Unos 30 detenidos en Holguín por venta ilegal de materiales de construcción
Holguín/Un aparatoso operativo policial provocó una gran agitación en la mañana del miércoles en la ciudad de Holguín, frente a las tiendas La Central y La Universal, donde fueron detenidas unas treinta personas por dedicarse presuntamente a la reventa ilegal de materiales de construcción.
El suministro irregular de estos productos ha fomentado la aparición de avispados revendedores que comercializan desde azulejos y cemento hasta grifería, supuestamente en contubernio con la administración de las tiendas.
El capitán Adrián Guzmán Ortiz, jefe de la Policía Nacional Revolucionaria, explicó a una emisora local que la operación se realizó con la colaboración de miembros de las fuerzas armadas. Los detenidos fueron trasladados a una estación de la policía donde se les aplicarán "medidas de neutralización", puntualizó el oficial.
El jefe de Policía aseguró que en los próximos días continuarán realizando operativos similares en diferentes centros comerciales
Guzmán Ortiz aseguró que en los próximos días continuarán realizando operativos similares en diferentes centros comerciales. "Son personas que se dedicaban desde hacía mucho tiempo a estos negocios ilícitos", aseguró el jefe policial.
Precisó que se realizaron registros en viviendas privadas utilizadas como almacenes de grandes cantidades de materiales para la construcción, que fueron decomisados y serán entregados a las tiendas estatales para su posterior venta a la población.
En las asambleas de rendición de cuentas del territorio, se han vuelto frecuentes las quejas sobre el desabastecimiento de esos productos. Además, la prensa local publica regularmente cartas de lectores que critican duramente las actividades de los revendedores y la inacción de las autoridades, a pesar del compromiso público del propio vicepresidente del Consejo de Estado, Ramiro Valdés Menéndez, de corregir la situación.
Mientras se producían las detenciones en Holguín, algunos testigos hacían comentarios de aprobación y otros se preguntaban si ahora llegarán estos productos a las tiendas. Un señor, que llevaba una bicicleta cargada con dos sacos de cemento, apuraba el paso sin mirar hacia atrás.