Muere un joven cubano seis días después de ingresar al servicio militar

Una comitiva de altos militares informó a la madre de Carel Gutiérrez que había fallecido aplastado por "siete tubos de acero"

El joven Carel Gutiérrez "estaba muy triste y lloroso cuando lo montaron en el camión" los militares declaró la madre. (El Majadero de Artemisa - ICLEP)
El joven Carel Gutiérrez "estaba muy triste y lloroso cuando lo montaron en el camión" los militares declaró la madre. (El Majadero de Artemisa - ICLEP)
14ymedio

01 de diciembre 2021 - 23:24

La Habana/El pasado 25 de noviembre una comitiva de altos militares le dio el pésame a Blanca Rosa Durán. Su hijo Carel Gutiérrez, de 18 años, murió aplastado por "siete tubos de acero" que cayeron del techo en la unidad de Los Jejenes, en Artemisa, donde pasaba su Servicio Militar Activo (SMA), publicó El Majadero de Artemisa.

Durán recuerda que su muchacho no quería entrar en el SMA. Seis días después de entrar al campamento "forzado por esta dictadura en ese lugar, ocurre esto", declaró. Según el diario independiente, los tubos estaban mal colocados en el techo y "rodaron bajo el influjo de una brisa cuando el joven chapeaba".

La madre recuerda que el joven, residente del barrio Calle Ancha, en el municipio de Guanajay, "estaba muy triste y lloroso cuando lo montaron en el camión. Era solo un niño". El servicio militar en la Isla expone a los jóvenes reclutas a situaciones que ponen en riesgo su integridad física e, incluso, la vida.

La madre recuerda que el joven, residente del barrio Calle Ancha, en el municipio de Guanajay, "estaba muy triste y lloroso cuando lo montaron en el camión"

A esta redacción han llegado testimonios de las condiciones en que los jóvenes cubanos son reclutados para lo que el régimen considera "un honroso deber" y obligados a realizar tareas de carga en contenedores hasta de represión a manifestantes.

Los reportes de muertes por accidentes, suicidios y asesinatos entre los reclutas rara vez son mencionados en la prensa oficial cubana. Sin embargo, los periodistas independientes han registrado numerosos incidentes que, en muchos casos, involucran el uso de las armas reglamentarias.

Las autolesiones para obtener la desmovilización también están muy extendidas, hasta el punto de que en 2019, el Tribunal Supremo Popular a través de una publicación extraordinaria de la Gaceta Oficial anunció que se comenzaría a sancionar a los reclutas que apelaran a esta práctica.

La entidad reconoció que la drástica medida respondía al "incremento de hechos de autolesiones cometidos por soldados que extinguen sanciones en la Unidad Disciplinaria Occidental El Globo", donde son encarcelados los reclutas que cometen indisciplinas, según las normas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Entre las autolesiones más frecuentes que reconoció la Gaceta están "la ingestión de objetos (tornillos, arandelas, cuchillas, etc.), con la intención de evadir el cumplimiento de las actividades propias de la unidad disciplinaria y las obligaciones del servicio militar".

Los periodistas independientes han registrado numerosos incidentes que, en muchos casos, involucran el uso de las armas reglamentarias

Las presiones constantes de los oficiales, las malas condiciones de los albergues y de la alimentación, el trabajo sin respeto a los horarios de una jornada laboral y el uso de estos soldados como tropa de choque política también aumentan el estrés y el malestar entre estos jóvenes que son reclutados con apenas 16 años.

El pasado 11 de julio, día de las marchas multitudinarias, la enfermería de la Unidad de Tanques de Managua, en el municipio de Arroyo Naranjo, La Habana, estaba llena de jóvenes del SMA. Uno de ellos contó a 14ymedio que su unidad fue convocada a reprimir a los manifestantes. Les dieron un palo y les ordenaron "golpear con él a todo el que se les pusiera por delante". Muchos, contó, "no entendieron nunca por qué los mandaban a dar golpes a la población".

A otros, que ya tenían meses de haber culminado el servicio militar los fueron a sacar de sus casas con el argumento de ser "reservas" para "combatir" a los manifestantes, así lo contó una madre originaria de Matanzas. "El oficial dijo que se iba con ellos a combatir a los 'contrarrevolucionarios' o preso". El muchacho estuvo más de un mes vestido de verde haciendo postas en varios lugares de Cárdenas y algunos pueblos de Matanzas. y por suerte "no le tocó enfrentar a nadie".

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