Un cubano es agredido en Navarra por salir con una bandera española el 12 de octubre

Lázaro Luis Pons Pérez conversa con '14ymedio' sobre su confrontación con un grupo de nacionalistas vascos de izquierda

"Empezaron a gritar ‘¡quítenle la bandera!’ y ‘¡vamos a matarlo!’", cuenta Pons, que debió esquivar los puñetazos y no agredió a ninguno. (Navarra Televisión)
"Empezaron a gritar ‘¡quítenle la bandera!’ y ‘¡vamos a matarlo!’", cuenta Pons, que debió esquivar los puñetazos y no agredió a ninguno. (Navarra Televisión)
14ymedio

15 de octubre 2022 - 21:45

La Habana/El cubano Lázaro Luis Pons Pérez, que vive en Navarra desde hace diez años, salió a las calles de Pamplona este 12 de octubre con la bandera de España sobre los hombros.

En el centro de la ciudad, un grupo de nacionalistas vascos de izquierda o abertzales protestaba contra la celebración del Día de la Hispanidad. Cuando vieron a Pons con la bandera española, comenzaron a insultarlo: "¡Negro, vuelve a tu país que aquí no puedes estar: esto no es España". Pons se mantuvo firme y sereno.

"No salí a provocar a nadie", refiere el hombre, entrevistado por 14ymedio. "Ante todo soy cubano", aclara por vía telefónica, "pero tengo derecho de caminar por las calles con la bandera de este país, del cual también me siento parte".

Los abertzales pretendían arrebatarle la bandera para quemarla, pues uno de los postulados de su ideología es el independentismo con respecto a España. Uno de ellos se le acercó y le lanzó un escupitajo. Él escupió de vuelta y entonces trataron de golpearlo.

"Empezaron a gritar '¡quítenle la bandera!' y '¡vamos a matarlo!'", cuenta Pons, que debió esquivar los puñetazos y no agredió a ninguno. Los nacionalistas no se atrevieron a enfrentarlo directamente, lo acorralaron en grupo y saltaron cerca él sin poder arrebatarle la enseña.

Al mismo tiempo, uno de los manifestantes se acercó a un camarógrafo de Navarra Televisión que grababa la escena y rompió su cámara. El video, no obstante, pudo ser transmitido en la cadena local.

"Yo los conozco", dice, "no es la primera vez que los veo". Pons es fundador de la Asociación Cubana en Navarra (Acuna) y es frecuente que los abertzales traten de sabotear sus manifestaciones y aparezcan gritando consignas en favor de la Revolución, Fidel Castro y Che Guevara.

"Lo mejor del mundo es el respeto", señala, "Todo el mundo elige su ideología en este país. Hay libertad para pensar y actuar por uno mismo. A ellos los respeto, aunque no esté de acuerdo y aunque, por el contrario, ellos sí sean unos provocadores".

Los agresores se dispersaron y Pons regresó a su casa, para evitar otra confrontación. "Si en Cuba nada me impidió decir '¡Abajo Fidel!', ahora no me voy a callar por ellos", asegura.

Para Pons, celebrar el Día de la Hispanidad es recordar los vínculos de la Isla con el país que lo acogió en su exilio. Además, la fecha también evoca, por su cercanía al Día de la Independencia cubana, el momento en que Carlos Manuel de Céspedes liberó a sus esclavos y los invitó a luchar por la libertad.

"Es la misma libertad que ahora he logrado en España", dice el hombre, que trabajaba como profesor en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (Eide) y en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (Espa) de Villa Clara.

"Con las protestas del 11J, un grupo de cubanos nos reunimos espontáneamente en Pamplona. A partir de ese momento supimos que debíamos crear una asociación"

Todavía es capaz de recitar las calles de Santa Clara y ubicar bien su antiguo barrio, cerca del Cardiocentro y no lejos del parque Vidal.

Emigró gracias a su boda con una ciudadana española de la cual se enamoró en Cuba. "Mi mujer me apoya y defiende nuestra causa. Es española y navarra, pero también muy cubana", afirma.

"Con las protestas del 11J, un grupo de cubanos nos reunimos espontáneamente en Pamplona. Nos entrevistaron muchos periodistas sobre lo que estaba pasando en la Isla. A partir de ese momento supimos que debíamos crear una asociación".

Así nació Acuna, de la cual Pons resultó ser vicepresidente, cuyos objetivos son ayudar a los presos políticos cubanos con alimentos, dinero y lo que se pueda hacer llegar a los familias. Además, acogen a los recién emigrados, les buscan empleo, alimentación y hospedaje en Navarra.

El cubano expone que la violencia solo engendra más acciones violentas, pero que quizás sea la única alternativa de Cuba en este punto. "Hay que luchar en las calles", dice, "y lamentablemente no será de forma pacífica. Las calles son el único camino: hasta que entreguen el poder".

Preocupado por la infiltración de los agentes de la Seguridad del Estado en España, Pons también denuncia que muchas empresas lavan en Europa el dinero de la dictadura de la Isla. "Hay mucha complicidad: esos espías nunca hubieran entrado en masa si no fuera por el presidente español, Pedro Sánchez", opina.

La diplomacia cubana impulsa reacciones y ataques como el de los abertzales –ensalzados con frecuencia por la prensa oficialista cubana– en Pamplona, refiere Pons. "Cuando logramos que el gobierno de Navarra cancelara unas ayudas que tenía para el régimen, el propio cónsul me dijo que me olvidara de ir a Cuba".

"¿Para qué quiero ir?", expone Pons, cuya madre murió el año pasado y al que le queda poca familia en Santa Clara. "Cuando fui a verla, hace tres años, visité a muchos amigos. Todos tenían cara de resignación y de tristeza. Volví y le dije a mi mujer: no voy más".

El trabajo de Pons no se detiene. La agresión racista y xenófoba de los nacionalistas vascos le ha dado más visibilidad al exilio de la Isla y demuestra, para el hombre, la intolerancia que caracteriza a la izquierda radical española: la misma que financia con dinero público al régimen cubano.

Hay otro sector: el que tiene una visión romántica de la Revolución. "A esos hay que explicarles bien la Historia, porque piensan que el cubano protesta contra el 'bloqueo'".

"Estamos solos", lamenta Pons al comentar la complicidad de muchos Gobiernos con el régimen cubano. "A mis colegas en la Isla les digo siempre que no esperen nada de la Unión Europea ni de Estados Unidos, que hace rato podrían haber apoyado a la democracia cubana y no lo hacen porque no les da la gana".

"Es importante aclarar que yo no tengo vínculos con ningún partido político de aquí ni de ninguna parte. Mi asociación es una sola: la Acuna", señala, pues varios representantes políticos lo han contactado desde el 12 de octubre interesándose por él y preguntándole qué pueden hacer por Cuba.

"Yo no quiero nada", dice, "solamente que, los que lo hacen, dejen de enviar dinero a Díaz-Canel. El camino de la libertad lo tenemos que recorrer nosotros".

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.

También te puede interesar

Lo último

stats