La censura se ensaña con el director y guionista Eduardo del Llano

El director de cine, guionista y escritor Eduardo del Llano. (EFE)
El director de cine, guionista y escritor Eduardo del Llano. (EFE)
Mario J. Pentón

01 de noviembre 2017 - 14:53

Miami/El director de cine, guionista y escritor Eduardo del Llano ha denunciado que la censura de la televisión cubana se ensaña con su persona y acusa a las autoridades de querer forzarlo a emigrar.

Según un texto escrito por el artista y compartido a través de las redes sociales de Carlos Lechuga, director de la cinta también censurada Santa y Andrés, “no se trata de que se desautorice un contenido específico” -de Del Llano- sino que se decide excluir al creador de la pequeña pantalla.

“Durante los tres últimos años varios miembros del equipo de Vivir del cuento, incluidos el director y los actores más conocidos, me habían pedido que escribiera para el programa”, cuenta Del Llano, nacido en Moscú en 1962.

El artista le había advertido al elenco del popular programa humorístico que hace sátiras sociales en el horario estelar de los lunes, que en 2015 otro director de televisión lo había contactado para un programa veraniego “y nada más salir al aire le quitaron el programa”, diciéndole que ese guionista estaba prohibido en televisión.

Del Llano ha sido coguionista de importantes películas cubanas como Alicia en el pueblo de maravillas (1991) y La película de Ana (2012). Productor de más de 20 cortometrajes, en 2004 avivó la ojeriza de los censores culturales en su contra al decidirse a lanzar el sello Sex Machine Producciones con una serie de cortometrajes sobre la realidad nacional protagonizados por un personaje llamado Nicanor O’Donnell que refleja las contradicciones de la vida cotidiana en Cuba.

El primero de estos filmes se tituló Monte Rouge y fue una sátira descarnada de la omnipresencia de la Seguridad del Estado en la vida del cubano. Le siguieron otros sobre la política informativa y varios temas vistos a través de la sátira. No se les dio salida en la televisión, peros esos cortos se difundieron ampliamente a través de El Paquete Semanal y las memorias USB.

A pesar de la advertencia, el director de Vivir del Cuento le animó a escribir un capítulo de la saga de Pánfilo, el ocurrente jubilado que protagoniza la serie y cuya vida gira en torno al cada vez más reducido surtido de productos de la libreta de racionamiento.

“Un mes y pico más tarde [el director de la serie y otro actor] me llamaron entusiasmados para hacerme saber cuánto les había gustado un episodio que les presenté, y que lo iban a filmar en octubre, junto a otros tres de diferentes autores”, relata Del Llano, quien aclara que en el capítulo que escribió para el programa “mantenía el tono habitual de sátira social de Vivir del cuento pero no trataba de ser particularmente duro”.

Sin embargo a mediados de octubre, según cuenta el artista, “se puso malo el dado”.

El director de la serie televisiva lo llamó “apenadísimo” y “entristecido” para contarle que “de arriba” habían aceptado otros tres programas de la serie televisiva, pero no el escrito por Del Llano.

Según el artista varios miembros del equipo de Vivir del Cuento “están convencidos” de que “lo que se censura no es un trabajo concreto” sino al escritor. “O sea, - dice en tono jocoso- que las Altas Esferas Televisivas seguirán censurándome aunque escriba Tía Tata cuenta cuentos”.

“Excomulgar artistas es toda una noble tradición de la cultura cubana, en especial de la pequeñísima pantalla”, reflexiona el autor y saca a colación el caso de un crítico de cine que conducía un espacio habitual en la televisión cubana que se enfrentó “a alguien de arriba” y como resultado no podrá volver a salir en televisión y una docena de programas ya grabados fueron echados a la basura.

Del Llano aclara que “hasta el momento” las acciones en su contra se circunscriben a la Televisión Cubana y que con el Instituto del Libro, el Centro Promotor del Humor, e incluso el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos “son razonables y de mutuo respeto”.

“Vaya, que la censura ni siquiera es coherente”, agrega en tono irónico.

El escritor, sin embargo, lamenta que “desde arriba” le quiten la posibilidad de escribir para un programa televisivo que considera un reto en su carrera.

“¿Cómo quedo? Sin explicaciones al equipo o a mí, sin que nadie dé la cara y me diga por qué me condenaron en primer lugar”, dice y se contesta con una pregunta retórica: “¿Querrán dejarme sin opciones, forzarme a emigrar? Que se vayan ellos”.

También te puede interesar

Lo último

stats