‘Cobija’: cuando el arte y la realidad coinciden sin proponérselo
Arte
La obra de René Francisco se anticipó a las protestas estudiantiles por el 'tarifazo' de Etecsa
La Habana/El sábado 17 de mayo, en la sede habanera de la galería Arte Continua, fue inaugurada Cobija, una obra del reconocido artista cubano René Francisco Rodríguez. La pieza, inspirada en una fotografía tomada en Odesa, Ucrania –donde protegían a una escultura de las bombas rusas–, replicaba ese gesto simbólico alrededor del Alma Mater, ícono de la Universidad de La Habana. Nadie imaginó entonces que el arte y la realidad coincidirían con tal precisión, y sin proponérselo. Pocos días después estalló la mayor protesta estudiantil desde 1959, motivada por el tarifazo de Etecsa, el monopolio estatal de las telecomunicaciones.
“Esta pieza sigue mis atenciones sobre la guerra desde 2022. Cuando Continua me invitó a exponer, lo único que envié fueron esas fotos de Ucrania. Mi idea era hacer algo similar con el Alma Mater”, explica el autor a 14ymedio.
"Esta pieza sigue mis atenciones sobre la guerra desde 2022"
La escultura que corona la colina universitaria fue concebida en 1919 por el artista checo Mario Korbel. El rostro fue modelado a partir de la joven Feliciana Villalón Wilson (Chana), de apenas 16 años. Para el cuerpo posó otra mujer mayor cuya identidad aún se desconoce, aunque la leyenda apunta a figuras como Longina –musa de Manuel Corona– o La Macorina, la célebre prostituta que fue la primera cubana con licencia para conducir. Fundida en bronce en Nueva York, la estatua fue colocada en su ubicación actual en 1927.
Sobre Cobija, la crítica y curadora Nayr López García calificó de atinada “la visión de su creador” y “esta conjunción de casualidades contextuales”. En su texto Adiós a la desidia, celebró “lo acertado de estar expuesta precisamente ahora, de ser espejo de una realidad que acontece a tan pocos días de su inauguración, permitiendo una resignificación acorde a un contexto que se ha detonado públicamente, pero que se viene sosteniendo en resistencia clandestina. Hoy, como hace más de medio siglo, la universidad vuelve a aglutinar dignos actos de reclamo, y el Alma Mater –otra vez– es testigo y cómplice de ello”.
La galería privada donde se exhibe la obra cumple diez años. Ocupa el antiguo cine Águila de Oro, en pleno Barrio Chino de La Habana. Sus fundadores –los italianos Lorenzo Fiaschi, Mario Cristiani y Maurizio Rigillo– aprovecharon el deshielo promovido por Obama para abrir una sede en la capital cubana, en un momento en que la Isla parecía a punto de expandirse y abrirse al mundo. Luego, ocurrió todo lo contrario.
La galería organizó la exposición colectiva 'La capacidad de soñar', que reunió obras de 40 artistas cubanos
Para celebrar su primera década, la galería organizó la exposición colectiva La capacidad de soñar, que reunió obras de 40 artistas cubanos que han pasado por sus salas. Entre ellos, René Francisco y su Cobija.
Para el artista, pensar en la censura es una forma de autocensurarse. “Uno no debe hacer arte con suspicacia pre interpretativa”, declaró a 14ymedio, “porque eso supondría que no estás pensando desde dentro o desde el auténtico lugar creativo”. También reconoció que, cuando introduce una “almendra política” en su obra, lo fundamental es que esta sea una buena pieza de arte: “Lo demás viene después”.
“De todas formas”, admitió, “en mi carrera me ha pasado varias veces que cuando tengo intuiciones muy certeras, esas certezas –que son externas– se disparan y convierten la pieza en realidad”.
Hoy, Cobija vuelve a confirmar esa intuición premonitoria. Lo que nació como un gesto poético y simbólico, se convirtió –sin pretensión profética– en una imagen casi exacta de lo que estaba por suceder.