5 consejos para mantenerse fresco durante un entrenamiento veraniego

Durante un entrenamiento intenso en verano, es importante tener en cuenta las necesidades de líquidos del cuerpo. (unsplash.com)
Durante un entrenamiento intenso en verano, es importante tener en cuenta las necesidades de líquidos del cuerpo. (unsplash.com)

27 de julio 2023 - 23:23

A medida que suben las temperaturas del verano, hacer ejercicio al aire libre se convierte en un reto para el cuerpo. El aire caliente y la fuerte luz del sol pueden provocar rápidamente sobrecalentamiento, deshidratación y agotamiento. Otra cosa es en espacios cerrados con aire acondicionado, por ejemplo en un gimnasio o al jugar en un casino, donde las condiciones suelen ser más agradables. Por eso es importante asegurarse de contar con una protección eficaz contra el calor cuando se hace ejercicio en verano. En este artículo, presentaremos consejos útiles para entrenar con seguridad y éxito a pesar del calor. Por así decirlo, el acto de equilibrio entre la quema de grasa y el desarrollo muscular en combinación con una protección hábil frente a las temperaturas veraniegas.

#1 La ropa marca la diferencia

Cuando hace calor, llevar ropa pesada durante el entrenamiento puede resultar incómodo. Por eso es una buena idea llevar ropa ligera y transpirable. Este tipo de ropa ayuda a evacuar el sudor y a mantener el cuerpo fresco. Hay muchas opciones de ropa de entrenamiento ligera, como camisetas sin mangas, pantalones cortos o mallas de materiales finos. El calzado transpirable también es importante para mantener los pies frescos y secos. Sin embargo, también es importante asegurarse de que la ropa no quede demasiado holgada ni se deslice constantemente. Un buen ajuste proporciona más comodidad y libertad de movimientos durante el entrenamiento. Otra ventaja de la ropa de entrenamiento ligera en verano es su versatilidad. No sólo se pueden llevar durante los entrenamientos, sino que también son perfectas para actividades al aire libre como el senderismo o el ciclismo.

#2 No te olvides de beber

Durante un entrenamiento intenso en verano, es importante tener en cuenta las necesidades de líquidos del cuerpo. La sudoración hace que el cuerpo pierda mucha agua y electrolitos, que son necesarios para un rendimiento y una recuperación óptimos. Es aconsejable beber lo suficiente antes, durante y después del ejercicio para evitar la deshidratación y el sobrecalentamiento. Se recomienda una ingesta de líquidos de entre 500 ml y 1 litro por hora de actividad deportiva. Deben preferirse las bebidas isotónicas, ya que pueden equilibrar de forma óptima líquidos y electrolitos. Una ingesta suficiente de líquidos no sólo puede mejorar el rendimiento deportivo, sino también ayudar a prevenir lesiones o problemas de salud.

#3 Asegúrese de comer bien

Una dieta sana es especialmente importante cuando se es activo en verano. Esto se debe a que el cuerpo pierde mucho líquido y minerales importantes como el sodio o el magnesio con las altas temperaturas. Por lo tanto, para proporcionar a su cuerpo los nutrientes suficientes, debe asegurarse de seguir una dieta equilibrada. La fruta y la verdura frescas son especialmente recomendables, ya que contienen muchas vitaminas y minerales y también favorecen el equilibrio hídrico del organismo. Los productos integrales y la carne y el pescado magros también deben formar parte del menú habitual. En cambio, los alimentos grasos o muy condimentados deben evitarse en la medida de lo posible, ya que pueden dificultar la digestión y hacer que el cuerpo sude aún más. Si sigues estos consejos, podrás mantenerte en forma y completar con éxito tus entrenamientos incluso con altas temperaturas.

#4 Alternativa: salas de fitness refrigeradas

Cuando hace calor y hay humedad en el exterior, hacer ejercicio al aire libre puede resultar muy agotador. El calor puede hacer que los deportistas se cansen más rápidamente y disminuya su rendimiento. También existe un mayor riesgo de deshidratación e insolación. Por eso los gimnasios con aire acondicionado son una gran opción para un entrenamiento eficaz durante los meses de verano. En una sala refrigerada, los deportistas pueden concentrarse en su entrenamiento sin que el calor les distraiga. Además, muchos gimnasios ofrecen programas especiales diseñados para satisfacer las necesidades de los entrenamientos en climas cálidos. Estos entrenamientos pueden incluir Entrenamientos cardiovasculares como cintas de correr y similares, y sesiones de entrenamiento de fuerza con pesas libres o máquinas.

#5 Elija bien el tiempo de entrenamiento

Es mejor entrenar a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando las temperaturas son algo más frescas. El sol quema en el asfalto y el aire brilla por el calor. Pero sigue siendo el momento perfecto para hacer ejercicio al aire libre. Las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde ofrecen temperaturas agradables y una brisa agradable que facilita el entrenamiento. Además, puedes permanecer en zonas de sombra para evitar la luz solar directa. Una bebida refrescante y ropa deportiva ligera favorecen aún más el entrenamiento. De este modo, puedes mantenerte en forma y alcanzar tus objetivos incluso en verano. Pero no sólo el clima agradable habla en favor de un entrenamiento al aire libre. La naturaleza ofrece multitud de posibilidades para diversificar tu entrenamiento. En lugar de utilizar los aburridos aparatos del gimnasio, puedes hacer flexiones en los bancos o entrenar tu destreza en un parkour.

Estos entrenamientos son los más populares

Hacer ejercicio al aire libre durante el verano es una forma estupenda de disfrutar del aire fresco y la luz del sol. Hay muchos métodos de entrenamiento diferentes que puedes hacer al aire libre, como correr, montar en bicicleta, nadar o hacer yoga. Uno de los mejores métodos para entrenar al aire libre en verano es el "entrenamiento por intervalos de alta intensidad". Este tipo de entrenamiento puede realizarse en cualquier espacio abierto y requiere poco equipamiento. Consiste en ejercicios cortos e intensos con periodos de descanso entre ellos. Este método favorece la quema de grasas y mejora la salud cardiovascular. Otro entrenamiento eficaz al aire libre es la mejora de la condición física.

Aquí se utiliza sólo el propio peso corporal como resistencia para diversos ejercicios como flexiones, sentadillas o estocadas. Este entrenamiento puede realizarse en cualquier lugar y fortalece todo el cuerpo y los músculos. Además, deportes como el voley playa o el fútbol también pueden practicarse en grupo. Estas actividades no sólo son buenas para mantenerse en forma, sino que también fomentan la interacción social y el espíritu de equipo. Sin embargo, es importante protegerse del sobrecalentamiento durante los entrenamientos al aire libre en verano. Esto incluye llevar ropa transpirable y casco, y beber agua con regularidad.

En general, el entrenamiento de verano al aire libre ofrece diversas formas de mantenerse en forma y disfrutar de la naturaleza. Es importante conocer los propios límites y abordar las nuevas actividades lentamente. Una dieta equilibrada también ayuda a que el cuerpo tenga un aporte energético óptimo. Si aún no estás seguro de qué tipo de deporte es el mejor o de cómo debe diseñarse el entrenamiento, puedes pedir consejo a un entrenador profesional. ¡Así que nada se interpone en el camino de un verano activo al aire libre!

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