La Ubre Negra bajo el lecho de rocas
¿Se acuerdan de la vaca Ubre Blanca? Rememoro ahora aquellos titulares donde se narraban sus proezas lácteas. He olvidado el número de litros diarios, 100, 150, eso ahora no es importante, lo que no se me quita de la mente es aquella ilusión con que multiplicábamos la producción de aquella vaca Holstein por una fantástica cantidad de hijas. Al final ríos de leche desbordaban nuestra inocente imaginación.
Ya antes nos había pasado algo similar con aquella zafra de los diez millones de 1970 y con el cordón de , La Habana y luego con el plan alimentario y las represas que nunca permitirían la sequía y las cortinas rompevientos que inmunizarían nuestra agricultura de los efectos de los ciclones y los plátanos micro jet, sin olvidar las escuelas en el campo de donde saldría el hombre nuevo, el zoológico más grande del mundo, la potencia médica, el reparto Alamar clonado a lo largo de la Isla y la primera de todas las promesas que fue “pan con libertad”
Hay que reconocer que ahora hay menos fanfarria, tan poca que se bordea el secretismo, pero se abren nuevas ilusiones y quizás la más reciente sea la mítica bolsa de petróleo que duerme en la zona que nos corresponde del Golfo de México. Tengo entendido que es la firma REPSOL la que se encarga de la perforación. La misma que ahora litigia con Argentina una polémica nacionalización. Pero parece que extraer el combustible fósil del fondo marino no será tan fácil como ordeñar una vaca; oigo decir que apareció un manto rocoso de difícil penetración y que ya los españoles se preocupan por la solidaridad cubana con el nacionalizador argentino.