Seis días sin luz en Centro Habana: la Unión Eléctrica de Cuba no tiene recursos para reparar un cable
"Hemos acudido a todas las instancias posibles, no nos queda a dónde más ir", denuncian los vecinos
La Habana/Seis días lleva la familia de Stephany Novo Castro, 26 años, sin electricidad. Una falla dejó a oscuras el apartamento donde viven en la barriada de Los Sitios, en Centro Habana. A pesar de las gestiones y los reclamos, la falta de recursos de la Unión Eléctrica de Cuba impide reparar un cable partido que ha sumido en penumbras a cuatro personas.
En el apartamento 28 del inmueble con el número 314 de la calle Salud, entre Gervasio y Cerrada del Paseo, ya la paciencia se agotó hace un buen rato. El viernes 14 de julio todo el edificio dejó de tener corriente eléctrica "por una fase caída", cuenta este jueves a 14ymedio Novo Castro. El servicio solo se restableció al otro día a las 9:00 pm pero los bombillos de su apartamento, en el segundo piso, no se encendieron.
"Notificamos el problema a la empresa eléctrica y cuando los técnicos acudieron nos dijeron que se había partido el cable que va desde el interior de la casa hasta el reloj contador", detalla la mujer. "Aseguraron que actualmente no tienen recursos y que esa rotura no era responsabilidad de ellos por lo que debíamos buscar un electricista por nuestra cuenta".
Los 40 metros de cable que necesita más la mano de obra le saldrían, con la inflación actual, "en tres salarios mensuales", de unos 4.500 pesos que gana en su trabajo con el Estado
La mujer rápidamente sacó cuentas: los 40 metros de cable que necesita más la mano de obra le saldrían, con la inflación actual, "en tres salarios mensuales", de unos 4.500 pesos que gana en su trabajo con el Estado. "Hemos acudido a todas las instancias posibles, Ministerio de Energía y Minas, Consejo de Estado, Gobierno Provincial, no nos queda a dónde más ir y nadie se pone de acuerdo, lo último que nos dicen es que tienen 60 días para darnos respuesta".
En la casa, además de Novo Castro, vive su esposo, Daniel Medina Roberts, de 32 años; su suegra, Daisy Rosa Roberts Alfonso, y la madre de esta última, con 66 y 86 años respectivamente. La mujer más anciana ha residido durante más de cuatro décadas en el edificio, construido en los años 40 del siglo pasado. Con 34 apartamentos, el inmueble lleva meses teniendo problemas con una fase eléctrica que "se cae a cada rato", cuenta la joven.
"Ese problema, que afecta también al edificio de al lado, hace que la luz se vaya en la noche con frecuencia y creemos que eso fue lo que pudo haber afectado el cableado", explica a este diario. Desde hace seis días la situación se volvió crítica y la familia se siente abandonada por las instituciones oficiales.
"Esto muestra la ineficacia, la ineptitud, el descaro y la falta de respeto que hay con los ciudadanos en este país", considera Novo Castro. "Aquí ni los servicios básicos, que corren a cargo de sus monopolios, ya son capaces de garantizarnos, ni les importa. No les preocupa nada ni nadie", sentencia con desilusión.
Los problemas de salud de las ancianas de la familia complican aún más la situación. La abuela del esposo de la joven padece una "insuficiencia renal, que tiene que inyectarse un medicamento que debe estar en refrigeración, y también está obligada a cumplir una dieta", enumera. "Mi suegra está operada de una fractura de tibia y aún cojea, además es hipertensa".
Los vecinos se han mostrado solidarios y ofrecen a la familia agua fría para tomar y les han guardado algunos alimentos en sus refrigeradores para evitar que se echen a perder. Uno de ellos instaló una extensión eléctrica desde su apartamento al de la familia para que puedan conectar un ventilador.
Sin embargo, de las llamadas organizaciones de masas, como los Comité de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas, "ninguna se ha preocupado ni por pasar" por el apartamento, advierte Novo Castro. Mientras describe su calvario, afuera todavía brilla el sol. La noche, con la oscuridad y el calor, es lo más difícil de sobrellevar.
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