Comienzan los operativos policiales contra los vendedores del 'paquete' en Cuba

Las copias audiovisuales, extendidas desde hace más de una década en la Isla y consentidas de facto por las autoridades, quedaron específicamente prohibidas en las últimas disposiciones contra privados

Local de copias audiovisuales en La Habana.
Local de copias audiovisuales en La Habana. / 14ymedio
Natalia López Moya

09 de septiembre 2024 - 20:34

La Habana/La alarma se ha extendido por los locales que comercializan en Cuba el paquete, el compendio de audiovisuales que por años ha servido de alternativa a la escasa parrilla televisiva oficial. "El de esta semana es el último que voy a vender porque ya comenzaron los operativos y las confiscaciones", cuenta a 14ymedio una trabajadora por cuenta propia de Lawton, en el municipio habanero de Diez de Octubre.

"A la persona que me vende la matriz, que luego yo copio y vendo a mis clientes, la Policía se le tiró y le quitaron discos duros, computadoras y todo lo que usaba para este negocio", cuenta la emprendedora bajo condición de anonimato. "Ya empezaron a aplicar eso de la lista de las ocupaciones prohibidas que se publicó en la Gaceta", dice la mujer, refiriéndose a la Gaceta Oficial del pasado 19 de agosto, un enorme paquete legislativo que incluía hasta 19 disposiciones con el objetivo de endurecer las medidas contra la actividad particular. Entre ellas, el aumento a 125 de las actividades económicas prohibidas para micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), cooperativas no agropecuarias (CNA) y trabajadores por cuenta propia (TCP).

En la relación, bajo el acápite “Información, comunicación y telecomunicaciones”, el número 61 prohíbe las "actividades de exhibición cinematográfica (5914), que incluyen películas, documentales, series, novelas u otras obras similares, así como su puesta a disposición del público a través de soportes informáticos". Con unas pocas frases, el Gobierno cubano ponía fin a una práctica que lleva más de una década extendiéndose por toda la Isla.

"No sé qué me voy a hacer sin mi telenovela turca, eso es lo único que a mí me mantiene cuerda, porque la situación es tan difícil que sin eso me vuelvo loca"

"No sé qué me voy a hacer sin mi telenovela turca, eso es lo único que a mí me mantiene cuerda, porque la situación es tan difícil que sin eso me vuelvo loca", advierte Marilyn, vecina de Nuevo Vedado y cliente habitual de un local de copia del paquete próximo al mercado del Ejército Juvenil del Trabajo en la calle Tulipán. "Hoy fui a la farmacia por la mañana y todo el mundo estaba hablando de eso, es el tema del día".

"Mi proveedor ya me dijo que no iba a seguir y que se había buscado otro trabajo en una pizzería. El hombre llevaba más de ocho años en este negocio y todo el mundo en el barrio lo conoce, muy serio y muy eficiente", explica a este diario. "Esto no tiene sentido, no es el momento de estar prohibiendo más cosas, si no de permitir y abrir".

En la barriada de La Timba, en el municipio de Plaza de la Revolución, los inspectores han visitado la pasada semana a varios vendedores del paquete. "Nos dijeron que no se podía seguir con esto, que eso de copiar series, películas, música y videojuegos nunca estuvo permitido expresamente y que era una distorsión que había que corregir", explica Rubén, quien también comercializa aplicaciones para móviles Android y software con cursos de idiomas.

"Nada de nada, ni La Caperucita roja se puede vender en video", critica el paquetero. "A ver cómo van a parar esto porque lo que va a pasar es que la gente va a cerrar los locales y mandará el paquete al domicilio de los clientes con un mensajero, esto lo único que hace es complicarnos la jugada, pero la gente va a seguir necesitando entretenerse, estas prohibiciones no van a hacer que vean la Mesa Redonda".

No obstante, el paquete no es actualmente el soporte principal de esos audiovisuales censurados en la televisión nacional

La opinión más extendida entre las fuentes consultadas por este diario es que la medida obedece a un intento de las autoridades de parar el flujo de contenido en el que abundan documentales críticos con el modelo comunista, testimonios de los excesos de Vladímir Putin en la guerra de Ucrania, documentos sobre los crímenes de Stalin y un nutrido material histórico sobre los actos represivos del régimen cubano.

No obstante, el paquete no es actualmente el soporte principal de esos audiovisuales censurados en la televisión nacional. Aunque en sus inicios el compendio semanal le dio numerosos dolores de cabeza al oficialismo, poco después los gestores del negocio instituyeron la regla de "cero política, cero violencia, cero pornografía", que les permitió sortear la censura oficial, aunque nunca ha sido bien visto por las instituciones culturales, que los acusan de fomentar la frivolidad y el mal gusto.

La mochila fue el antídoto oficial que encontraron las autoridades contra el "veneno que le están metiendo en la cabeza" a los jóvenes el paquete. Sin embargo, la oferta underground ganó el pulso. La alternativa preparada por el Estado cubano y distribuida a través de los Joven Club de computación, a pesar de sus enormes recursos, apenas encontró público y fue languideciendo poco a poco.

Ahora el paquete se ha topado con un nuevo enemigo en la forma de una normativa que nadie sabe si podrá llegar a cumplirse a rajatablas, o se convertirá en otra prohibición absurda superada por la realidad.

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