El amplio despliegue de fuerzas represivas no logró impedir otra protesta en Nuevitas

La Habana/Por segunda jornada consecutiva, este viernes en la noche y durante parte de la madrugada de este sábado, los residentes en Nuevitas, Camagüey, volvieron a tomar las calles en protesta por los largos apagones. La manifestación comenzó en el barrio de Pastelillo y fue reprimida por la policía, que arrestó y golpeó a varios participantes, según videos transmitidos en vivo desde el lugar.

Con un cacerolazo y al grito de "pongan la corriente, pinga", "libertad", "oye, policía pinga" y "no queremos más miseria", decenas de personas reclamaron que restablecieran el servicio eléctrico. En las imágenes se ven numerosos vehículos policiales y militares que llegan hasta cerca de los manifestantes y a los policías arremeter contra algunos de ellos, entre esos al menos dos niñas que denunciaron haber sido golpeadas por los uniformados.

Los manifestantes también gritan "el pueblo unido jamás será vencido" y denuncian que varios represores estaban vestidos de civil para confundirse entre la multitud. "Esos son niños, son niños", se le oye gritar a una de las mujeres que protesta cuando los policías arremeten contra un grupo de los que marchan por la calle.

"Todo el día nos llenaron el pueblo de boinas negras que pasaban con los vehículos despacito por cada calle para intimidarnos", denuncia un joven manifestante que prefiere el anonimato. "pensaban que metiéndonos miedo no nos íbamos a tirar para la calle pero ya se lo habíamos dicho que si nos volvían a quitar la luz, nos volvíamos a tirar".

"También nos cortaron la internet por varias horas, por eso hay mucha gente que todavía no ha podido publicar los videos de la represión. Los policías vestidos de civil comenzaron a tirar piedras a la gente y eso hizo que la gente se calentara más", explica. "El barrio Número 1 también salió a las calles", añade.

Según otro internauta, la policía colocó un foco potente en el puente de entrada a Pastelillo para "cegar a los manifestantes" y tratar de controlar la situación. "Pero la gente le cayó a pedradas, el suelo quedó lleno de piedras", detalló.

En un video publicado en YouTube se ve a varios vecinos discutiendo acaloradamente con un policía y otro hombre que se identifica como "secretario" al parecer del Partido Comunista. Los vecinos denuncian que "en La Habana no quitan la corriente como aquí" y el funcionario responde que con las protestas "lo que está haciendo Nuevitas es un bochorno".

"Es verdad que la policía vino a agredir al pueblo aquí", denuncia uno de los vecinos. "¿Por qué hoy llegaron haciéndose los guapos?", cuestiona una mujer que detalla la agresión contra una niña de 11 años. "Ustedes quizás tienen planta [eléctrica] en su casa pero nosotros no tenemos. Estamos obstinados", añade un hombre que tiene "dos niños que no pueden dormir".

Esta protesta ocurre pocas horas después de que la madrugada del viernes cientos de personas salieran a la calle en esa misma ciudad camagüeyana en una manifestación no vista en Cuba desde el 11 de julio de 2021.

La protesta, tal y como se observó también en numerosos videos compartidos en redes sociales, fue multitudinaria, alumbrada por la linterna de los celulares y los faros de motocicletas y acompañada de cacerolas, cláxones, palmadas y consignas a voz en cuello.

Según contaron vecinos de Nuevitas a 14ymedio, los manifestantes se dirigieron hacia la sede del Partido Comunista local, un inmueble que estaba iluminado en medio de la oscuridad del corte eléctrico y allí clamaron: "si la vuelven a quitar, nos volvemos a tirar", "queremos libertad" y el tradicional "el pueblo unido, jamás será vencido".

Aunque la policía llegó al lugar "prácticamente no pudieron hacer nada, porque esto era un mar de gente". Enseguida, dice, pusieron la corriente. "Nos cogieron miedo", aseveró la fuente.

Para responder a la protesta popular, el oficialismo organizó el viernes una marcha con banderas cubanas, fotos de Fidel Castro y la vieja consigna "Pin pon fuera, abajo la gusanera", un lema que ganó fuerza en 1980 durante la crisis migratoria del Mariel y que se usó contra los cubanos que decidieron salir del país.

En la contramarcha oficial, un funcionario aseguró que Nuevitas tenía "corazón y timbales" para defender la Revolución.

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