Además de Trump, también Fidel Castro aparece junto al depredador sexual Jeffrey Epstein
Epstein
‘The New York Times’ revela una foto inédita del dictador cubano con el empresario estadounidense
Madrid/Fidel Castro y el delincuente sexual Jeffrey Epstein posan para la cámara en medio de un grupo sonriente, todos abrazados, y en suelo cubano. Una reciente publicación de The New York Times ha sacado a la luz imágenes y documentos incautados en la mansión neoyorquina del financiero estadounidense.
La imagen forma parte de un conjunto de cartas, objetos y retratos que muestran los vínculos de Epstein con decenas de figuras de poder global —desde Bill Clinton hasta el papa Juan Pablo II— y vuelve a avivar el debate sobre el alcance real de su red de influencias.
El contexto de esta imagen con Castro conduce al año 2003, cuando el ex presidente colombiano Andrés Pastrana afirmó que viajó a La Habana en el avión privado de Epstein, conocido como el Lolita Express, con el propósito explícito de reunirse con el líder de la Revolución. Según su testimonio, Epstein fue el anfitrión del viaje y supuestamente había sido invitado por el propio mandatario cubano. De los acompañantes en el vuelo, uno era el modelo francés Jean-Luc Brunel, posteriormente implicado como reclutador en la red de tráfico sexual del magnate.
Investigaciones periodísticas, como las del Miami Herald, han sugerido que el viaje de Epstein a Cuba pudo tener motivaciones ocultas
Investigaciones periodísticas, como las del Miami Herald, han sugerido que el viaje de Epstein a Cuba pudo tener motivaciones ocultas. Entre las hipótesis planteadas se baraja que Epstein estaría explorando la posibilidad de solicitar asilo en la Isla, anticipando su creciente exposición judicial en Estados Unidos. Sin embargo, no hay indicios de que Castro le ofreciera tal protección. Lo que sí existe es la fotografía, que añade una capa de misterio a un episodio ya de por sí turbio y sin respuestas claras.
Hasta ahora, el régimen cubano ha guardado silencio sobre la aparición de la imagen publicada por The New York Times. Mientras tanto, medios oficialistas como Cubadebate han dedicado amplios espacios a la relación entre Epstein y Donald Trump, incluyendo casi una decena de artículos recientes.
No hay dudas de la autenticidad de las fotos donde aparecen Trump y Castro con el magnate —claro, nunca al mismo tiempo—. En cambio, existen muchas otras imágenes y videos falsos generados con inteligencia artificial donde se ve a Trump en situaciones comprometedoras.
Al menos un video y siete imágenes manipuladas han acumulado más de 7,2 millones de visualizaciones, según la organización NewsGuard. Las escenas muestran a Trump y Epstein bailando junto a jóvenes o sentados en sofás rodeados de chicas que aparentan ser menores de edad. Sin embargo, herramientas especializadas como Hive e IdentifAI han determinado que se trata de contenidos fabricados digitalmente para parecer auténticos.
Los materiales apócrifos han sido interpretados por sectores conservadores como maniobras para desviar la atención de la documentación real, y al mismo tiempo proteger a ciertas élites del escrutinio público
La viralización de estos montajes ha puesto de relieve los peligros de la desinformación automatizada y su capacidad para reescribir narrativas en tiempo real. En medio de un renovado interés público por el caso Epstein —impulsado por informes recientes del FBI y el Departamento de Justicia que han desmentido varias teorías conspirativas—, los materiales apócrifos han sido interpretados por sectores conservadores como maniobras para desviar la atención de la documentación real, y al mismo tiempo proteger a ciertas élites del escrutinio público.
La imagen de Castro con Epstein no forma parte de ese ecosistema de contenido fabricado, fue recuperada por el FBI en uno de los registros oficiales a la mansión del magnate y su autenticidad no ha sido desmentida por ninguna fuente. Todo lo contrario, el testimonio del ex presidente colombiano avala su existencia.
¿Fue una reunión informal? ¿Tuvo fines diplomáticos, personales o estratégicos? ¿Buscaba Epstein alguna suerte de protección política en la Isla? Mientras los documentos oficiales sigan sellados y La Habana mantenga su mutismo, el misterio se prolonga. Solo una cosa es segura: el alcance de Epstein llegó más lejos de lo que muchos imaginaban, incluso hasta los pasillos del poder en Cuba.