Historietas, libros de autoayuda y oráculos, lo más buscado en la Feria del Libro

Vietnam es el país invitado, pero su espacio expositivo no es muy visitado, debido a la distancia del idioma y la sobriedad oficial de muchos de sus títulos

Las madres de niños en edad escolar aprovechan la feria del libro para comprar libretas, cuadernos de caligrafía o afiches didácticos. (14ymedio)
Las madres de niños en edad escolar aprovechan la feria del libro para comprar libretas, cuadernos de caligrafía o afiches didácticos. (14ymedio)
Luz Escobar

09 de febrero 2020 - 16:45

La Habana/Primer sábado en la Feria Internacional del Libro de La Habana y miles de cubanos llegan a la fortaleza de La Cabaña en busca de libros, de útiles escolares, de carteles decorativos o simplemente para pasar el rato. El evento cultural "de mayor convocatoria popular" en la Isla arriba a su edición 29 en medio de una compleja situación nacional.

Bajo la llovizna, la fortaleza colonial se llena de familias, niños que corretean de un lado a otro y grupos de jóvenes de todas las tribus urbanas que se han consolidado en los últimos años en Cuba. La amplia explanada, desde la cual se ve la ciudad, se vuelve por unas horas un mapa diverso en el que alternan abuelas y emos, reguetoneros y góticos.

Vietnam es el país invitado, pero su espacio expositivo no es muy visitado, debido a la distancia del idioma y la sobriedad oficial de muchos de los títulos que ha traído la delegación vietnamita, que no animan a la lectura. Volúmenes con el rostro de Fidel Castro y otros de alabanzas al Partido Comunista del país asiático cortan el entusiasmo rápidamente.

Los "más buscados" de la Feria siguen siendo los libros infantiles, los manuales de autoayuda, los recetarios con espectaculares fotos de plato que provocan la inmediata salivación, los cuadernos para colorear los más pequeños, las novelas de amor y todo lo relacionado con la adivinación, como el zodíaco, las cartas del Tarot o el popular oráculo del I-Ching.

Irene Domínguez llegó con su nieto pequeño para complacerlo en algunos caprichos. "No puedo caminar mucho, así que él va, mira y lo espero sentada", aclara a 14ymedio la mujer que ha llegado al lugar con la línea especial de ómnibus que conecta por estos días La Habana Vieja con la fortaleza al este de la ciudad.

"Solo quiere libros de dinosaurios que es su pasión", explica Domínguez sobre los gustos de su nieto. Imágenes coloridas, historietas de superhéroes, láminas para aprender rudimentos de ciencia y pegatinas con princesas o unicornios, son de los productos más demandados en una Feria que cada año se va decantando más por lo comercial que por lo literario.

Del interior de una de las estrechas galerías, donde hace más de un siglo se alojaban los soldados del ejército español y después de 1959 se convirtieron en celdas de la más temida cárcel cubana, sale el niño de 12 años cargado de bolsas. En una trae un diccionario de biología, en la otra libros con imágenes de dinosaurios y hasta un Tiranosaurio Rex de plástico. Se ve feliz y le dice a la abuela que ya se pueden ir a casa, que consiguió todo lo que necesitaba.

Hace unos años, la Feria Internacional del Libro de La Habana era la única oportunidad para hacerse con la obra de ciertos autores que rara vez asomaban su nombre en las librerías nacionales. Sin embargo, con la irrupción de las nuevas tecnologías cada vez es más frecuente que los lectores accedan a copias digitales de libros que no circulan en la Isla.

Los libros en formato PDF han ayudado también a sortear la censura sobre numerosos autores y títulos. Para cuando en 2016 las autoridades levantaron finalmente la censura sobre la novela de George Orwell, 1984, uno de los libros más críticos de los sistemas totalitarios, el texto se había vuelto muy popular entre los cubanos gracias a las nuevas tecnologías.

Los libros en formato PDF han ayudado también a sortear la censura sobre numerosos autores y títulos

Algo similar ocurre con los útiles escolares, que en los últimos años han ido aumentando su presencia en el mercado informal, que se nutre fundamentalmente de las mulas que los importan. Los sitios online de clasificados tiene ahora una variada oferta de mochilas, lápices de colores y otros accesorios docentes, que antes solo podían comprarse por los caminos oficiales o en la Feria de cada febrero.

"Vine buscando sobre todo cuadernos de caligrafía para que mi hijo aprenda bien los trazos, no quería nada para mí pero si compré algunos, me gustan mucho las historias de mujeres árabes y encontré también un cuaderno de recetas cubanas antiguas", cuenta Andrea, mientras hace un abanico con sus libros.

Un río de personas sube y baja por los pasillos de la vieja fortaleza. Muchos traen bolsas repletas de libros, mapas y cuadernos, otros llevan su compra en las manos. En la hierba tirados algunos reposan y hacen inventario de lo adquirido mientras meriendan un sandwich, un pollo frito, una mazorca de maíz o una paleta de helado.

Una señora que ha llegado con sus dos hijas adolescentes cuenta que compró libretas escolares "a buen precio y de calidad". En cada Feria del Libro busca "cosas para la escuela" de sus hijas y muestra los portaminas, las cartucheras para guardar los lápices, los juegos didácticos, los afiches y mapas que ya ha logrado adquirir.

A la entrada de la Sala Alejo Carpentier dos muchachas miran constantemente el reloj y esperan que sea la una de la tarde. "Vinimos por Peixoto, es un autor que nos gusta mucho y queríamos comprar su libro además de escucharlo", asegura una de ellas. A los pocos minutos entran y se acomodan en la sala, donde ya está sentado en la mesa principal el autor portugués. José Luis Peixoto, ganador en 2001 del premio literario José Saramago, es presentado por el escritor cubano Raúl Aguiar.

"Es un gusto enorme estar aquí en la Feria del Libro de La Habana, hace tiempo que tenía ganas de venir, es la primera vez que estoy en Cuba pero estoy seguro que no será la última. Me da un placer increíble que estos dos libros estén publicados aquí", dijo Peixoto para romper el hielo.

"Esos son mis dos primeros libros que publiqué, Te me moriste, un libro muy íntimo que habla del duelo y de sentimientos muy personales en los cuales yo creo mucho y sigo creyendo tanto que yo mismo hice la primera edición y Nadie nos mira, mi primera novela que se publicó por primera vez en el año 2000", detalla el autor de Una casa en la oscuridad o Cementerio de pianos.

Peixoto lee también un poema y firma numerosos autógrafos, mientras fuera de la sala sigue la algarabía en las colas para comprar comida o en las largas filas para entrar a los locales mejor surtidos de libros.

El contraste entre las presentaciones de algunos títulos, siempre más sobrias y formales, y el bullicio de los espacios gastronómicos o las galerías de venta de libros infantiles es una de las características que dan forma al rostro de una Feria que algunos aprecian más por lo editorial y otros por su lado mercantil.

Cuando la llovizna del sábado da una tregua, en una esquina del muro oeste de La Cabaña unos jóvenes tocan la guitarra y bromean. Alrededor de una bocina inalámbrica, otros bailan al ritmo de un reguetón y practican una coreografía. Ninguno parece haber comprado un libro, hasta ahora.

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