La Utopía de Julio
Tengo un colega en mi centro de trabajo llamado Julio que dice que si él fuera el jefe de Cuba impondría un sistema mezcla de socialismo y capitalismo. Dice Julio (que es una buena persona y un excelente trabajador), que si a él lo dejan, retendría para el estado las cosas de mayor envergadura: la generación de electricidad, el transporte público, local e interprovincial, las minas y la producción de azúcar y dejaría en manos privadas todo lo que tiene que ver con el servicio y los pequeños negocios. Asegura que no le importaría que alguna gente se hiciera rica y que no le molestaría que cada cual se defendiera a su manera, incluyendo la prostitución
Le pregunté a Julio si en su Utopía sería posible que la gente pudiera decir lo que pensaba y me dijo que sí. También si permitiría la existencia de otros partidos y luego de dudar un poco me dijo que sí, pero que su partido tendría preponderancia sobre los demás, y que nadie podría cambiar el sistema.
_Entonces ¿estarías proclamando el monopolio de la verdad?
_ Bueno –dijo- lo que pasa es que eso es lo que le conviene al pueblo.
_Y si el pueblo no se da cuenta de que eso es lo que le conviene, ¿se lo impondrías de
todas maneras?
_ Claro, porque eso es lo que le conviene al pueblo, aunque no lo sepa.
_ ¿Y si eres tú el que estás equivocado Julio?
_ Bueno, si es así, que se joda el pueblo.