la ley permite.