Los cambios hacia Cuba y Venezuela irrumpen en la campaña electoral de Florida

Algunos expertos en Washington creen que Biden está dispuesto a llegar menos lejos que Obama, aunque eso podría ser diferente si la Isla hace cambios

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, en Miami. (EFE/Giorgio Viera/Archivo)
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha sido uno de los más críticos con Biden. (EFE/Giorgio Viera/Archivo)
Ana Mengotti / Lucía Leal

18 de mayo 2022 - 11:40

Miami /Washington/(EFE).- El presidente de EE UU, Joe Biden, ha enfurecido con un alivio de las políticas de mano dura hacia Cuba y Venezuela heredadas de Donald Trump a los exiliados de esos países en Florida, lo que puede dejar a los demócratas aún más desvalidos electoralmente en un estado dominado por los conservadores.

En un año de elecciones en el que los republicanos buscan recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes, los cambios en las políticas hacia Cuba y Venezuela, anunciados con un día de diferencia en medio de la campaña, pueden ser una ayuda extra para los candidatos rivales de los correligionarios de Biden en Florida.

"El plan de Biden para apuntalar a la dictadura de Cuba representa otro fracaso más cuando se trata de defender la libertad en nuestro hemisferio", dijo este martes el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en un mensaje similar al de los dirigentes del exilio cubano, en su mayoría alineados con el Partido Republicano.

"El plan de Biden para apuntalar a la dictadura de Cuba representa otro fracaso más cuando se trata de defender la libertad en nuestro hemisferio", dijo este martes el gobernador de Florida, Ron DeSantis

DeSantis, que buscará la reelección en noviembre, parte como favorito y, según los sondeos sobre intención de voto, está muy por delante de los aspirantes a la nominación demócrata, como el exgobernador Charlie Christ y la comisionada estatal de Agricultura Nikki Fried.

El actual gobernador incluso es considerado como un posible aspirante a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2024, en las que —en caso de celebrarse ahora— aventajaría a Biden por más de 10 puntos, según un reciente sondeo de la firma Rasmussen.

En las presidenciales de 2020 Biden fue derrotado en Florida por el republicano Donald Trump, que le sacó casi 3,5 puntos de ventaja. Sin embargo, Biden fue el candidato más votado en Miami-Dade, un bastión demócrata, pero obtuvo menos votos que Hillary Clinton en 2016.

Es en este condado, el más poblado y rico de Florida, donde los cambios en la política hacia Cuba y Venezuela pueden perjudicar más al Partido Demócrata, pues aquí se concentran las mayores comunidades de cubanos y venezolanos, así como de nicaragüenses.

El supuesto riesgo de un EE UU "socialista" si Biden ganaba, con el que los republicanos buscaron "el voto del miedo" en 2020, fue un argumento que caló bien en los electores floridanos originarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua y de otros de países latinoamericanos.

Los congresistas y senadores de origen cubano, que mantienen vivo desde entonces el fantasma del "socialismo", han reaccionado al unísono con la mayoría de los grupos del exilio tras los anuncios de la Administración Biden sobre Cuba y Venezuela.

"Las concesiones unilaterales del presidente Biden son una traición a la causa de la libertad en Cuba", escribió este martes el representante Mario Díaz-Balart.

Ramón Sául Sánchez, del Movimiento Democracia, fue la voz disonante en el exilio al apoyar el que existan más vuelos hacia Cuba, que los cubanos puedan recibir más dinero de sus familias en EE UU

Rosa María Payá, hija del fallecido líder opositor cubano Oswaldo Payá, calificó de indignante la "ineptitud de una Administración que prefiere la aprobación de la dictadura y cede a su chantaje migratorio, aún en contra del clamor del pueblo".

Ramón Sául Sánchez, del Movimiento Democracia, fue la voz disonante en el exilio al apoyar el que existan más vuelos hacia Cuba, que los cubanos puedan recibir más dinero de sus familias en EE UU y que los que viven aquí podrán de nuevo "reclamar" a sus familiares en la Isla en virtud de un programa de reunificación que será reactivado.

Aun así, reprochó a Biden que no consultara a las fuerzas del exilio como, al inicio de su mandato, había prometido hacer a la hora de tomar decisiones sobre Cuba.

