Camagüey perdió más de 66.000 cabezas de ganado en 2024

Madrid/Al finalizar 2024, Camagüey tenía 432.749 cabezas de ganado, tras perder más de 66.000 solo en esos doce meses. "Si esa tendencia continúa, en 15 años aproximadamente no habrá ganadería" en la provincia, concluye Granma, que quiere dejar claro que se basa en esos datos y no en especulaciones. El diario oficialista publica este martes la segunda parte de una nota destinada a abordar la situación de la ganadería en ese territorio, antiguamente a la vanguardia del sector. 

La primera, divulgada este lunes, estaba dedicada al desplome de la producción lechera y, aunque no se aportaban las cifras de litros entregados a la industria, se podía concluir que eran menos de los 50.000 necesarios –según los propios funcionarios– para los niños. En el texto de hoy, sigue sin quedar clara la cantidad pero el diario se pregunta "cómo llegó una provincia de 70 y 80 millones de litros de leche a estar produciendo menos de la mitad que cinco años atrás". En 2019, Camagüey alcanzó 91,7 millones de litros, mientras que en 2023 fueron 42. El plan para este año –esto sí se dice– es de 44,6 millones.

En esta ocasión, Granma se centra, sobre todo, en la pérdida de la masa ganadera, sin la cual, lógicamente, cae la leche. El pasado año, en la provincia hubo 58.963 muertes "por causas diversas", y 7.143 sacrificios ilegales de ganado mayor, pero además, en lo que va de año se registraron ya 4.300 fallecimientos. La culpa, para las autoridades del ramo, es básicamente del campesino. 

El pasado año, en la provincia hubo 58.963 muertes "por causas diversas", y 7.143 sacrificios ilegales de ganado mayor, pero además, en lo que va de año se registraron ya 4.300 fallecimientos

"Durante estos últimos años ha existido muy mal manejo de la masa. Una de las causas, por citar un ejemplo, es que muchos productores solicitaron tierras para ganado sin saber de ganadería. Por eso también hubo alza en las muertes de los animales, principalmente el año pasado", cuenta al medio José Antonio Gil Pérez, jefe del Departamento de Ganadería de la Delegación Provincial de la Agricultura.

René Mola Valero, director de Acopio y entrevistado también en la primera parte de la publicación, considera lo mismo y se presenta en condiciones de hacerlo por sus "raíces campesinas". El directivo estima que es sencillo cumplir con lo acordado, puesto que siempre se contratan menos animales de los que se prevé que nazcan –55% de las vacas y el 30% de las novillas–: "Ya tienes las condiciones necesarias para cumplir el plan. Además de eso, la política de contratación establece que el campesino entrega a la industria el 87% de la leche", espeta. 

Gil Pérez insiste en las "deficiencias" que se cuentan hasta ahora, entre ellas "productores que no se prepararon para enfrentar el periodo seco" y otros que "se equivocaron en el propio proceso de contratación", lo que está obligando a recalcular o "darle la posibilidad al campesino que haya incumplido en el primer cuatrimestre de que se recupere en la primavera". Ni una mención a las razonadas quejas del guajiro que este lunes contó en Granma que los impagos están a la orden del día o que las tiendas con los insumos necesarios están vacías. 

El funcionario da solo un par de datos optimistas, y es que en marzo aumentó el ganado con respecto al mes anterior. Sin embargo, los números aún se ven pobres, ya que el objetivo para final de año es crecer un 55% y por esta fecha ya "debían andar por el 15%", apunta. Sin embargo, seis municipios –de los 13 que tiene la provincia– están por debajo del 10%. También se felicita el funcionario de que hubo más de mil sacrificios ilegales menos que el año anterior, pese a lo cual ya van por 1.600. 

Entre los inconvenientes mencionados por los directivos está también la falta de nitrógeno y transporte, ambas cosas, tan dispares, necesarias para la inseminación y que han llevado a optar por la monta directa, aunque la calidad del proceso se resiente. "Estamos buscando el financiamiento para montar una pequeña planta de nitrógeno en la sede de Inseminación Artificial, y poner nuevamente en funcionamiento este importante proceso", subraya Gil Pérez. 

Si los 533 termos de la provincia estuvieran bien, podrían almacenarse 384.300 litros, prácticamente toda la leche que puede recogerse en un día, añade el funcionario, haciendo –nunca mejor dicho– el cuento de la lechera

La falta de dinero afecta, incluso, al enfriamiento. Aunque Camagüey dispone de 177 centros y 44 puntos de entrega de leche fría, hay alrededor de 80 termos (el 15%) rotos y sin piezas de repuesto para repararlos. "Siempre van a existir productores a los cuales, por el camino en malas condiciones o por las distancias, no les resulta económicamente factible recogerles la leche fluida; pero esos son los menos", señala. Si los 533 termos de la provincia estuvieran bien, podrían almacenarse 384.300 litros, prácticamente toda la leche que puede recogerse en un día, añade el funcionario, haciendo –nunca mejor dicho– el cuento de la lechera.

Otra cuestión financiera es la relacionada con la falta de efectivo, que golpea al sector especialmente y que, según Gil Pérez se intenta solucionar negociando con los bancos, aunque los resultados no llegan, como se comprueba al hablar con los guajiros. Tampoco hay, afirman, divisas, que es el incentivo empleado en Nicaragua –cita–, pero no disponible para la empresa Láctea.

Danilo Porto Valdés, director de esa entidad, asegura que han sido puntuales en los pagos en marzo, sin especificar si el ejemplo es aleatorio o es precisamente un mes en que se logró. "Todos los días, 10.305 litros a 70 pesos, en los que pierde 31 pesos, porque el subsidio solamente paga 39, que después hay que recuperar con otras producciones; sin embargo, las entregas, en lugar de crecer, decrecen respecto al año anterior, en 187.200 litros de leche", revela.

El directivo se queja de que la empresa afronta múltiples gastos –por tener que ir a buscar y repartir la leche todos los días– en diésel, reparaciones de los camiones que reparten y salarios de sus trabajadores: una cuenta que no da por lo que se cobra por el producto subvencionado. "Según un estudio realizado por la Universidad, en 2024 perdimos 222 millones de pesos por ese concepto, todo eso sin renunciar a las utilidades y a mejorar el salario de nuestros trabajadores", recalca. "Ese es el esfuerzo que hace esta empresa estatal socialista para que la leche llegue a 25 centavos a cada niño"