Crónica de una nominación frustrada

Roberto Miguel Santana Capdesuñer aspiraba a ser delegado pero una mezcla de casualidad y probable mala intención se lo impidió

Roberto Santana Capdesuñer, candidato de Holguín
Roberto Santana Capdesuñer, candidato independiente de Holguín. (Cortesía)
Reinaldo Escobar

26 de septiembre 2017 - 18:20

La Habana/Situado entre dos bahías, el municipio holguinero de Antilla se halla entre los más pequeños de Cuba. En la circunscripción número tres el joven Roberto Miguel Santana Capdesuñer aspiraba a ser delegado en la Asamblea de Nominación de Candidatos, pero una mezcla de casualidad y probable mala intención se lo impidió.

Santana, de 27 años, colabora desde hace dos con la plataforma #Otro18 y ha llegado a ser coordinador de la iniciativa en las provincias de Granma y Holguín. Para ganarse la vida obtuvo una licencia como vendedor de alimentos, pero los inspectores lo persiguieron con las multas hasta hacerle "la vida imposible".

Consiguió entonces un trabajo en un restaurante estatal donde llevaba la contabilidad. Sin embargo, poco después lo despidieron bajo el argumento de que no resultaba confiable por no ser revolucionario. Hastiado de sentirse segregado por no compartir la ideología del poder, resolvió lanzarse de lleno al activismo.

Santana, de 27 años, colabora desde hace dos con la plataforma #Otro18 y ha llegado a ser coordinador de la iniciativa en las provincias de Granma y Holguín

Santana habla de la situación de su localidad con el mismo dolor con que contaría sus padecimientos personales. "Nuestros principales problemas son la vivienda, la alimentación y la falta de medicinas. En nuestra farmacia hay una lista de 120 medicamentos en falta", detalla.

El puerto de Antilla que antes daba vida al lugar ya no funciona y solo queda una fábrica de tabaco y un molino de maíz.

Como la mayor parte de los cubanos ligados a la oposición política, Santana ha sido objeto de citaciones policiales, arrestos arbitrarios, registros en la casa donde vive, decomiso de pertenencias, interrogatorios y, sobre todo, una sistemática campaña de desacreditación.

Junto a los riesgos, su actitud le ha supuesto también un liderazgo entre los vecinos. "Muchas personas se acercan para contarme sus problemas porque ven en mí una alternativa, algo diferente y eso me llena de satisfacción", asegura a este diario. "Son más los que depositan su confianza en mí que los que me ven como un enemigo".

En el actual proceso electoral, la Asamblea de Nominación de su área estaba prevista para el 7 de septiembre, pero fue suspendida sin fijar una nueva fecha a causa del huracán Irma. Pasados algunos días recomenzó el proceso de nominación en todo el municipio, con la excepción de la circunscripción tres donde radica el activista.

Como la mayor parte de los cubanos ligados a la oposición política, Santana ha sido objeto de citaciones policiales, arrestos arbitrarios o registros en la casa donde vive

Santana recuerda que el lunes 18 de septiembre le avisaron de que podían atender a su hija en el hospital pediátrico de Holguín. Esa misma noche se trasladó junto a su pequeña Lauren de cuatro años y la ingresaron inmediatamente, cuenta.

La celeridad en la hospitalización resultó una sorpresa para Santana, quien en otras ocasiones ha comprobado que "eso lleva una larga espera". A las siete de la noche del otro día recibió una llamada urgente para comunicarle que los encargados de repartir las citaciones estaban avisando a los electores de que la Asamblea se haría en solo una hora.

Atrapado en la cabecera provincial, a dos horas de su pueblo, el aspirante a delegado vio cómo su candidatura se disolvía. Los vecinos que estaban en disposición de proponerlo pensaron que su ausencia era una señal de que había desistido de la postulación. La labor que realizó por más de dos años y a la espera de ese momento se fue a pique.

Más tarde supo que a la casa de su suegra donde vive con su esposa nadie fue a llevar las citaciones para la reunión. "A esa hora no había transporte entre Holguín y Antilla y aunque hubiera contado con un carro propio hubiera tardado dos horas en llegar", lamenta Santana.

La contingencia y la arbitrariedad se confabularon contra Santana esa noche para impedir la designación de un delegado diferente

De los 200 electores apenas participaron 70 en la Asamblea, según confirmaron a 14ymedio varios residentes de la Circunscripción. Una irregularidad que contradice las normas electorales, que obligan a "comprobar previamente la presencia masiva de los electores del área" antes de que se inicie la reunión.

"Se aprovecharon de que estaba enfrentando un problema familiar para citar con una hora de antelación", alega el activista. En su mente, cobra forma la idea de que la Seguridad del Estado estuvo detrás de tanta premura. "Fue algo antiético, una verdadera artimaña", sentencia.

La contingencia y la arbitrariedad se confabularon contra Santana esa noche para impedir la designación de un delegado diferente. "No como otros que quieren servir como títeres al Gobierno, parapetados tras el muro del Partido Comunista, sino como una contrapartida a favor de las personas del barrio", comenta el candidato frustrado.

Por el momento y bajo la actual Ley Electoral, el joven activista tendrá que esperar al menos dos años y medio más para volver a intentarlo.

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