Con la estampida de auditores, la corrupción estatal tiene vía libre en Ciego de Ávila

El gobierno provincial tiene la situación más crítica: en 2023 tuvieron 15 renuncias y ninguna solicitud de ingreso

La reunión fue dirigida por Gladis Bejerano Portela (al centro), contralora general de la República de Cuba
La reunión fue dirigida por Gladis Bejerano Portela (al centro), contralora general de la República de Cuba / Invasor
14ymedio

19 de marzo 2024 - 18:04

La Habana/Durante el último año solo han trabajado en Ciego de Ávila 99 de los 172 auditores necesarios para desempeñar esa actividad en la provincia. La disminución de quienes deben encargarse de prevenir los robos y el desvío de recursos en las empresas estatales fue el tema más debatido en la reunión provincial anual sobre el trabajo del Sistema de Auditoría, según una nota publicada por Invasor este lunes.

El gobierno provincial tiene la situación más crítica. En 2023 tuvieron 15 renuncias y ninguna solicitud de ingreso, según Ramón Reyna, director de la Unidad Central de Auditoría Interna (Ucai) del Gobierno. “Se trata del peor momento”, reconoció Reyna y acotó que, de las ocho unidades municipales sólo funcionan cinco y una, están convencidos, se perderá totalmente, la ubicada en el municipio de Baraguá. 

El medio oficialista expone como causas de la “acentuada tendencia a la depresión" la baja graduación de técnicos medio en Contabilidad y la poca motivación debido a las malas condiciones laborales y los pésimos salarios. Invasor no se refiere, sin embargo, al éxodo sin precedentes que, en los últimos años, está drenando la Isla de todo tipo de trabajadores, ni al rechazo popular que rodea a esta ocupación en un país donde el desvío de recursos es la principal forma de vida de muchos empleados estatales.

Al funesto panorama que vive el gobierno se suman la agricultura, la industria alimentaria y el turismo. “El grupo hotelero Gran Caribe no tiene auditores de base en cinco hoteles del polo turístico Jardines del Rey y solo tienen auditores internos en Emprestur y Palmares”, señala Invasor

Al funesto panorama que vive el gobierno se suman la agricultura, la industria alimentaria y el turismo

Durante 2023 en Ciego de Ávila el sistema de auditoría “ejecutó 121 acciones de control”, 30 fueron evaluadas como deficientes y tres, mal. El resultado son 97.603.548 pesos por daños económicos y perjuicios cuyo costo asciende a 1.746.000 pesos. Invasor acota que, “una vez más” la mayor cantidad de sucesos de este tipo pertenecen al comercio y la gastronomía. En varios casos, apunta el medio, los directivos se justifican diciendo que el dinero faltante fue devuelto. 

El medio oficialista apunta que “no constituyen novedades” los hechos relacionados con las millonarias pérdidas económicas, estas van in crescendo. En 2020 el cálculo fue de más de 5.000.000 de pesos, dos años después, el balance de los auditores en Ciego de Ávila reveló que en 2022 las pérdidas ascendieron a 71.500.000 pesos.

Invasor recalca que una de las causas de las pérdidas son los incumplimientos de los contratos, de las normas de consumo de combustible y un gasto superior a lo pactado en el presupuesto.

Entre todos los malestares que aquejan a los auditores de Ciego de Ávila solo los que laboran en el Ministerio de la Construcción tienen lo que ellos describen como buenas condiciones de trabajo. Fidel Contreras, jefe del departamento de Auditoría de la empresa de Construcción y Montaje, dijo que les han dado laptops y motorinas a los cuatro auditores de su oficina para facilitarles la actividad. 

Las soluciones que propone la contraloría para incrementar la cantidad de auditores no resultan muy esperanzadoras. Prevén abrir la carrera de Auditoría en la modalidad de ciclo corto en septiembre de este año y, mientras tanto, ofrecer cursos de habilitación a los egresados de la enseñanza técnico-profesional e incorporar a los estudiantes en “las acciones de prevención y control como parte de la práctica preprofesional”.

Las soluciones que propone la contraloría para incrementar la cantidad de auditores no resultan muy esperanzadoras

La creación de la Contraloría General de la República, en 2008, fue una de las primeras decisiones que tomó Raúl Castro tras asumir formalmente el poder durante la convalecencia de su hermano Fidel. La entidad, y sus filiales en provincia, acumularon rápidamente un gran poder de fiscalización y cada año, en el mes de noviembre, realizaba una revisión en el entramado empresarial estatal y publicaba los resultados.

Sin embargo, con el paso de los años este ejercicio anual ha perdido fuelle y su informes se han vuelto más espaciados y con menos detalles. La Contraloría también ha descendido en atención de parte de los medios oficiales y el protagonismo de la contralora general, Gladys María Bejarano, ha disminuido significativamente en actos públicos y reuniones gubernamentales.

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