Sobreviviente
Hoy les traigo el cartel de neón más antiguo de mi barriada de Centro Habana. Con sus letras rojas, el anuncio convoca a tomar una taza de café Pilón, aunque en ese local ahora sólo se oferta una tibia colada de un polvo indefinido.
Increíblemente, su estructura ha sobrevivido a las pedradas de los niños y a la intención estatal de barrer con todas las marcas que nos recordaran el pasado. Este “fósil” cuelga todavía en la calle Galiano, aunque su luz interior hace años que no logra encenderse y en el pequeño mostrador -debajo de él- ya no pueda beberse un café carente de chícharos