Vuelve la revista Espacio Laical

Portada del número doble, el 3 y 4, de la revista Espacio Laical fechado en 2015.
Portada del número doble, el 3 y 4, de la revista Espacio Laical fechado en 2015.
José Gabriel Barrenechea

10 de abril 2016 - 16:52

Santa Clara/Espacio Laical consigue recuperar el paso con la reciente salida de un número doble, el 3 y 4 fechado en 2015, tras un retraso provocado por la precipitada salida de sus editores Roberto Veiga y Leinier Domínguez. La revista, a pesar de los últimos vaivenes, conserva un merecido sitio en la tradición cubana de publicaciones seriadas dedicadas a las letras y el pensamiento, junto a Bimestre Cubana, Revista Cubana, Avance, Orígenes, Lunes de Revolución, Encuentro, Voces y Otro Lunes.

En esta edición se publica un ensayo sobre la obra poética y humana de Antonio Gamoneda escrito por la poetisa y profesora de la Sorbona Laurence Breysse-Chanet. El texto aparece acompañado de tres poemas inéditos que este importante autor de las letras hispanas accedió vieran la primera luz en la revista.

Los lectores también disfrutarán de un breve acercamiento a la vida y la obra de ese puntal de nuestras letras contemporáneas en el exilio, Guillermo Rosales, de la pluma de la ensayista y editora Vitalina Alfonso. Junto a un repaso de la escena y los entretelones que acompañaron a la realización en La Habana, allá por 1954, de la Segunda Bienal Hispanoamericana de Arte; continuación de una Primera con que el régimen franquista intentaba romper su aislamiento cultural.

Este último trabajo de la autoría de la doctora Katia Figueredo, quien se ha convertido en una autoridad en cuanto a la presencia, evolución y contextualización internacional de las ideas y movimientos fascistas en la Isla, en el convulso periodo que media entre 1933 y 1958.

Como en cada nuevo número, Jorge Domingo Cuadriello vuelve a la carga con sus siempre esperadas y picantes Re-Señas, a las que adiciona esta vez una especie de Manifiesto: La Conferencia. El editor jefe de Espacio Laical reúne algunos comentarios sobre la crítica literaria en Cuba que detallara en octubre pasado en la Sala Rubén Martínez Villena de la Casona de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

Cuadriello expone su postura de “ser fiel a la conciencia y, por encima de vínculos de amistad, de intereses individuales, jerarquías, riesgos personales y costos, exponer los juicios”

Cuadriello expone su postura de “ser fiel a la conciencia y, por encima de vínculos de amistad, de intereses individuales, jerarquías, riesgos personales y costos, exponer los juicios” favorables o desfavorables que el crítico crea que merecen las obras situadas bajo su atención.

Sin embargo, esa declaración no compagina con haber permitido desde el punto de vista editorial la publicación del ilegible artículo de Dimitri Prieto. Un texto en que el autor más que intentar comunicar una idea -que todavía ni en su propio magín anda muy clara- prefiere hacer galas de erudición y aplastar a los lectores con la supuesta largueza de sus saberes.

La sección Páginas Rescatadas, por su parte, trae un breve texto de Jorge Mañach, Cubanismo (Cubaneo, lo llamaría al presente), donde una de las cumbres del pensamiento republicano desenmascara a aquellos que pretenden fundamentar el patriotismo en la reconversión de nuestros defectos en supuestas virtudes.

Le sigue el texto del sacerdote jesuita P. José Rubinos Ramos, Historia y filosofía en una guagua, una breve escena de La Habana de los año 50 que por entonces publicara el decano de nuestra prensa escrita, el Diario de la Marina, no muy recordado hoy en nuestros medios literarios. El autor llegó a escalar hasta la Academia Cubana de la Lengua y fue expulsado en 1961 de Cuba por las autoridades revolucionarias en la nave Covadonga.

Los amantes de la historia agradecerán que la nuev edición de Espacio Laical traiga el artículo La oposición cooperativista, escrito por Cuadriello. Se trata de un muy fundamentado y bien escrito trabajo sobre aquel raro fenómeno que se dio en la Cuba del Machadato, en que los dos partidos de oposición, el conservador y el popular, muy pronto pactaron la cooperación con el liberal en el poder. Según el artífice de aquel engendro, el político conservador Wilfredo Fernández, todo fue “por el bien de Cuba”. Un mal precedente de lo que después ocurriría en la década de los 60 cuando muchos, por semejantes razones, aceptaron o incluso cooperaron en la imposición del totalitarismo castrista.

Sin dudas, no se debe pasar de largo ante el texto de la conferencia Grau/Chibás que el pasado 20 de noviembre, en la Biblioteca Nacional, dictara Newton Briones Montoto. Aunque estamos en presencia de un no muy bien herramentado historiador, ni metodológica ni estilísticamente, hace gala de una sinceridad y respeto a la verdad poco comunes entre los historiadores cubanos. El autor vuelve a su esfuerzo por poner en su justo lugar a estas dos personalidades del pasado republicano y devolver a Grau al lugar en la luz que merece. Además de colocar a Chibás, nefasta personalidad que en su época fuera el más aplicado erosionador de nuestra democracia, en las medias penumbras en que deberíamos tenerlo los cubanos.

Con la transcripción del panel sobre La educación en Cuba hoy, efectuado el pasado 29 de octubre en el Centro Cultural Padre Félix Varela, Espacio Laical pone al acceso de un público mayor la intervención de Mayra Tejuca y el sutil debate posterior que tuviera con Reynaldo Sánchez Porro, a quien en Cuba conocemos por su reciente curso televisado de historia de la Gran Guerra y de su contexto contemporáneo.

La revista se cierra con una recapitulación de lo publicado en algunos medios -no todos, por cierto- alrededor del affaire protagonizado por la censura gubernamental a la presentación de la obra El rey se muere, en la versión de este clásico de Ionesco que llevaran a las tablas Juan Carlos Cremata y su grupo teatral El Ingenio.

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