China ha sustituido a Venezuela en la reconstrucción de los Supertanqueros de Matanzas
Cuba
Se ha completado apenas un 60% del primer depósito, de los cuatro destruidos por un incendio en 2022
Madrid/La reconstrucción del primer depósito de los cuatro devastados en el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, hace casi tres años, debió haber estado lista en agosto de 2024, pero solo lleva una ejecución del 60% al día de hoy. A ello, la prensa oficial lo llama “avances palpables” en la recuperación de la capacidad de almacenaje de 200.000 metros cúbicos de combustible perdida en agosto de 2022.
Sin referirse a las 17 víctimas mortales ––varios de ellos jóvenes que cumplían el servicio militar en unidades de bomberos– ni a los casi 150 heridos de aquel desastre industrial –el mayor en la historia del país–, el diario Girón explica que los cuatro tanques destruidos por las llamas, de los ocho que albergaba la Base en total, “encuentran poco a poco su reemplazo gracias a la colaboración entre Cuba y China”.
Es la primera vez que las autoridades mencionan esta colaboración con el país asiático. Es la primera, también, que aluden al origen de la ayuda para la rehabilitación del mayor depósito de combustible de la Isla, pese a que hasta ahora se entendía que la ayuda provendría de Venezuela. Pocos días después del incendio, en cuya extinción colaboraron bomberos venezolanos, el propio Nicolás Maduro aseguró que su país –que financió y colaboró en la construcción de los depósitos de la Base– cooperaría en las obras.
Los nuevos depósitos “no estarán uno al lado del otro como los siniestrados”
“Cuba sabe que cuenta con nuestro apoyo científico, técnico, de ingeniería, de trabajadores”, dijo el mandatario venezolano en declaraciones recogidas por Prensa Latina en su momento. “Pónganse en contacto con las autoridades petroleras y energéticas de Cuba para iniciar el diseño de reconstrucción del patio de Supertanqueros en Matanzas”.
Hoy, Venezuela se ha esfumado del plan. Según detallan los medios oficiales, el tanque 88 –el primero que está siendo reconstruido– “está fabricado por fuerza cubana”, mientras que los tres restantes –el 49-1, el 86 y el 87– “con gran progreso, lo asumen operarios chinos”.
Los nuevos depósitos “no estarán uno al lado del otro como los siniestrados”, puntualizó en entrevista con TV Yumurí Richard Daniel Martínez Sánchez, titular de la Dirección Integrada de Proyectos, sino que “dos irán en la explanada inferior y otros dos en la superior”. La cercanía entre los tanques fue, precisamente, reconocida por varios expertos como un posible agravante del incendio.
Martínez Sánchez dijo también: “De manera general la obra está avanzando. Los cuatro envases poseen el envolvente y estamos en la fase de terminación de mecánica para después pasar a la de puntura”. Los trabajos también prevén dos kilómetros de cerca, siete kilómetros de asfalto para las vías de acceso y un “moderno sistema de pararrayos”.
En las obras se emplean a más de 200 trabajadores de varias empresas estatales
La contraparte inversora de los chinos por parte de Cuba es la Empresa Comercializadora de Combustibles, y en las obras se emplean a más de 200 trabajadores de varias empresas estatales. Según las autoridades, deben estar completas en 2026, aunque el término previsto solo para el primer tanque es en noviembre próximo.
“Las faenas de este estratégico enclave persiguen el propósito de convertir la terminal, y toda la zona industrial, en un sector económico suficientemente robusto, menos vulnerable y con una imagen más moderna” con “el objetivo primordial de acompañar las operaciones de mayor seguridad como variable clave”, concluye Girón una nota elogiosa, a pesar de que las obras han estado estancadas.
En abril de 2024, apenas se tenía la mitad de la estructura del primer tanque, poco menos de lo que hay hoy. La prensa provincial ha ido publicando a cuentagotas los “avances”, que en la mayoría de los casos consistió tan solo en alguna visita oficial o la llegada de equipo. El pasado mayo, tres grúas, de las que no se mencionaba su origen chino.
Lo que jamás mencionan son los múltiples fallos de seguridad de la Base, señalados, incluso, por dos inspecciones previas al siniestro. Según un informe de Energía y Minas al que tuvo acceso un experto de ese ministerio, entrevistado por 14ymedio bajo condición de anonimato el año pasado, el depósito 52, que explotó, no estaba diseñado para contener crudo.
Tampoco ha habido una investigación policial ni se ha llevado ante la Justicia a los responsables del incendio
Ese depósito “fue sometido a una reparación capital en ocasión de la cual se le sustituyó el techo original –un techo flotante externo– por un domo geodésico”, que comenzó a operar el 31 de marzo de 2014, describió a este diario el experto citando el documento.
No se había instalado una membrana flotante interior porque el tanque estaba diseñado para almacenar fueloil y las emanaciones de componentes volátiles de esa sustancia no requerían la instalación de la membrana. Sin embargo, a partir de 2020 el depósito comenzó a almacenar crudo, altamente inflamable.
Otros de los múltiples fallos registrados —31 solo en el panel de control automático del Sistema Contra Incendio— fueron, incluso, calificados como “reiterativos”. Además, las reservas de agua para apagar un fuego industrial estaban apenas en un 8,7% de lo necesario.
Tampoco ha habido una investigación policial ni se ha llevado ante la Justicia a los responsables del incendio, en un nivel de impunidad, decía la fuente de 14ymedio “nunca visto” en cargos de responsabilidad. El desastre de los Supertanqueros supuso un típico “movimiento de cuadros”, es decir, una reorganización de los involucrados para garantizar su silencio.