Proponen aprovechar la escasez para dejar de comer papa y arroz, productos ajenos a la cultura nacional

Agricultura

“Nosotros no somos asiáticos, eso no es un hábito cubano”, argumenta un funcionario

“¡Roberto nos quiere cambiar hasta el arroz! José Carlos, tú me ayudarás con esto”, se alarmó la presentadora.
En el programa 'Cuadrando la Caja' defendieron que para alcanzar la soberanía alimentaria lo mejor sería cambiar hábitos. / 14ymedio
14ymedio

26 de diciembre 2025 - 15:53

La Habana/Desmentido hasta la saciedad, el tópico de que la palabra crisis, en chino, se dice “oportunidad” ha sido usado tanto por políticos como por gurús de las charlas motivacionales y esta semana los funcionarios de la alimentación nacional han acudido a su espíritu para pedir un cambio en la dieta cubana. Sentados con Marxlenin Pérez Valdés en su programa Cuadrando la Caja, Roberto Caballero, miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Técnicos Agrícolas y Forestales, y José Carlos Cordobés, director general de Política Industrial del Ministerio de la Industria Alimentaria, defendieron que para alcanzar la soberanía alimentaria lo mejor sería cambiar hábitos que chocan con la realidad de los suelos cubanos y suprimir de la dieta habitual la papa y el arroz. 

"Y una vez me lo dijo un italiano con toda su razón: ‘¿Para qué ustedes gastan tanto dinero en la papa si ustedes tienen boniato, yuca, ñame, malanga, y con el dinero que gastan en la papa podrían inundar al país de todos esos productos?’”, dijo Caballero. El técnico explicaba que la papa nunca se ha adaptado bien al territorio, y aunque no dio la razón –es un cultivo que prospera bien en zonas de clima templado a fresco, mientras que la humedad cálida de la Isla favorece las plagas– especificó la enorme inversión que ha hecho el país para sembrarla, mantenerla a temperaturas adecuadas y frenar las enfermedades que la acechan. 

Es un producto poco rentable, quiso dejar claro, pero lo planteó de tal modo que la propia Pérez Valdés se asustó, sobre todo cuando incidió en que el arroz tampoco es un alimento de fácil manejo en Cuba. “¡Roberto nos quiere cambiar hasta el arroz! José Carlos, tú me ayudarás con esto”, se alarmó la presentadora cuando Caballero explicó que ese grano se ha incorporado a la cultura nacional sin que sea realista. “Nosotros no somos asiáticos, eso no es un hábito cubano”, subrayó, antes de considerar que, aunque sea ya una tradición instaurada, también eso podría cambiar.

Esa parte de la conversación es la que más ríos de tinta ha hecho correr entre la población, aunque hubo otras más interesantes en el programa, que abordaba la situación de la producción de alimentos. Los funcionarios repasaron los factores que han llevado a la pésima situación actual, sin dejar de lanzar alguna piedra contra el Gobierno. Se nombró la situación energética, el paso de Melissa, la escasez de insumos para cultivar y, por supuesto, el “bloqueo” de EE UU, pero también se criticó abiertamente una política generalizada en la Isla desde hace décadas: el tope de precios. 

"Hay muchas cosas que pudieran ser resueltas, pero que no han sido resueltas en este año y que a la larga traen como consecuencia que los niveles productivos son totalmente insuficientes”

“Para el agricultor se han disparado los costos de producción enormemente, que después de pronto tratamos de regularlo poniendo precios topes y lo único que trae como consecuencia es que se deja de producir, porque el agricultor no puede vender a un precio inferior al que le cuesta hacerlo”, dijo Cordobés, que también cargó contra los retrasos que conlleva la burocratización. 

“Está todo el problema de los impagos, está todo el problema de las dilataciones en los trámites que tienen que hacer los agricultores. O sea, hay muchas cosas que pudieran ser resueltas, pero que no han sido resueltas en este año y que a la larga traen como consecuencia que los niveles productivos son totalmente insuficientes”, lamentó.

Cordobés, sin embargo, también hizo algunas consideraciones que extrañaron a los espectadores. “Hoy el país tiene una infraestructura desde el punto de vista industrial que, con una dinámica diferente del punto de vista de la agricultura y mejorando los flujos financieros del país y pudiendo importar las materias primas que hacen falta, hoy la industria tiene capacidad de responder a las demandas de la población. Yo creo que es algo muy importante”, dijo, o lo que es lo mismo: si las cosas funcionaran bien en el país, no habría ningún problema. De perogrullo.

Los funcionarios, satisfechos porque la industria “no necesita inversiones, sino explotarlas eficientemente”, lamentaron que en estos momentos no haya divisas para importar todo lo que se necesitaría y se felicitaron porque los “encadenamientos” –las mipyme– han aportado mucho y de manera satisfactoria. “Debemos estar cerrando en el entorno de las 70.000 toneladas de producto con esos actores. Sin ellos, no hubiéramos incorporado en nuestro sistema esa cantidad. Entonces, de alguna forma, la industria ha sabido aprovechar ese escenario”.

"Bien, hago una agricultura orgánica. Es menos eficiente, es más cara, pero vendo el producto más caro. Entonces, come sano el que tiene dinero y el otro que se siga envenenando. O sea, eso en nuestro sistema no cabe”

Roberto Caballero analizó también las condiciones de Cuba, con una tradición de pequeñas fincas en la mayoría de la agricultura –a excepción de la caña… por motivos que atribuyó fundamentalmente al clima y los suelos y su salinidad. “Hay por ahí quienes han dicho que nosotros no podemos autoabastecernos de comida. Y que Cuba no tiene condiciones”, mencionó, y admitió también que en un mundo global tampoco es imprescindible la soberanía plena, pero que es importante aceptar las circunstancias de cada país. 

“El otro día nosotros hablamos con unos coreanos y ellos decían que prácticamente no producen. Ellos, como tienen muchos minerales y exportan mucha tecnología, lo que hacen es: con el dinero que recaudan compran el alimento. Ah, está bien, eso es una solución. Pero ni siquiera consideramos que, aunque tuviésemos eso, para nosotros sería válido, porque ellos no tienen bloqueo. Nosotros sí lo tenemos”, subrayó. 

Los funcionarios hablaron también largamente sobre la agricultura sostenible y dijeron que Cuba debe equilibrar ese modelo porque, si bien es importante, en cierto sentido puede contradecir los principios de justicia social del Estado. “Por ahí este problema del ambiente lo resuelven muy fácil. Bien, hago una agricultura orgánica. Es menos eficiente, es más cara, pero vendo el producto más caro. Entonces, come sano el que tiene dinero y el otro que se siga envenenando. O sea, eso en nuestro sistema no cabe”, afirmaron. No obstante, no renuncian a que, a la larga, se pueda lograr una mejora. 

El bloque final se dedicó por entero a intentar teorizar sobre cómo producir más, pero, de nuevo, todo se redujo al habitual cuento de la lechera y a cómo con divisas, exportando, ingresando… las cosas mejorarían. “Es una gran tarea que tenemos nosotros para el año 2026 y se pueden hacer cosas en este escenario. Con estas complejidades, sí se pueden hacer cosas”, prometieron. Un año más.

También te puede interesar

Lo último

stats