La destrucción medioambiental, una consecuencia de la crisis que importa poco a los cubanos
Medioambiente
De las 36.700 especies de animales y plantas que se han catalogado en el país, un 35% está en peligro de extinción
La Habana/Jorge no ve una cotorra desde que tenía 16 años. Hoy, con casi el doble, podría decir lo mismo de los tocororos, las cartacubas o cualquier otra especie en peligro. La pérdida de flora y fauna en Cuba ha sido tan dramática como silenciosa en un país que podía jactarse –gracias a su escasa industrialización– de conservar en buen estado sus espacios naturales.
Este viernes, Cubadebate le puso números a la crisis ambiental en la Isla. Entre los datos más graves está que, de las 36.700 especies de animales y plantas que se han catalogado en el país, un 35% está en peligro de extinción. Además, se corre el riesgo que desaparezca el 75% de las especies conocidas de mamíferos. Entre los que sobrevivirán a la hecatombe están los murciélagos.
Las que más llevan las de perder son las plantas. Unas 580 especies vegetales están en peligro crítico de extinción, así como 20 especies de hongos y 16 de anfibios. Seis tipos de tiburón que habitan el litoral cubano también están a punto de extinguirse, así como dos clases de mamíferos, cinco de reptiles, y cuatro de peces y aves.
La situación es alarmante, puesto que “Cuba es cuarta a nivel mundial entre las islas en cuanto a riqueza de su flora, pero ocupa el primer lugar en términos de número de especies por kilómetro cuadrado”.
Jorge recuerda el trapicheo con cotorras y otras aves tropicales en el entorno de la presa Hanabanilla, en su natal Villa Clara
La causa principal es la caza ilegal, afirma la prensa oficial. En efecto, Jorge recuerda el trapicheo con cotorras y otras aves tropicales en el entorno de la presa Hanabanilla, en su natal Villa Clara. “Una vez, en la zona de Río Negro, vimos un pichón de cotorra, que al parecer se le había caído a los traficantes. Nos lo llevamos y un primo mío la crió”.
Con los mamíferos, explica, ocurre otro tanto. “Antes había gente que criaba jutías en el patio y tenía cotorras, u otros pájaros, en la casa. Ahora es muy raro ese mundo”. Las estadísticas son desconocidas y fragmentarias, lamenta Cubadebate, que a modo de muestra denuncia que en solo un mes de 2021 se reportaron robos de aves en 98 municipios de Cuba.
Además de la cacería, “la agricultura extensiva, la minería, la deforestación y la contaminación” han provocado la pérdida de hábitats en Cuba.
La Isla es firmante de cuanto convenio publican las Naciones Unidas sobre la protección de la diversidad natural. Que los cumpla es otra cosa. En la vida cotidiana el cubano tiene una cultura ambiental casi inexistente, no tiene medios para reciclar, y los enormes vertederos en las ciudades lo dicen todo sobre el descuido estatal hacia la higiene.
Las medidas contra la cacería, compra y venta de especies tampoco ha sido nunca un problema prioritario para el Ministerio del Interior, cuyo escuálido cuerpo de guardabosques poco puede hacer contra los ladrones de aves o cocodrilos en puntos críticos, como la Ciénaga de Zapata o la Cayería Norte.
Sobre la pérdida de la biodiversidad en Cuba, 'Cubadebate' alega que forma parte de un fenómeno mundial
Sobre la pérdida de la biodiversidad en Cuba, Cubadebate alega que forma parte de un fenómeno mundial. La Isla es, junto a La Española –la isla que ocupan Haití y República Dominicana–, un punto de elevada concentración de biodiversidad, donde el 40% de las especies son endémicas, por lo que su pérdida constituye un daño irreparable. ‘
El pasado 26 de mayo, en una reunión de botanistas cubanos celebrada en La Habana, los científicos advirtieron de que falta por descubrir gran parte de la biodiversidad de la flora cubana. En 20 años solo se han identificado 152 nuevas especies.
En cuanto a los anfibios –cuya gran variedad hizo a Cuba célebre en el mundo científico–, hay 71 especies identificadas y el 94% son autóctonas, un fenómeno en el que solo La Española nos supera. El 70% de los anfibios de la Isla está ubicado en algún grado de amenaza de extinción, aseguraron.
Otro dato inquieta, aunque no tiene que ver con la biodiversidad sino con el sentido de urgencia que los cubanos no tienen sobre su pérdida. Al pie del texto de Cubadebate, y pese a la dureza de las cifras, había un solo comentario de los lectores.