La Habana ante Laura: largas colas y sin efectivo en los cajeros

En varias sucursales bancarias los empleados explicaban que no habían recibido el dinero necesario para rellenar las máquinas

En la céntrica calle Infanta las filas para extraer dinero se mezclaban con las de quienes esperaban por comprar aceite vegetal, pollo congelado y detergente para lavar. (14ymedio)
En la céntrica calle Infanta las filas para extraer dinero se mezclaban con las de quienes esperaban por comprar aceite vegetal, pollo congelado y detergente para lavar. (14ymedio)
Luz Escobar

24 de agosto 2020 - 22:49

La Habana/Desde la madrugada de este lunes en las calles habaneras el nombre más mencionado es de mujer y tiene cinco letras. La tormenta tropical Laura ha elevado la tensión en una ciudad que ya vive días complicados con un repunte de los contagios por covid-19, el transporte público cancelado y un creciente desabastecimiento de productos básicos.

Los habaneros han tenido que salir para intentar buscar suministros para los días que vienen, temerosos de que los vientos y posibles inundaciones costeras asociadas a Laura dejen amplias zonas de la capital cubana sin electricidad y con los comercios cerrados. Pero esta vez, las colas no han sido solo para comprar alimentos, velas o productos de aseo.

La falta de efectivo de numerosos cajeros automáticos ha forzado a los interesados en sacar dinero a esperar por varias horas. En la céntrica calle Infanta las filas para extraer dinero se mezclaban con las de quienes esperaban por comprar aceite vegetal, pollo congelado y detergente para lavar, algunos de los productos más buscados de las últimas semanas.

La falta de efectivo de numerosos cajeros automáticos ha forzado a los interesados en sacar dinero a esperar por varias horas

Ni las lluvias frecuentes ni los fuertes vientos que se empezaron a sentir desde la mitad de la mañana han hecho desistir a los clientes que aguardaban a las afueras de la tienda Maisí, el mercado de la esquina de la calle San Rafael ni un pequeño kiosco cercano donde el anuncio de que "llegaron salchichas" causó una avalancha de compradores que, junto a la ya familiar mascarilla, llevaban paraguas o capas de agua.

"Por un lado el coronavirus y ahora Laura, no sé qué va a ser mañana pero esto se está poniendo muy feo", comentó a 14ymedio Marjorie, de 44 años y residente en las cercanías del Parque Trillo. Nacida en Centro Habana, la mujer cuenta que durante todo el domingo hizo una cola para comprar salsa de tomate y champú.

En Nuevo Vedado, en la esquina de 23 y 26, el ajetreo de este lunes era mucho mayor de lo habitual. "He recorrido ya tres panaderías y en ninguna he encontrado pan, estoy en eso desde anoche y nada. Ahora estoy aquí en la cola del Danubio, para comprar mayonesa, luego ya cuando encuentre el pan haré otra cola, entre una cosa y otra hoy he perdido casi cinco horas esperando para llevar algo de comida a la casa y solo he conseguido habichuelas", dijo a este diario Hugo López mientras corría entre la cola de la mayonesa y la del pan.

Durante la madrugada del lunes comenzó Marjorie junto a su esposo la segunda fila en menos de 24 horas, esta vez para adquirir un paquete de hígado de pollo pero no logró alcanzar. "Cuando fueron a dar por segunda vez los turnos aparecieron gente de todas partes y no alcanzamos ticket así que tuvimos que regresar con las manos vacías".

Otros, ni siquiera pudieron iniciar una cola porque no lograron sacar dinero del cajero. "Me voy para la casa porque aquí me voy a pasar todo el día y es un peligro con este viento", lamentó un jubilado que esperaba por extraer algo de su pensión del dispositivo colocado a las afueras de un banco próximo a la esquina con San Lázaro.

La razón para la falta de efectivos en los cajeros no queda clara. En varias sucursales bancarias los empleados explicaban esta mañana a los molestos clientes que no habían recibido el dinero necesario para rellenar las máquinas. “Cuando abrimos cargamos un poquito pero ya se acabó”, contó a este diario una trabajadora de un Banco Metropolitano cercano a la calle Carlos III.

Sin embargo, que la falta de efectivo sean el indicio de una pronta unificación monetaria entre el peso cubano y el peso convertible es el temor más extendido. Desde hace semanas y tras la apertura de las tiendas en divisas para la compra de alimentos y productos básicos, los cubanos temen que las autoridades aprovechen la irrupción del dólar en el comercio de la Isla para dar sepultura al CUC.

Los temores sobre el fin del peso convertible se suman a un aumento del costo de la vida, especialmente porque el desabastecimiento ha dado alas al mercado informa

Los temores sobre el fin del peso convertible se suman a un aumento del costo de la vida, especialmente porque el desabastecimiento ha dado alas al mercado informal donde los precios “están por las nubes”, al decir de muchos clientes que prefieren pagar los altos importes con tal de no estar por horas a las afueras de una tienda.

"En otra ocasión cuando venía un ciclón uno salía para la calle a comprar lo que hubiera al precio que fuera pero ahora la policía no deja vender ni una vela", se lamentaba otra jubilada que añade no haber podido encontrar "ni fósforos". La reciente salida de las cajas de fósforos del mercado racionada había generado una expectativa inicial de que su suministro mejoraría pero no ha sido así. "Tuve que pagar por una fosforera el doble de lo que me hubiera costado hace una semana pero tengo que garantizar poder encender la cocina o un mechero".

La "mercancía" más escasa parece ser sin embargo el tiempo. "Dos horas para comprar pan, tres horas en el cajero y ahora voy para la farmacia a ver cuánto me tengo que pasar para comprar unos antibióticos que me recetaron", añade la mujer. "El ciclón no espera y a este ritmo lo voy a tener que esperar en la calle".

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