Vivienda: el fisco va por una tajada mayor

Los anuncios de venta de viviendas circulan desde que se autorizó la operación. (BBC)
Anuncios de venta de viviendas. (BBC)
Víctor Ariel González

26 de diciembre 2014 - 13:00

La Habana/La "adecuación de la normativa fiscal" para donación y compraventa de casas está contemplada dentro de las nuevas políticas sobre el sistema de viviendas. El Consejo de Ministros recién aprobó modificaciones que deberían aportar, además, "soluciones al problema habitacional de los damnificados por eventos climatológicos", así como "controlar la transmisión de la propiedad de las viviendas asignadas por el Estado o subsidiadas".

El edicto oficial podría estar encaminado, en esencia, a obtener un poco más de ingresos limpios provenientes de un mercado que ha ido ganando cuerpo. Cuba experimentó un auge en la compraventa de viviendas como resultado de la autorización para tales operaciones. Aunque en la práctica el mercado ilegal de bienes raíces nunca dejó de funcionar, la flexibilización de las leyes ha propiciado la consolidación de pequeñas empresas privadas con un variado portafolio.

Ya no se trata de la "bolsa de permutas" que aún funcionaba tan solo pocos años atrás. Actualmente, sin llegar a formalizarse como industria –en gran parte debido a las limitaciones que persisten en la ley– existe toda una red de corredores, contratistas, abogados y otros, que ofrecen sus servicios de forma privada.

Más allá de haber trazado "políticas que tributarán al ordenamiento territorial y ampliarán los beneficios del subsidio", como afirmaba ayer un reportaje de la televisión nacional, el Estado obtendrá una tajada mayor de las actividades de compraventa de viviendas. Vladimir Regueiro, del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), informó en rueda de prensa que el objetivo es "llegar a alcanzar o acercarnos" al valor por el que actualmente se transmiten propiedades.

La ley establece que por concepto de compraventa se debe tributar el 4% del valor del inmueble en cuestión, pero ese valor dista de la cantidad real acordada en el negocio. Por ejemplo, un apartamento de tamaño mediano en el Vedado puede costar decenas de miles de dólares o CUC –los precios están disponibles en sitios como Revolico. com–, mientras que en el título de propiedad esa cantidad no pasa de los pocos miles de pesos. En función de esta última cifra es que se paga el impuesto, y por tal motivo Regueiro afirma: "Ha habido una tendencia a subdeclarar los valores por los cuales se está ejecutando la transmisión."

Por lo tanto, cualquier propietario verá aumentar la carga impositiva si decide vender su casa. Quienes la donen también se verán afectados. Asimismo las nuevas políticas obligarán a "ingresar al presupuesto del Estado el monto del subsidio otorgado cuando el propietario venda o done la vivienda en los primeros quince años a partir de su adquisición."

Eso no será todo, porque se buscará también la optimización de gastos. Oris Silvia Fernández, del Ministerio de Construcción, dijo en la misma rueda de prensa que "unas 16.887 [viviendas] podían ser terminadas por esfuerzo propio de la población". En otras palabras, el Estado no sólo cobrará más dinero por el negocio ajeno, sino que se desentenderá en alguna medida de la construcción de viviendas, uno de los más acuciantes problemas en Cuba.

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