El anuncio de que la Administración Biden levantará las sanciones a Venezuela para propiciar la reanudación del diálogo entre Gobierno y oposición también produjo el rechazo de organizaciones de exiliados venezolanos.

Un influyente senador demócrata, Bob Menéndez, de origen cubano, advirtió que "la historia demuestra que las negociaciones basadas en concesiones unilaterales no conllevan cambios factibles en las acciones de regímenes autoritarios".

Pero, como dijo este martes en un foro en Miami Juan González, asesor principal de Biden para asuntos de América Latina, tampoco la mano dura aplicada por Donald Trump durante su Presidencia devolvió la libertad a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

En un aparente esfuerzo de control de daños, el presidente del Partido Demócrata de Florida, Manny Díaz, hizo hincapié en que las medidas son "alentadoras" para los cubanos de a pie y "especialmente para las miles de familias que siguen separadas por la política draconiana de la pasada administración".

El Comité Nacional Republicano, a través de su portavoz Julie Friedland, subrayó: "Los demócratas de Florida tienen 99 problemas y el alivio a las dictaduras comunistas por parte de Joe Biden es definitivamente uno de ellos".

"Los demócratas de Florida tienen 99 problemas y el alivio a las dictaduras comunistas por parte de Joe Biden es definitivamente uno de ellos"

Según expertos consultados por EFE, la revisión de la política hacia Cuba, que ha durado más de un año, incluye dos factores principales. El primero es la creciente llegada de migrantes cubanos indocumentados, una crisis que el analista William LeoGrande compara con el éxodo de Mariel de 1980 y el de los balseros en 1994.

"El segundo es el daño que estaba haciendo la política de línea dura hacia Cuba a la relación de EE UU con el resto de Latinoamérica, como ha demostrado el potencial de un colapso desastroso de la Cumbre (de las Américas)", añade este experto en Cuba en la American University.

Ninguno de los expertos consultados cree que EE UU esté dispuesto a dar marcha atrás a su plan de excluir de la cumbre a los tres países que considera antidemocráticos, algo que irritaría enormemente a un aliado clave de Biden, el senador demócrata Bob Menéndez.

"Pero quizá el dar estos pasos constructivos (hacia Cuba) podría apaciguar a algunos de los líderes de la región que amenazan con no asistir", considera la encargada de Cuba en la independiente Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA), Mariakarla Nodarse Venancio.

Venancio describió ese anuncio como un paso "modesto pero positivo" para deshacer algunas de las políticas más duras, pero subrayó que "no es un regreso" al deshielo que impulsó Obama.

Según LeoGrande, la política que ha esbozado Biden se parece más a la que mantenía Obama antes de diciembre 2014. "Estas son todas medidas unilaterales de Estados Unidos y no representan un acercamiento hacia Cuba al nivel diplomático, más allá de las recientes conversaciones sobre migración", opinó LeoGrande.

"Obama estaba preparado para ir más lejos que Biden. Obama, por ejemplo, habló de (que el Congreso debía) levantar el embargo (a Cuba), algo que Biden nunca ha respaldado"

El principal asesor de Biden para Latinoamérica, Juan González, subrayó este martes durante una conferencia en Miami que el anuncio está dirigido al pueblo cubano y no al Gobierno de Cuba, del que dijo que debe asumir su "responsabilidad por las violaciones de derechos humanos".

Mark Feierstein, que fue asesor de Obama en temas latinoamericanos y también trabajó durante unos meses en la Administración estadounidense actual, recordó a Efe que Biden "tiene una idea diferente" de cómo debe ser la política hacia Cuba en comparación con su predecesor demócrata.

"Obama estaba preparado para ir más lejos que Biden. Obama, por ejemplo, habló de (que el Congreso debía) levantar el embargo (a Cuba), algo que Biden nunca ha respaldado (desde que llegó al poder)", explicó Feierstein, que ahora trabaja en la organización Albright Stonebridge.

El exasesor cree que esa postura más dura de Biden procede del propio presidente y no de alguno de sus asesores, pero no descarta que el mandatario pueda suavizar más la política hacia la Isla en el futuro, especialmente si Cuba emprende más "reformas económicas y políticas".

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