Al menos 140.000 personas incomunicadas en Santiago de Cuba tras el paso de Melissa
Huracán
Preocupa el desbordamiento de los afluentes del río Sagua, en Holguín, cuya crecida en días precedentes ya segó la vida de dos personas
La Habana/Santiago de Cuba se convirtió este miércoles en la puerta de entrada para Melissa, al que algunos meteorólogos han calificado como “el huracán del siglo”, y que aún tiene a la población en vilo. A estas horas, preocupa muy especialmente Jiguaní, en Granma, que quedó inundada al desbordarse el río de la localidad.
Cinco horas después de la entrada del meteoro por Chivirico, a pocos kilómetros de la ciudad cabecera, Defensa Civil empieza a cuantificar los daños, entre los que destacan las 241 comunidades que están incomunicadas y donde residen más de 140.000 personas. Cerca de 3,5 millones de personas están sin corriente eléctrica, según datos oficiales.
La zona que más preocupa es la de Segundo Frente, Songo-La Maya y Tercer Frente donde el caudal de los ríos creció súbitamente obstruyendo las comunicaciones. Además, Contramaestre, donde se reportaron fuertes vientos, también tiene numerosas vías bloqueadas, así como las comunidades de Guaninao y Ruta Martiana.
Unas 284.000 personas “fueron protegidas” en toda la provincia, sobre todo en Aserradero y Guamá, donde los vientos máximos han alcanzado los 205 kilómetros por hora, con rachas superiores. Las olas, de más de cuatro metros de altura, espantaban a los vecinos. La desesperación cunde entre los familiares de los residentes en Chivirico, que no se han cansado de llamar a unos teléfonos que no dan ninguna señal. “Es desesperante lo que estamos pasando sin saber de nuestras familias”, decía un usuario en un grupo de compraventa de Facebook, las redes que más se utilizaron hoy para preguntar e intercambiar cualquier noticia o, incluso, poner a disposición –unos de otros– sus teléfonos fijos mientras funcionaron.
Los vientos y las lluvias en Santiago “abarcaron todo el territorio”, dijo el jefe de Defensa Civil. El ojo fue cruzando pequeñas localidades de Palma Soriano enfilando hacia Mangos de Baraguá, por donde ha cruzado a Holguín. Los vientos hicieron volar cubiertas y tendidos eléctricos y telefónicos, aunque los daños de infraestructuras tardarán más en ser evaluados.
En Holguín aún es pronto para empezar a contabilizar daños, ya que no ha salido de su territorio –y la Isla– el huracán, pero los vientos han azotado con mucha fuerza por Mayarí y el agua sigue subiendo. Tras días de crecidas del río Sagua, en Sagua de Tánamo –que dejaron dos muertos–, el cauce se hallaba ya a punto del desbordamiento, que parece haber llegado a sus afluentes. Se habla de acumulados de lluvia “superiores a los registros históricos” y aún no ha parado de llover.
Se ha echado de menos la información en Guantánamo, donde los vientos han rondado los 110 kilómetros por hora y los vecinos hablaban de desastres. "En mi cuadra hasta los tanques andan rodando. Yo creo que Guantánamo se está cayendo en pedazos", "Mucho viento sostenido y rachas descomunales, muchos techos volando por todas partes", "Con fuertísimos vientos. Parece que estamos en la playa y las olas azotan. Yo nunca había sentido eso, afuera se está acabando el mundo", reportan. Algunos han expresado su malestar por la falta de protagonismo de la provincia en los primeros informativos de la mañana.
Yudelkis Ortiz Barceló, presidenta del Consejo de Defensa Provincial de Granma, informó del vertimiento de los embalses, que seguían acumulando agua. Hasta las 7 de la mañana no se reportaban desbordamientos, pero la situación era muy tensa. “Le pedimos a la población una vez más que no se desespere, que permanezca a buen resguardo. Solo la vida nos dará la posibilidad de seguir adelante, de levantarnos de esta situación. Fuerza, Granma", dijo antes del amanecer.
Las primeras informaciones, facilitadas por la gobernadora, Yanetsy Terry Gutiérrez, arrojan daños en un alto porcentaje de viviendas e instituciones públicas y privadas en Jiguaní, por el desbordamiento del río, que arrasó con todo. Derrumbes, obstrucción de caminos serranos y pérdidas de techos son comunes en el campo y en la ciudad, mientras persisten las lluvias.
Mientras, en Camagüey, la jornada ha sido menos alarmante de lo esperado, según fuentes de 14ymedio. “Aquí no ha llovido, ni hay viento ni nada. Tres gotas de lluvia en toda la madrugada. A veces se oye un airecito que ni llega a ser viento. Nos pusieron la corriente una hora a las 12:30 de la noche desde las 10 am que se había ido. Cargamos todo, llenamos el tanque e hicimos el arroz de hoy. Luego a las 5 am la pusieron de nuevo y a las 7:30 am ya no había. Hasta ahora, estamos mejor de lo que pensábamos”, dijeron a este diario.
Por el momento se han registrado acumulados de lluvia de hasta 150 milímetros (o litros por metro cuadrado), aunque el Instituto de Meteorología (Insmet) ha advertido que en zonas montañosas podrían alcanzar los 450 milímetros. Los vientos máximos registrados alcanzaron los 187 kilómetros por hora, aunque en la mayoría de ciudades afectadas oscilan entre los 70 y los 119 kilómetros por hora, con rachas superiores.
Las fuertes marejadas ciclónicas, con olas de hasta ocho metros e "inundaciones de moderadas a fuertes en zonas bajas de este litoral", se mantendrán aún durante unas horas más.
La prensa oficial ha informado de que la organización para la infancia dependiente de Naciones Unidas, Unicef, ha iniciado la entrega de ayuda humanitaria para las personas que están en albergues. La previsión inicial es llegar a 21.000 niños y 6.000 adultos ubicados en centros de protección con kits de higiene para evitar enfermedades, plantas potabilizadoras de agua y tanques, mantas impermeabilizantes y techos para refugios temporales y kits con juegos para niños.
"Ha sido una madrugada muy compleja. Daños cuantiosos y aún el huracán Melissa sigue sobre territorio cubano", escribió esta mañana en redes sociales Miguel Díaz-Canel, que instó a la población a no confiarse aún
"Nos hemos preparado para el peor escenario y las medidas han sido efectivas", dijo tras una videoconferencia con los responsables del Partido Comunista de Cuba en la que se evalúan los daños de forma preliminar.